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En el matadero de Guarnizo llevan unos meses «al límite» de su capacidad. Y no es porque ha cerrado el de Reinosa y ahora tienen algo más de trabajo -«que también afecta»-, sino porque desde el pasado mes de mayo están experimentando un «importante incremento» ... de sacrificios de vacas de leche, que el gerente de esta instalación, Miguel Ángel García, cifra en un 20%. El Icane contabiliza 19.890 vacas sacrificadas hasta junio, casi dos mil más que en 2019. ¿El motivo? Los ganaderos no pueden hacer frente a los elevados costes de producción, es necesario que sus vacas produzcan más litros de leche al día y, además, por la carne de sus vacas les pagan el doble que el año pasado. En el sector lo denominan ya la «tormenta perfecta».
Aunque a raíz de la guerra de Ucrania ya empezó a notarse el aumento de sacrificios, ha sido a partir de mayo cuando se han disparado, «ya que hasta ese mes los ganaderos tenían el compromiso de mantener la cabaña por las ayudas que reciben», según explica García.
Si hasta ese momento en el matadero de Guarnizo (que realiza más del 90% de los sacrificios de reses en Cantabria, el resto se llevan a cabo en Barreda) se mataban 120 vacas al día, «ahora son unas 150». «Hemos pedido permisos especiales a la Consejería porque estamos muy en el límite. Andamos muy apurados desde mayo. No damos abasto».
El gerente de esta instalación apunta que, en un principio, fueron las explotaciones de leche las más afectadas por el incremento del coste del cereal, el pienso, los gastos energéticos de las ordeñadoras... «En mayo se sacrificaron muchas vacas de leche». En cambio, en julio y agosto, como consecuencia de la sequía que afecta a los pastos, las reses que más se están matando son las de carne. ¿Y por qué se paga ahora más por esa carne que hace un año? «Porque el ganadero tiene que subir el precio para amortizar sus gastos. Además, hay otro factor a tener en cuenta. Traer carne de importación como antes, procedente del este de Europa, cuesta el doble por el precio de la gasolina, con lo que ahora es más rentable para las grandes superficies comprarla aquí».
150vacas se sacrifican de media al día en el matadero de Guarnizo, 30 más desde hace meses
En la Ganadería Cudaña, ubicada en Labarces (Valdáliga), dan buena cuenta de la situación en la que se encuentra el sector. De hecho, desde febrero han tenido que sacrificar 45 de las 460 vacas que deberían ordeñar a diario, según apunta Ivón Entrecanales, uno de los propietarios de esta ganadería. «En nuestras granjas, vacas por debajo de 20 litros no se ordeñan. Si la vaca está preñada se seca y si no se sacrifica. Cada año reponemos un total de 70 reses. Pero este año no hemos esperado a que lleguen a ese mínimo de producción y las hemos matado cuando no dan 30 litros. ¿Por qué? Para coger dinero, porque nos pagan 1.000 euros por vaca cuando el año pasado nos daban 582».
Ivón reconoce que matar vacas que producen menos de 30 litros diarios es «una aberración». «Si mi padre levantara la cabeza, la volvía a enterrar». Pero el problema es que no tienen forma de pagar el pienso. «Los almacenistas están nerviosos porque se retrasan los pagos y nosotros ampliamos la cuenta de crédito y hemos sacado un ICO de liquidez, pero es que nos faltan 1.000 litros de leche en cada una de las dos granjas que tenemos».
La situación es tan delicada que el pasado mes de junio «el sistema ha estado a punto de colapsar, de que no hubiese leche para todos los supermercados, aunque al llegar las vacaciones en los colegios se ha relajado el consumo de lácteos». Pero Ivón lanza una advertencia: «En octubre no va a haber leche para todos y habrá una guerra de precios. Se quedará sin ella el que menos pague». Es tal la escasez que están viniendo a Cantabria empresas gallegas buscando leche. «Eso no es normal, pero yo tengo claro que voy a vender al mejor postor». Además, la sequía ha venido a «acentuar más el problema». «Este año vamos a tener un 60% de la producción de maíz porque las parcelas están mal».
Pese a todo, el precio de la leche está subiendo hasta llegar a 45 céntimos de media, «pero falta un plus, cuatro o cinco céntimos más». «Si sube un poco más puedo aumentar la cantidad de pienso que doy a las vacas y recuperarían parte de la leche que producen. Nuestro objetivo son 40 litros al día por vaca y hoy (por el viernes) marcan 36», apunta este ganadero, que cree que hay una falta de visión por parte de las administraciones, «ya que no podemos depender de terceros países para comprar el alimento del ganado».
El portavoz del sindicato ganadero Asaja, Raúl Guillarón, confirma que ese repunte de sacrificio de vacas de leche ahora se ha trasladado a las de carne por la sequía y los costes de alimentación. «Los forrajes se han disparado, se ha duplicado el precio. Ahora mismo no hay tanta comida y se están desprendiendo de ganado. Además de quitarse esos animales reproductores, los ganaderos están quitando los terneros porque el pienso está muy caro y no compensa cebarlos. Eso hace que los terneros que se tenían que cebar ahora y sacrificar dentro de seis o nueve meses, no se incorporen a la cadena y pueda haber escasez de esos animales», comenta.
¿Y cómo afecta al calor al ganado? El representante del sindicato UGAM-COAG, Gaspar Anabitarte, lo explica. «Las vacas de leche se alimentan con producto del exterior, salvo las bolas de silo, con lo que la seguía les da igual. Otra cosa son las olas de calor, en la que sufren mucho, llegando a perder seis litros al día de producción». En el caso de las vacas de carne la sequía «afecta muchísimo porque dependen del campo». «Si tiene pasto, estupendo, sino la vaca está flaca y cría mal a los terneros porque da poca leche. Come para mantenerse viva, pero no hay producción».
Teniendo en cuenta esto, Anabitarte prevé que la sequía va a provocar que las vacas de alta montaña bajen este año «más temprano». «El ganado de carne, que es muy extensivo de pasto, se tira hasta Navidades en el campo y ahora mismo no hay nada e irán bajando según vaya faltando comida. Muchos tienen previsto sacrificar animales más viejos o menos productivos, con lo que habrá una tanda muy fuerte en el matadero», añade.
Sobre el mercado lácteo, coincide en que «subirá el precio de la leche, algo bueno para los ganaderos que queden, pero habrá escasez. Es un problema brutal no solo de España sino del resto de países de Europa».
El consejero de Ganadería, Guillermo Blanco, cree que no hay motivos para alarmarse por el incremento de sacrificios de vacas, «ya que los datos de los primeros seis meses son idénticos a los de 2019». Aunque al acudir a los datos del Ministerio, hasta junio de 2022 se han sacrificado unas dos mil reses más que hace tres años (18.000 frente a 19.890). «La comparativa no se puede hacer con 2021 porque el mercado no era el mismo al estar cerrados los restaurantes», dice el consejero, que reconoce un repunte de sacrificio de vacas de leche, pero achaca el aumento de muertes en el matadero de Guarnizo al cierre del de Reinosa. «Si se mata algo más es porque el precio y la demanda así lo indican».
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