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El lunes 16 de marzo de 2020 un varón de 88 años ingresó en el Hospital de Valdecilla aquejado por una neumonía bilateral. Padecía coronavirus. Murió al día siguiente y fue el primer paciente reconocido en fallecer por culpa de esta enfermedad en Cantabria, inaugurando ... un registro que, tras él, se fue alargando hasta sumar 278 nombres y apellidos más hasta el 31 de mayo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Fueron 215 seguros y otros 63 sospechosos de padecerla, 69 más que los que contabiliza Sanidad en ese mismo periodo –y cuyos datos no reflejan los casos en los que el médico haya podido indicar posible defunción por covid-19, pero sin poderlo constatar con una prueba–. Diez meses y cerca de 200 vidas perdidas después –el Ministerio contabilizaba 406 hasta ayer–, los datos extraídos por el INE revelan que el coronavirus fue la principal causa de muerte de enero a mayo en la comunidad autónoma.
Eso significa que al patógeno le bastaron tres meses, la mitad del periodo, una ola, para superar en esa etapa al resto de razones de defunción. El bicho seguiría liderando ese registro aunque dejaran de tenerse en cuenta los 69 casos únicamente sospechosos. Superaría igualmente al tumor más mortal –el de tráquea, bronquios y pulmón–, que se cobró 116 vidas; a los trastornos mentales orgánicos, senil y presenil (190), a las enfermedades cerebrovasculares (185) y a las del corazón sin clasificar (171).
El virus llegó más tarde que el resto, pero actuó sin piedad. Le bastaron tres meses para poner la excepción a años y años de registros y 'adelantar' a otras enfermedades que venían aportando sus números desde enero. De ahí algunos de los titulares que arroja este estudio en relación a esos primeros cinco meses del pasado año: uno de cada diez muertos en Cantabria se debió al covid-19, concretamente el 9,5%. Se llevó el triple de vidas que los infartos, que las neumonías; más del triple que todas las causas externas de muerte –accidentes de tráfico, ahogamientos, homicidios, suicidios, etc.–; y casi tantas como todas las enfermedades del sistema respiratorio.
Aquí es importante aclarar un matiz. El covid fue la causa de muerte concreta más mortal de enero a mayo en Cantabria, sí. ¿Eso significa que falleció más gente por coronavirus que por tumores? No es así. Pero el patógeno surgido en Wuhan superó a todos los tipos de tumores y cánceres si se diferencian por su tipología –como hace el INE en su sistema de contabilidad para este estudio–; a todas las enfermedades del sistema circulatorio y respiratorio sin clasificar y a tantas otras dolencias. Categorías al margen, hablando de razones de defunción específicas, no hubo ninguna más mortal. Para hacerse a la idea, el coronavirus está clasificado dentro de las 'Enfermedades infecciosas y parasitarias', con 52 defunciones más allá del SARS-CoV-2.
De un año a otro, el coronavirus ha pasado de no figurar en la lista a ser la causa de muerte más recurrente en los datos del instituto público, que calcula hasta 2.918 vidas en total segadas por diferentes problemas, desde una leucemia, el alzhéimer o una caída accidental. Para entender mejor el contexto, y en un año sin pandemias como el 2018, el mismo estudio del INE –pero de enero a diciembre– reflejaba una realidad muy distinta en Cantabria, donde las causas de defunciones más habituales fueron las enfermedades del corazón, las del sistema nervioso, los trastornos mentales y los tumores de tráquea, bronquios y pulmón.
El virus golpeó rápido y fuerte sobre todo en los meses de marzo y abril, precisamente el peor momento de toda la pandemia hasta ahora en Cantabria –en términos de fallecidos y también de presión hospitalaria–. Eso se puede apreciar igualmente en otro estudio del INE, esta vez una 'Estimación del número de defunciones semanales durante el brote de Covid-19'.
Un año cualquiera, la gráfica reflejaría picos y caídas irregulares a lo largo del tiempo. Sin patrones ni nada que hiciera intuir una causa clara. En 2020, sin embargo, las líneas sólo se comportan 'como siempre' hasta la duodécima semana –marzo–. A partir de ahí todo cambia. Los picos se disparan. Con las semanas se iban sumando también nuevos nombres a la lista. Se fueron Artenia, Manuel, Rosario, Aitor, Sonia… El martes 31 de marzo –antes de entrar en la semana 16–, Cantabria amanecía ya con 27 muertos por coronavirus. Sólo treinta días después, abril cerraba con 191. Fue el momento más crítico de la pandemia. El domingo 31 de mayo, fin de la vigesimoprimera semana del año, este periódico publicaba un homenaje a las 209 víctimas fallecidas por el coronavirus en Cantabria a través de 41 obituarios.
Pasado ese día, todo lo que ofrece el Instituto Nacional de Estadística a día de hoy son estimaciones. El único pico que sobresale por encima de los datos de primeros de marzo es el que se refiere al periodo entre el 13 y el 20 de diciembre, la semana número 50. Los contagios descendían, pero el virus se cobraba otras tres vidas únicamente del domingo al lunes.
El avance de defunciones según la causa de muerte constata la misma conclusión a nivel nacional. En España, el covid-19 fue la causa de muerte más frecuente en ese período, con hasta 45.684 muertos en total –32.652 con el virus «identificado» y otros 13.032 de forma «sospechosa»–. El peor mes, abril, con 26.305 defunciones. La región más perjudicada, la Comunidad de Madrid, con 14.718 muertes, seguida de Cataluña (10.754) y Castilla-La Mancha (4.897). En esta última comunidad autónoma se registró la tasa bruta más elevada de fallecimientos en relación con el número de habitantes.
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