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Elena, Álex, Sofía y Alejandra representan diversos perfiles del colectivo LGTBI DM
Cuatro voces orgullosas

Cuatro voces orgullosas

Día del Orgullo LGTBI ·

Diversidad, tolerancia, respeto, identidad. Las formas de abordar el 28J son tantas como maneras de asumir la identidad sexual y participar en los numerosos actos programados en Cantabria para reivindicar la igualdad

Viernes, 25 de junio 2021, 07:01

Alejandra Hernández Gómez

«Que a ti te guste la salsa no hace peor que a mí me guste el rock»

Alejandra Hernández llegó a Cantabria por amor. Por amor a un hombre cántabro con el que se cruzó en los canales de radioaficionados y con quien intercambió cientos de cartas antes de dejarlo todo en Venezuela y trasladarse al norte de España.

Juntos tuvieron una hija y apenas unos días después, él murió. Comenzó entonces una etapa de total dedicación a la pequeña, sin sobresaltos amorosos. Años más tarde, conoció a una mujer que la hizo «pegarle una patada al armario» y reconocerse como lesbiana.

Con su actual pareja, Esther, consiguió, a los 48 años, darse cuenta de que estaba bien, «de que era feliz». Son pareja de hecho, cada una con hijos propios que ya son comunes y una vida reivindicativa en la que «la visibilidad, aparte de leyes y protocolos e smuy importantes para los que vienen detrás».

Atrás quedó una educación católica en la que amar a una mujer era un pecado y presente el apoyo de una familia que, salvo a no entenderlo en algunos casos, han puesto por delante la felicidad de su hija, hermana o madre.

Para esta musicoterapeuta, es clave educar en la diversidad, «no en la tolerancia, porque tolerar también significa aguantar», porque «cuando tu opinión limita mis derechos, ya no hay respeto», matiza. Hace una comparativa en clave musical: «Que a ti te guste la salsa no impide que a mí me guste el rock«.

Las redes sociales tienen, desde su punto de vista, una vertiente negativa en la que se fomenta la homofobia bajo el paraguas de la libertad de expresión y considera muy importante aprovechar el acceso ilimitado a la información «porque el miedo a lo desconocido sigue existiendo». Y en ese sentido, expone que su elección no implica «ni más libertinaje, ni promiscuidad» como se etiqueta. «Soy tan normal como cualquiera y tengo los mismos derechos».

La hija de Alejandra ha tenido parejas masculinas y femeninas. Ante esta realidad, su madre defiende que «la orientación sexual no viene definida y se queda ahí, sino que va cambiando, tal y como cambias como persona». En su caso ocurrió cuando se dio «permiso» para sentir y amar. Ese es el mensaje que trasladaría a quienes dudan, tienen miedos o inseguridades por su propia sexualidad. «Que se den permiso para vivir lo que sientan sin pensar en lo que pueda decir la gente. Al fin y al cabo tu vida la vives tú».

Sofía

«Tras ser torturada y tener que dejar mi país, celebro el orgullo cada día»

No es su nombre real. No puede darlo. Sofía aprovechó la visita al médico tras la enésima paliza que recibió para dejar Colombia y huir. «Estaba obligada a vivir otra vida por mi condición. No podía ser libre».

Llegó a España el 25 de agosto de 2018. Una fecha que no olvida. Y en su camino, sola, sin contactos, en un país nuevo, sin apenas información, se cruzó Cruz Roja, la abogada Estíbaliz San Juan y lo que denomina «el Equipo Maravilla». «Me abrió su corazón, y gracias a su apoyo incondicional, fui escuchada y recibí el estatuto de refugiada».

Ahora, en Cantabria, termina sus estudios de enfermería, vive con su pareja y dice no entender a quienes fomentan la homofobia. «Tienen muy poco amor que dar», afirma.

Sofía, que fue perseguida y torturada, que tuvo que aprender de nuevo lo que era construir una identidad desde cero, reconoce que nunca soñó «tener el privilegio de vivir esta vida» en la que puede elegir quién es. «Ser libre y feliz es lo más maravilloso que nos puede pasar. Por eso celebro el orgullo cada día».

Álex Rodríguez

«Es humillante tener que justificarte y esperar a que los demás decidan si respetarte»

De regreso a Torrelavega, tras varios años en Madrid, Alex encontró un ambiente «más tolerante y abierto» con un problema evidente: la falta de visibilidad y espacios seguros. «Me chocó al volver de una gran ciudad no ver a parejas del mismo género yendo de la mano, mucho menos dando muestras de afecto en público»

Considera que estamos viviendo «un momento de regresión a nivel de derechos», por si enfrentearse a la propia situación no fuera suficiente. «Es humillante tener que justificarte y esperar a que los demás decidan si respetarte o no. Incluso cuando alguien te dice que te acepta, subyace que ese respeto te tiene que ser otorgado».

Defensor de un Día del Orgullo reivindicativo «como lo fue Stonewall», denota optimismo en los cambios. «Tengo dos hermanos pequeños que lo viven con naturalidad gracias a la representación en los medios y el creciente compromiso en el ámbito de la educación».

Si bien la aprobación de la Ley LGTBI es un avance importante, agresiones como la ocurrida en Basauri recientemente indican que queda mucho por hacer. Pone ejemplos cercanos, como «la discriminación laboral en una carpintería de Potes o la vandalización de algunas banderas arcoiris colocadas en ayuntamientos cántabros como el de Villaecusa. Entre las metas próximas más relevantes, sitúa la Ley Trans.

Elena Barroso

«Tienes que valorar si estás en un entorno seguro antes de salir del armario»

Este año no habrá desfile para Elena. El coronavirus hace que ella y su pareja, Ane, estén confinadas.

Estudiante en Salamanca, no recuerda haber salido del armario como tal, sino asumir con naturalidad que le gustaba una mujer, tras tener parejas masculinas, a pesar de no contar con referentes. Considera errónea, sin embargo, la afirmación de que «una niña con 12 años no tiene clara su sexualidad» y se pone como ejemplo.

Al contarlo en su casa, tampoco se encontró con problema alguno. Comenzó por su hermana, quien «se lo esperaba». Meses después habló con sus padres, «que no entendían bien lo del día del orgullo, pero nada más» y actualmente vive con sus abuelos. «Su hijo, mi tío, es abiertamente gay y eso me ha abierto el camino para que lo tengan super normalizado», explica. Tres generaciones compartiendo con normalidad las diferentes tendencias de cada miembro de la familia.

En un entorno de creciente homofobia, en el que antes se sentía «más segura», cree que se están produciendo cambios dentro del colectivo LGTBI, en el que, como un reflejo de la sociedad, los hombres tien más visibilidad. «Se suele decir Día del Orgullo Gay», argumenta, echando en falta mayor visibilidad para los bisexuales «que son muchos más de los que lo dicen».

Sobre esa jornada, critica que este mes «todo el mundo parece muy abierto y comprometido, pero después compruebas que solo es para lucrarse».

Antes de dar el paso, de posicionarse, Elena afirma que «hay que ser listo». «No hay que esconderse, pero sí valorar si estás en un entorno seguro antes de salir del armario».

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