Cuatro cargos del PP relacionan su salida de la dirección regional con su afinidad a Casado

«Creo que es raro. No sé si tiene que ver o no, pero los que ahora estamos señalados somos los que estamos cerca de Casado. Entiendo que es una reestructuración para fortalecerse. Como nosotros no hemos hecho nada ni hemos cometido ningún error no hemos conducido a esta situación. Nuestro único error ha sido ayudar en el programa electoral y en la campaña», apunta la diputada Elena Castillo, número dos de la lista popular el 10-N. Al igual que la senadora Amaya Landín y la portavoz en el Ayuntamiento de Castro, Ana Urrestarazu –propuesta en el último congreso estatal de 2018 con Diego Movellán para estar en la Junta nacional–, las tres han abandonado el Comité de Dirección de Cantabria, pero por sus responsabilidades en Madrid son miembros natos de la Ejecutiva cántabra.

No pasa lo mismo con el que fuera jefe de la campaña regional de Casado durante las primarias, Juan Corro, que después de once años –llegó de la mano de Ignacio Diego– deja cualquier responsabilidad orgánica. Corro, ahora en la Empresa Municipal de Transportes del Ayuntamiento de Madrid, explica que recibió la llamada de la secretaria general regional unas horas antes de la reunión en la que se tomó la decisión. Entre los motivos que le dieron figuraba que querían personas que estuviera más cerca de la región. «Vivo fuera, pero he hecho muchos esfuerzos por acudir siempre. Yo entiendo que el motivo es otro y me parece un error», apunta en referencia a su vínculo, incluso de amistad, con el presidente Casado.

«Seguro que en Génova no ha gustado que personas tan afines al presidente abandonen una dirección tan amplia, porque no la forman cinco personas», subraya Juan Corro, quien recuerda que dinámicas «precongresuales» como esta han sido la causa de los problemas del PP en los últimos tiempos.

«Es verdad que esa sensación de que tiene algo que ver existe. Sí comparto que ahora tenemos responsabilidad en Madrid y es necesario incorporar a gente nueva. En su momento me pidieron que estuviera y ahora que no. Yo estoy tranquila aunque un poco sorprendida», relativiza Landín. Ella fue una de las incorporaciones a las listas tras la repetición electoral de noviembre, en las que hubo cambios respecto a las de abril. Unas rotaciones en las que también tuvo influencia Movellán –ahora en el núcleo duro de Génova–, llegando incluso a pedir el veto de algunos nombres y la inclusión de otros.

Por esto último Félix de las Cuevas pasó de la candidatura del Congreso a la del Senado. Este sí continúa como secretario de área de Industria y Energía, compatibilizándolo con su asiento en las Cortes. De ahí que alguno de los aludidos aprecie una doble vara de medir. Como en los tres casos anteriores, también en el PP se considera como cercana a Movellán a Urrestarazu:«No estuve en la reunión y no he podido hablar de causas ni de nada. En común solo tenemos una cosa. Que es esa. Casualmente, todos estamos en ese lote, que tenemos que ver con Casado. No creo en las casualidades, ni en la vida, ni en política».