Cuatro rescates con final feliz en pleno puente de mayo

En puentes como el actual conviene recordar el reciente llamamiento a la prudencia realizado por el 112, para evitar accidentes en la realización de actividades al aire libre, sobre todo en temporada alta turística. Porque el volumen de dispositivos simplemente en fines de semana con buen tiempo está alcanzando tales cifras que la eficacia de los dispositivos puede verse comprometida, ya que los servicios de emergencia compaginan los rescates con el notable montante de incidencias de otras tipologías que acontecen diariamente.

Ese 13 de abril (fue sábado) tomado como referencia fue el primer día de mucho calor registrado en Cantabria en lo que va de año. El helicóptero del 112 se activó cinco veces, aunque finalmente solo salió tres, y se efectuaron siete rescates de personas. Puede parecer poco, pero esto se llevó a cabo en un sábado en el que el 112 recibió 1.205 llamadas, de las cuales 734 fueron de emergencia y derivaron en la gestión de 287 incidencias...

Volviendo a los rescates de este puente: el helicóptero acudió a Santoña a auxiliar a un senderista que se cayó en el Faro del Caballo y sufrió la fractura de fibras en los dos cuádriceps. Por fortuna, el accidente tuvo lugar en la parte más alta de la ruta, lo que facilitó la misión a la aeronave. Rescatador y médico descendieron en grúa a una zona cercana al acceso, y tras evaluar y realizar la atención de urgencia al afectado, el hombre fue porteado hasta un punto de izado y trasladado al campo de fútbol de Laredo, desde donde 061 le llevó al Hospital Comarcal.

El helicóptero acudió después al auxilio de una perra enriscada en La Hermida (Peñarrubia). Llevaba dos días en una repisa entre paredes verticales de la que no se podía mover, en la canal de Cuetu D'ave. Su dueño intentó sacarla de allí pero fue incapaz y terminó pidiendo ayuda al 112.

Es bastante habitual que los efectivos del Servicio de Emergencias acudan a salvar animales envueltos en las situaciones más variopintas. Quizás no lo es tanto que se movilice al helicóptero, aunque también hay precedentes, algunos tan llamativos como el rescate de una vaca con la pata rota hace un año en Vega de Liébana, o la res evacuada por los aires de un acantilado de Ruiloba. En este caso se valoraron las opciones para decidir qué método de rescate sería el más adecuado. Podrían haber ido los bomberos del 112 del parque de Tama, el más cercano al lugar. ¿Pero realmente habría sido eficiente esta movilización? «Se tiene en cuenta todo: si van los bomberos de Tama tardarían una hora y pico en llegar, desplegar el equipo de rescate vertical, descolgarse por la pared, sacar al perro, regresar... en total, entre cuatro y cinco horas fuera de la base y en pleno puente. Se decidió que no». Y segundo motivo para movilizar al helicóptero: «el perro llevaba dos días allí, sin comer. De no ir a salvarlo habría muerto». Justo bajo la repisa en la que estaba atrapada la perra pasa un regato que nutre a poblaciones cercanas. Aunque por encima de todo se trata de salvar la vida a un animal, en último término también se tiene en cuenta que «no se puede dejar un cadáver en una captación de agua», explican desde el Servicio de Emergencias. En definitiva, que el helicóptero podría salvar a la perra de la manera más rápida y menos gravosa. Su dueño colaboró en el dispositivo, desplazándose en el helicóptero a lo alto de la canal para facilitar la localización de su mascota, que fue recuperada sana y salva.

Y el tercer rescate del día de ayer: en este caso no fue necesario mover el helicóptero. Los bomberos del 112 acudieron en auxilio de una joven pareja extraviada en el monte La Garita, en territorio de Los Corrales de Buelna. No podían continuar porque les sorprendió la noche, por la mala meteorología y porque merodeaban por allí «tres perros de gran tamaño». Los bomberos acudieron en su ayuda en todoterreno y evacuaron a los jóvenes a Los Corrales en perfecto estado.

A estos tres rescates de ayer, jueves, en este largo puente habría que sumar otro ocurrido el martes, día 30, por la noche. Fue, también, en el Monte Buciero de Santoña, a donde los bomberos acudieron para rescatar a un joven. Accedieron al lugar en todoterreno y, posteriormente, a pie, localizaron al chico, que estaba desorientado, mojado y frío.

Queda por delante un fin de semana que, muy probablemente, aumentará el balance de rescates que, de momento, solo contempla estos cuatro dispositivos con final exitoso.