

Secciones
Servicios
Destacamos
A este 2024 apenas le ha dado tiempo a arrancar y ya se ha convertido en uno de los más sangrientos de la crónica ... negra de Cantabria. Cuatro crímenes en tan solo dos meses, en apenas 60 días. Asesinatos que además han conmocionado a todo el país por lo incomprensible de los hechos: hijos que matan a sus madres; jóvenes que patean a otro hasta la muerte y homicidios que parecen más de ficción que una realidad, como el del cadáver aparecido en un coche en un garaje. Nada habitual para una región como esta, pequeña y tranquila.
El primero de los sucesos, y también el que sigue estando rodeado de mayores incógnitas, es el del asesinato de Javier Borrás, de 63 años, que apareció muerto en su coche con signos de violencia el pasado 10 de enero en el garaje comunitario del número 137 de la Avenida de Los Castros, en Santander. Entre los investigadores el silencio es absoluto y más teniendo en cuenta que la causa está bajo secreto de sumario. Un mutismo sobre las pesquisas que la jueza prorrogó ayer por segunda vez, justo cuando se cumplían dos meses del suceso, pues los forenses pudieron determinar que Borrás murió el día 7, aunque su cuerpo apareció el 10 «amordazado, ensangrentado y con varios golpes».
La autopsia reveló además que los diversos golpes que presentaba en su cuerpo no fueron la causa de la muerte, simplemente le provocaron alguna fractura de costillas, pero no fueron el motivo directo de su fallecimiento, que «tampoco fue natural». Teniendo en cuenta todo esto y que lo primero que descartaron los médicos fue la presencia de heridas de bala o de arma blanca, pocas opciones quedan sobre la mesa. Una de ellas podría ser la muerte por asfixia, aunque puede haber más. Los especialistas de la Policía Nacional, que se encarga del caso, siguen trabajando en la investigación.
Los otros tres asesinatos sucedieron en la demarcación de la Guardia Civil, dos de ellos en el mes de febrero. El primero, el día 3, cuando la estación de FEVE de Boo de Piélagos amaneció convertida en escenario de la muerte de Carlos Cubillas, un joven de 21 años natural de Rumoroso (Polanco), que regresaba a casa en tren después de una noche de diversión en Santander. El titular del Juzgado de Instrucción Nº4 de Santander, Luis Enrique García, envió a prisión provisional, comunicada y sin fianza a los presuntos autores del crimen, Ángel R. C. y Rubén G. A., de 19 y 20 años, a los que imputa un delito de homicidio (queda por concretar si es imprudente o doloso). Ambos acusados recurrieron la decisión y ayer mismo la Audiencia Provincial de Cantabria confirmó la prisión provisional para uno de ellos, mientras que en los próximos días resolverá la petición del otro. Todo sucedió tras una riña en el viaje en tren tras haber consumido «mucho alcohol». Según los testigos, los dos acusados sacaron a la fuerza a Cubillas del vagón en la estación de Boo de Piélagos, le golpearon en numerosas ocasiones, incluso le llegaron a propinar patadas en la cabeza cuando ya estaba en el suelo y, finalmente, le lanzaron a las vías.
Tercer crimen del año: Castro Urdiales. Son las once de la noche del 7 de febrero y la Guardia Civil monta un gran dispositivo en una urbanización de Monte Cerredo, en cuyos garajes los agentes han encontrado el cadáver de Silvia López, de 48 años. Sus dos hijos, adoptivos, de 13 y 15 años, están desaparecidos. La primera sospecha se cierne sobre el marido, pues todo apunta a un crimen machista; pero se descarta rápidamente porque él está trabajando. Los niños han avisado a la abuela de que los han secuestrado y los agentes crean un cerco en torno a Castro Urdiales; aunque finalmente los encuentran en un parque. Poco después confiesan la autoría de los hechos. El mayor es el responsable de la muerte de la madre. Cuenta que la apuñaló, y que luego ambos cargaron con el cuerpo hasta el garaje para introducirlo en el vehículo. Intentaron poner en marcha el coche pero no lo lograron. Al menor de los dos hermanos, que es ininmputable, la fiscal le envió a un centro de protección de menores, y el mayor, tras declararse autor del asesinato de su madre después de una fuerte discusión, fue internado en un centro, donde deberá permanecer seis meses. Ambos confesaron que recibían malos tratos por parte de sus padres.
El último de los sucesos de este año, el cuarto, es otro matricidio; pero bien diferente al anterior. La Guardia Civil encontró la noche del pasado miércoles, 6 de marzo, los cuerpos de Rubén Fernández (41 años) y de su madre, Milagros Izquierdo (81) en su vivienda en Hinojedo. Él la estranguló y luego se ahorcó en el garaje de la casa. Hacía años que ella sufría una enfermedad que le había provocado un avanzado deterioro físico e intelectual. Él no tenía amigos y su única rutina eran los paseos que daba con ella por el mismo barrio, alguna visita a la biblioteca y los trabajos que encontraba de manera ocasional en el Ayuntamiento de Suances.
El suceso conmocionó a toda la localidad porque «era un chico que había estado cuidando de su madre toda su vida». Por eso, hechos como este resultan aún más incomprensibles y por eso, también, este año se sitúa ya, cuando apenas ha avanzado marzo, en un lugar destacado en la crónica más negra de Cantabria.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.