Mucho cuidado

Nueva Montaña tarda en desperezarse los domingos. A partir de las diez han aparecido los primeros carritos con bebé empujados por un padre o una madre, e incluso mochilas a la espalda con el crío dentro. Y después, un goteo de chiquillos con su patinete, su pelota, su bicicleta... Este 26 de abril parecía 6 de enero.

El abominable bicho de las fiebres también está ahí fuera aunque no podamos verlo. Y se cree que la calle es suya. El invasor nos ha recluido en casa, pero es sádico y nos prefiere en morgues y hospitales, que es adonde intentará enviarnos si bajamos la guardia. «Ya hemos empezado a ganar», decía ayer el presidente Pedro Sánchez, pero «tenemos que tener mucho cuidado», continuaba hoy el epidemiólogo Fernando Simón. «Un paso atrás sería grave para nuestro sistema sanitario y para la moral de la población». El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias confirma la «tendencia clara descendente» de esa curva de contagios que parecía no alcanzar nunca su pico y que tanto ha costado doblegar. Por primera vez el número de muertes diarias baja de trescientas.

Si la pandemia sigue la evolución esperada, el 2 de mayo el Gobierno nos autorizará a salir a la calle para practicar deporte individual y para dar paseos con las personas con las que convivimos. Gran noticia. Sin duda eso aliviará el confinamiento. Supongo. Sin hijos, sin perro y con muletas, ¿adónde voy a ir? A freír espárragos, que decía mi padre, al que nunca le oí un taco. No es mi caso. ¡Jopé! (versión publicable). Con una pierna en cuarentena, el resto de mí ni a tirar la basura puede ir. Perdón por este lapsus de amargura. Cosas del encierro. ¿No se les hace un pelín largo? Como las comparecencias de Pedro Sánchez de los sábados, por cierto, un poco tardías. En nuestro oficio no hay horario y estamos acostumbrados a cambiar portadas, pero un tanto de cansancio acumulamos, para qué engañarnos.

Aprovecho para mencionar que en la Mesa de Redacción estamos orgullosos del trabajo de los periodistas de El Diario (que no se vengan arriba en ese chat de jovenzuelos del que ya hablaremos, que todo se sabe. ¡A ver si nos cachondeamos un poquito menos de los sénior!). Hay oficios más sacrificados, encomiables e imprescindibles que el nuestro. Por supuesto. Lo reflejamos cada día en nuestras páginas y en nuestra web. Pero aquí les mostramos el que compartimos con ustedes, que son parte imprescindible del entramado. Antes todo comenzaba cuando entraban los primeros a la Redacción y terminaba cuando salían los últimos. Ahora no hay principio ni final.

Desde casa o desde el meollo de la crisis, los reporteros de El Diario nos sumergen en la realidad, nos sacan de dudas, nos descubren las historias más oscuras y las más luminosas, recogen los datos más preocupantes y los más prometedores. El infografista David Vázquez Mata nos ofrece cada día un completo gráfico en el que podemos seguir la situación de la pandemia en Cantabria. Y ahora observamos con alivio en ese esquema cómo la línea de los casos activos de Covid-19 se cruza en su descenso con la de curados en su ascenso.

Los fotógrafos consiguen imágenes que sobrecogen, asombran, conmueven, indignan o divierten. Pertrechado con su equipo de protección y con su cámara, Alberto Aja se ha trasladado al corazón de la batalla contra el virus. Este domingo hemos podido ver desde dentro lo que ocurre en Valdecilla. Ana Rosa García nos lo ha contado y hemos 'estado' en esa UCI en la que el personal se desvive por salvar a los pacientes «con independencia de la edad que tengan». Rafa Torre rescata del anonimato a las víctimas del SARS-CoV-2. Nacho González Ucelay descubre facetas desconocidas de quienes están al mando en esta emergencia. Dani Martínez desmenuza el encaje de bolillos con el que el Gobierno regional afronta los gastos de la lucha contra el Covid-19. Y así podría nombrar a cada compañero. Todos somos prescindibles, pero esta labor de equipo es «esencial». Cito el BOE.

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