La costera del bocarte explota en Santoña

Parece que el fin de la Feria de la Anchoa -celebrada del 26 al 28 de abril- ha marcado paradójicamente el comienzo de la ebullición de la costera. En concreto, han sido 646.378 kilos de esta especie y, además, de buen tamaño. El lunes se desembarcaron 42.592 cajas, es decir, 375.192 kilos de bocarte. Mientras, ayer martes, fueron 31.264 cajas, lo que supone 271.186 kilos. Según revelan los datos facilitados por el Cabildo, las capturas de ambos días oscilan entre los 30 y 40 granos, lo que se traduce en peces de buenas dimensiones, de los que reclaman las conserveras por ser idóneos para el fileteo y la elaboración de anchoas. En particular, el sector conservero pone como requisito que el calibre de los ejemplares capturados sea de menos de 45 peces por kilo. De lo contrario, los bocartes se destinan al mercado de fresco, como estaba ocurriendo hasta el momento.

«Han sido dos días buenos para todos: los barcos, las fábricas y la lonja», declaran desde la Cofradía con alivio tras unas jornadas que no habían dejado tan buenas noticias y menos si se comparan con un 2023 de récord. Ayer fue como un viaje en el tiempo 365 días atrás porque, según detallan, «ha sido un día como cualquiera de los de la costera del año pasado. Sin embargo, este año apenas hemos visto jornadas de buen pescado y cantidad de barcos».

En cuanto a las embarcaciones, el puerto de Santoña ha recibido durante estos dos días unos 130 barcos provenientes de todo el Cantábrico, desde la flota cántabra hasta la gallega y la vasca. El lunes, que fue la jornada más intensa, setenta naves de cerco descargaron en la lonja santoñesa. Por su parte, el martes unos sesenta barcos hicieron lo propio. Casi todos ellos tocaron puerto alcanzando el cupo de capturas, que se cifra en 10.000 kilos por barco y día. Los precios medios de la subasta superaron en ambas jornadas los 2 euros: el lunes fueron 2,84 y ayer 2,07.

Finalmente, la paciencia con la que el Cabildo aguardaba a las semanas clave de la costera ha dado sus frutos con buenas cifras que invitan al optimismo, aunque llegan de manera tardía por las inclemencias meteorológicas en alta mar. No obstante, el puerto de Santoña ya se prepara para una gran costera del bocarte en 2025, cuando, si todo va según lo previsto, la Cofradía de Nuestra Señora del Puerto podrá amarrar hasta 130 embarcaciones sin ningún problema de operatividad al finalizar la obra de ampliación que va a ejecutar la Consejería de Fomento en los diques del puerto santoñés para crear dos nuevas machinas en la cara oeste.