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Hace unas semanas Ana Botín daba a conocer la afición de su hermana, Paloma Botín, por la cría de gallinas pedresas mediterráneas. Incluso contó que gracias a uno de los ejemplares que presentó al Campeonato Regional de Gallinas Pedresas, celebrado en Valderredible, se proclamó ... ganadora de uno de los premios. Una raza, la pedresa mediterránea, reconocida como autóctona cántabra, a la que «casi oficialmente» le ha surgido una competidora. Manuel Pérez, presidente de la Asociación Regional Avícola Barrada Cántabra (Arabacant), quiere «que de una vez por todas» la gallina pedresa atlántica también sea reconocida ,en sus tres variedades, como raza autóctona de esta comunidad. Y no se piensa rendir. «Quiero que se estandarice como Cántabra o Barrada Cántabra».
En 2013, la Universidad Complutense de Madrid realizó un estudió que descartó dicha raza de gallina -la pedresa atlántica- y reconoció como autóctona cántabra a la pedresa mediterránea, algo que «no tiene ningún sentido». Pérez nunca comprendió esa decisión. «Simplificándolo mucho, es como distinguir a una gallina que tiene su origen en Valencia y no a la que lo tiene en Cantabria». Para entender esta discrepancia hace falta remontarse al origen del conflicto. Desde hace años, existen dos 'bandos' diferenciados por la clasificación de las gallinas dependiendo de su procedencia. «Con esto no pretendo que se desestime la otra, no quiero que pase a un segundo plano».
Cabeza Ancha y ligeramente alargada
Cara Lisa y de color rojo vivo
Cresta Sencilla de tamaño mediano, recta , ancha en la parte que se junta con la cabeza, tiene 5 A 6 dientes y el espolón no tiende a seguir la línea de la nuca; es de color rojo vivo
Barbillas De tamaño mediano e iguales de largas, con el borde inferior redondeado y de color rojo vivo
Orejillas De tamaño medio, pegadas a la cara, lisas, alargadas, oblongas y de color rojo vivo
Pico Fuerte y ligeramente curvado. La mandíbula superior es de color pardo oscuro sobre córneo amarillento; en la inferior corneo amarillento, y casi siempre existen manchas pardas oscuras
Ojos Grandes, ovales y con el color de iris castaño
Cuello Longitud mediana, poco arqueado y con esclavina llegando claramente a la espalda, cubriendo los hombros de las alas, o más bien flotando sobre ellos.
Tronco Ancho, profundo y largo
Dorso Ancho, ligeramente inclinado y con abundantes caireles
Pecho Profundo y redondeado
Cola Tamaño mediano, timoneras anchas formando ángulo de 50º a 60º con la horizontal. Las hoces bien curvadas, tamaño mediano, cubriendo totalmente las timoneras
Abdomen Ancho y muy desarrollado
Alas Grandes y ceñidas. Estando plegadas mantienen una perfecta posición horizonta
Muslos Muy fuertes y de tamaño mediano
Tarsos Largos, fuertes y color amarillo, existiendo generalmente una sombra parda en su parte anterior. Con 4 dedos largos, rectos y fuertes
Según Pérez, «la gallina Barrada Cántabra» es originaria de esta región y es aquí dónde está principalmente extendida. También en la zona central y oriental de Asturias y por la parte occidental de Vizcaya. Es un ave grande, de doble aptitud -puesta y carne- y que actualmente se conserva en manos de criadores localizados principalmente en la región, Vizcaya y Asturias, dónde es conocida como «franciscana». Pero no es el único nombre que le han adjudicado. En Palencia y León la llaman«pedrera, pedreguesa o empedrada». En la actualidad, hay quien la cría y selecciona con el propósito de mantener y establecer su distinción característica: su «plumaje barrado».
El pasado fin de semana, se celebró en Torrelavega la VII Exposición Avícola y Arabacant, asociación que organizaba la feria, expuso un monográfico de la gallina Barreda. Hasta la capital del Besaya se acercaron los jueces de la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura de Raza (Fesacocur) que son los que, en tal caso, aprobarían dicho reconocimiento. Según el presidente de Arabacant están a falta de un acta para que «por fin» sea distinguida. Y si todo sigue su curso, el 17 de diciembre se presentarán al XV Campeonato Nacional Vilafranca de Pendés, en Barcelona. Después de cuatro años, mediterránea y atlántica se verán las caras en un duelo de pedresas.
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