«Los cuidados paliativos y la eutanasia no son contrarios, es un falso debate»

Durante su intervención, Carcedo subrayó que es «falso» el debate que opone la eutanasia y los cuidados paliativos porque «no son alternativas», sino que ambas prestaciones son «complementarias» y necesarias y siguen el proceso clínico del paciente. Es decir, se adaptan a la situación particular. La atención a la persona que sufre debe ser integral e incluir en todo caso dos conceptos básicos: «La buena praxis y la voluntad del paciente». Y ese es precisamente el punto que incorpora la Ley Orgánica 3/2021 de regulación de la eutanasia, que entró en vigor el pasado 25 de junio. La problemática que viene a regular la nueva normativa se ha planteado cuando «resulta insoportable la prolongación del estado causado por la enfermedad», añadió Carcedo en un acto en el que también intervinieron Miguel Rodríguez, consejero de Sanidad; Pablo Zuloaga, vicepresidente del Gobierno cántabro; y Raúl Pesquera, gerente de la Fundación Marqués de Valdecilla.

La eutanasia es un «nuevo derecho» que corresponde ejercerlo en exclusiva a la persona afectada. Porque no puede denominarse una «correcta muerte» aquella que «prescinde de la opinión de la persona que sufre», añadió la diputada socialista. Una prestación que ya puede aplicarse. La inclusión de la misma a la cartera asistencial, ¿a qué reto se enfrenta? A llegar a incorporarla en la rutina procedimental porque «requiere la intervención de diferentes profesionales sanitarios a varios niveles». Y ese primer paso da «vértigo», pero cuando «pasen los primeros casos, se verá con normalidad», comentó. En su opinión, el procedimiento se añadirá y se aplicará como cualquier otro diagnóstico. «Se va a incorporar con naturalidad», resumió.

Para los profesionales sanitarios también supone dar un paso importante en la atención al paciente. Ana Manzanas, enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos de Valdecilla, insiste en que la ley da al paciente «un derecho que antes no tenía». Desde su entrada en vigor hay sobre la mesa otra opción a disposición de la persona cuando considere que el sufrimiento es «intolerable». Su trabajo como enfermera no cambia porque «sigo siendo cuidadora», subraya. Y ese cuidado que dan en la unidad consiste en «conseguir que el paciente esté cómodo hasta el final». Una función que harán igual, pero ahora con «una herramienta más», una alternativa para aquel paciente que lo precise.

Los cuidados paliativos ayudan al enfermo «a vivir hasta que lleguen al final y la eutanasia te ayuda a morir». Esa es la principal diferencia que remarca la sanitaria. Y en todo ese proceso seguirán al pie de la cama de cada paciente porque ese es un punto que también garantiza la regulación. Manzanas recalca que se trata de una decisión que ha de ser «pensada y reposada» y que, en todo caso, también debe «cumplir unos plazos». Además requiere «explicar bien qué alternativas hay, darle unos buenos cuidados paliativos y controlar los síntomas».

De la normativa también habló Miguel Rodríguez, consejero de Sanidad, que recordó que se trata de un «derecho regulado para que sea garantista» y que permite «poner fin a la vida con dignidad», porque muerte y vida son dos conceptos «ligados».

La jornada de ayer fue «importante» porque supone «el punto de partida para la aplicación de esta nueva prestación», resumió por su parte Raúl Pesquera, gerente de la Fundación Marqués de Valdecilla.