Secciones
Servicios
Destacamos
Hacer la compra para la cena de Nochevieja puede resultar complicado. Habitualmente las reuniones para despedir el año congregan más familiares y amigos de lo habitual y suele estar presente ese miedo a quedarse corto. Pues imagine si la cena, en vez de para diez, ... es para 300 comensales. Ese es el quebradero de cabeza al que se enfrentan cada año los hoteles que organizan cotillones en esta «gran noche»: 144 botellas de champán, tres arcones repletos de hielos, casi 10 kilos de uvas... Y eso sin contar la lubina, el solomillo, el pulpo... «Hace falta muchísima planificación», reconoce Inma Gutiérrez, gerente del hotel El Muelle, en Suances.
También están los que organizan los cotillones en las discotecas, que para Nochevieja necesitan «el triple» de mercancía de la necesaria en una noche «normal». No es para menos. «Es mejor que sobre. Al no ser productos perecederos no se ponen malos», comenta Ángel Suárez, responsable del Coppola, Rosé y Rocambole, tres salas del centro de Santander. Para hacerse una idea de las dimensiones que conlleva esta noche, basta con saber que la empresa Benorsa, que trabaja en gran parte de la región, ha distribuido 17.000 cajas con 24 bebidas cada una en el pedido de esta semana. Hoteles, restaurantes y discotecas de la región llevan meses preparando «la fiesta del año».
Y es que es un día «muy potente» para el sector hostelero. Tanto, que lleva meses de preparación. «Requiere de muchísima planificación. Es importante hacer los pedidos con antelación», comenta la gerente de El Muelle. En su caso hacen un 'pack' de alojamiento, cena y cotillón. Por eso, la organización debe ser aún más minuciosa si cabe. «Estamos llenos, son 200 personas contando adultos y niños», añade. «Hemos ido cerrando todo el tema de personal, alquiler de material, mercancías, que ya están pedidas hace tiempo...». Mucho trabajo para una noche «que se pasa volando».
«Tenemos un menú con mucho producto y eso requiere también de mucha antelación»
«En octubre ya lo teníamos todo cerrado. Se llena muy rápido gracias a la fidelidad de los clientes»
«Al caer Nochevieja este año en fin de semana sabemos que será potente de por sí»
«Estamos muy contentos porque lo hemos llenado. La gente tiene muchas ganas de fiesta». Razón no le falta. Prueba de ello es que el cartel de lleno también lo han colgado en la mayoría de los hoteles y restaurantes de Santander. Es el caso del Gran Casino Sardinero, que desde el 20 de octubre tiene todas las reservas llenas para esta noche: 340 personas disfrutarán de la copa de bienvenida, la cena y la posterior fiesta que ofrecen en el emblemático edificio ubicado frente a la Primera playa de El Sardinero.
El modus operandi que siguen es el mismo todos los años para así fidelizar a los clientes habituales. De hecho, según explica Carlos Crespo (Grupo Riojano), al frente del espacio, una vez tienen cerrado el menú, se lo ofrecen a los clientes de otros años. «Tenemos un menú con mucho producto y eso requiere también de mucha antelación. Hay pulpo, rodaballo, bogavante, solomillo...», añade. Una oferta que duró dos semanas. «En 15 días ya teníamos todo lleno», añade.
1 /
17.000 Cajas de bebida
ha distribuido la empresa Benorsa por gran parte de la región en la última semana
144 botellas de champán
ha comprado el hotel El Muelle, de Suances, para la cena y cotillón de Nochevieja
Igual que en el Hotel Bahía, en el centro de la ciudad, que esta noche atenderá a 300 comensales. En su caso, el 75% de la clientela repite cada año. «El resto son personas que apuntamos en una lista de espera y cuando ya hemos contactado con todos las personas que acudieron el año anterior, empezamos a llamarles», cuenta Sergio Peón, director del hotel. En su caso también mantiene el modelo de cena más fiesta, que es el más habitual en los hoteles y restaurantes de Cantabria. «En octubre ya lo teníamos cerrado. Se llena muy rápido habitualmente gracias a esa fidelidad de los clientes».
La moda de pasar la Nochevieja fuera de casa llegó para quedarse. Y el del Bahía es ya uno de los cotillones clásicos de la ciudad. Pero ganarse ese título lleva lo suyo. «Mucha logística de personal, pedidos, centros de flores, manteles, mesas, montaje...».
Otro de los más conocidos es el de el Hotel Real, en Santander, donde el pasado viernes preparaban los salones para la esperada cita. En su caso ofrecen cóctel, entrantes, pescado, carne y postres. Además del agua, cava y vino, que hay para todos los gustos –blanco y tinto–.
También están los que cenan en casa pero dan la bienvenida al año de fiesta. Precisamente por eso, los pubs y discotecas también llevan meses con la mente en Nochevieja. Ángel Suárez, responsable del Coppola, Rosé y Rocambole, ha organizado diferentes eventos, teniendo en cuenta las características de cada local y el tipo de clientela. «Hacemos pedidos semanales y al caer este día en fin de semana ya sabemos que será potente de por sí».
Aun así, ha solicitado la ampliación del horario para poder abrir hasta más tarde. En el caso del Rocambole, que tiene licencia de discoteca, lo hará hasta las 09.00 horas. Y el Coppola y Rosé hasta las 07.30 horas. El que también solicitó esa ampliación del horario es Gregorio del Amo, al frente de las salas Sümmum y Queen, también en la capital cántabra, que permanecerán abiertas hasta las 09.00 horas. «El concepto tradicional de cotillón ha cambiado y nos adaptamos a ello. Está esa opción de la barra libre, pero también la del bono con copa», explica.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.