Secciones
Servicios
Destacamos
Alejandra Enríquez
Santander
Sábado, 21 de agosto 2021, 15:12
A Ángel Ortiz Pérez (Santander, 1974) la pasión por las palas le viene de su abuelo, Mariano Pérez, inventor del popular deporte playero que todo cántabro conoce y que, casi con seguridad, alguna vez ha probado. Allá a donde va, siempre le acompaña la ... pala de madera y la pelota de color amarillo fosforito. Cualquier rato libre lo aprovecha para disfrutar de este juego tan característico de las playas de Cantabria, que le tiene totalmente enganchado. De hecho, sólo la lluvia es capaz de impedir una partida en la arena. Una afición heredada que ya ha pasado «por cuatro generaciones» de su familia.
-Un nieto de Mariano Pérez no podía no jugar a las palas...
-He hecho muchos deportes, como el pádel, el billar o el frontenis. He tenido buenos resultados en casi todos, pero últimamente sólo me dedico a las palas. Desde que empezó mi abuelo somos cuatro generaciones, contando con mi hijo de diez años que ha empezado a practicarlo ahora.
PALAS
INFANCIA
-¿Qué recuerdos tiene de él?
-Muy buenos. Nos recorríamos todas las playas de Cantabria para jugar a las palas, con mis padres y mis tíos. Siempre íbamos todos juntos.
-¿Desde hace cuánto tiempo juega a las palas?
-Desde pequeño, pero de una manera más seguida llevó más o menos 24 años. Recuerdo cuando íbamos todos juntos, siempre llevábamos las palas a todos lados, como si fuera el bocadillo, indispensables.
-Me imagino que en su familia hay mucha tradición por este deporte...
-Claro, desde que empezó mi abuelo hemos jugado todos. Con cuatro o cinco años ya tengo fotos con una pala en la mano y las llevamos a cualquier sitio, viaje o excursión, a donde fuésemos. Hace un par de años fuimos a Murcia, allí no juega nadie, pero las llevamos igualmente.
-Este año el verano no está regalando muchos días buenos de playa a los cántabros, ¿prefiere jugar con sol o nublado?
-Prefiero jugar con sol, pero es verdad que cansa más. También jugamos cuando el cielo está cubierto, y se juega muy bien. Siempre que se puede, se juega.
-¿Siempre que puede viene a jugar? ¿Incluso con mal tiempo?
-Si tengo un rato libre o no tengo que ir a trabajar, siempre aprovecho para venir a jugar. Los fines de semana, si hace bueno, estamos todo el día jugando. Para que no juguemos un día tiene que llover; y si no llueve, siempre estamos y siempre hay alguien con quien entretenerse.
-En un día, ¿cuántas horas puede llegar a 'pelotear'?
-Muchas. A lo mejor, si juegas dos o tres partidas de una hora y media, ese día le has dedicado entre tres y cuatro horas.
-¿En qué se diferencian las palas cántabras respecto a otros países?
-Se juega en muchos sitios, como en Grecia, en Israel o en Egipto, pero tiene sus diferencias. La disparidad con las griegas, que son las más avanzadas, son las palas sobre todo por su peso. Las suyas pesan entre 360 y 400 gramos, por lo que son más eficientes, y menos lesivas. Además, te cansas menos. Nosotros nos hemos estancado. Lo consideramos un pasatiempo de verano y no tenemos ningún tipo de reglamento. Las nuestras rondan los 650 y 700 gramos, por lo que estoy intentado hacer unas palas híbridas, que sean como las nuestras, pero que pesen poco, como las de ellos. Ellos llevan jugando menos tiempo, pero han mejorado más que nosotros por el material.
-¿También se juega en otras partes de España?
-Sé que se juega en Ibiza, pero no como aquí. Se juega al frescobol, con la pelota de frontenis, de goma. Es un poco diferente. Las palas cántabras se trata de que unos son los pegadores y otros son los paradores, que se ponen al lado de la pared. Allí, juegan más suave y de una manera diferente. En Grecia o Egipto juegan igual que nosotros, con pelota de tenis y con unas palas.
-¿Existe alguna competición en Santander?
-Recientemente ha habido una competición en la playa de Comillas. Aunque es lo único que hay, está muy bien. Allí vamos todos y pasamos el día. Otros años también se ha celebrado el Campeonato del Mundo de Palas. Lo organizó un chico de México, que unificó a todos los jugadores del mundo imponiendo la misma pelota, la de goma. Eso sí, cada uno con sus respectivas palas. Se llevó a cabo en dos ocasiones en la Segunda playa de El Sardinero, hace cinco años aproximadamente, y fue un éxito.
-Personalizaba palas en su estudio de aerografía, ¿también otros objetos?
-Lo tuve durante nueve años, pero ahora lo tengo abandonado. Personalizaba de todo, motos, coches, bicicletas. También, hago alguna que otra pala al año, algunas incluso las regalo, pero no tengo una tienda. Hago experimentos con ellas para intentar conseguir que funcione mejor que las que tenemos o que por lo menos pesen poco.
-¿Cuál es su playa favorita para jugar un rato?
-Siempre voy al Camello y alguna vez a la zona de la Caracola en verano. En invierno, me gusta ir a Bikinis. En este sentido, no me parezco nada a mi abuelo, porque se recorría todas las playas para ir a jugar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.