«He nacido en Saro [en 1983], muy cerquita del parque. Mi abuelo trabajó en las antiguas minas, y yo llevo en la empresa desde ... 2004. Empecé como vigilante de sala en el museo marítimo, y anto Cabárceno como Cantur constituyen 16 años de mi vida, de crecimiento profesional. Solo por cercanía, por lazos familiares, el parque ya significa mucho para mí». Y, a partir de ahora, representará una responsabilidad añadida para Beatriz Sainz, recién nombrada directora de las instalaciones-emblema de Cantur cuando acaban de cumplir 30 años. Y le gustaría que el 40 aniversario llegara «habiendo sido capaces de crear un valor compartido con lo que nos rodea, siendo aún más sostenibles y manteniendo los apartados de educación y conservación vivos».
Sainz, concejala del PRC en su municipio, es diplomada en Relaciones Laborales, técnico superior en Administración de Sistemas Informáticos y también Máster en Prevención de Riesgos Laborales y en Dirección de Recursos Humanos, área en la que ha trabajado en Cabárceno.
-«Tiene que venir alguien con muchas ganas y renovadas ilusiones», deseaba Miguel Otí, su predecesor en el cargo, tras anunciar su retirada. ¿Se identifica con ese perfil?
-Por supuesto. Al presentarme al proceso de selección como personal de la casa, mi principal motivación radica en las ganas y la ilusión. Es una gran responsabilidad asumir la dirección. Las ganas, la capacidad de trabajo y la ilusión no van a faltar.
-Accede a la dirección en tiempos complicados, con una crisis sanitaria vigente. ¿Qué planes tiene en este sentido?
-La dirección de la empresa ha tomado medidas, se han establecido protocolos. No se puede peder de vista, los datos suponen en sí una alarma, y toda medida es poca para combatir esa pandemia con efectos devastadores en todos los niveles. El parque, como no puede ser otra manera, ha de adecuarse, estar a la cabeza de las medidas que garanticen el bienestar de los visitantes. Es importantísimo atender lo que nos dicten las autoridades sanitarias y, a partir de ahí, adecuarlas a nuestra instalación.
«El objetivo es tener más de 600.000 visitantes al año sin causar molestias a los vecinos»
-Es la primera mujer en el cargo. ¿Qué significa para usted este hecho? ¿Están las mujeres representadas en otros ámbitos de Cabárceno?
-Los asumo con gran responsabilidad. El parque es un referente nacional e internacional. Tiene que seguir potenciando, además de esa referencia, la investigación, la conservación, la educación. Tenemos que adaptarnos a los tiempos sin olvidar el carácter de instrumento facilitador y de cohesión del parque. En cuanto a la representación de la mujer, creo que, afortunadamente, a lo largo del tiempo, va habiendo más presencia femenina. Y creo que estamos representadas en muchos ámbitos. En otros, por los puestos, por el histórico que nos antecede, la representación es inferior, pero creo que estamos en proceso de cambio, ascendente; así lo espero. Todos, hombres y mujeres, debemos estar en igualdad de condiciones.
-Hablaba antes de intensificar la labor de conservación. ¿De qué forma?
-El parque es un ejemplo de recuperación ambiental increíble. Después de 30 años se ha conseguido recuperar un espacio degradado por la acción humana para convertirlo en la gran instalación que es. No solo por los animales y los recintos, sino también por la gran cantidad de especies botánicas que existen en el parque. Hay que ponerlo en valor. Creo también que somos una instalación que debe incidir en la educación ambiental y en la concienciación que tan necesarias son, y potenciar ese desarrollo sostenible al que debemos prestar atención, sobre todo, por las generaciones venideras.
-El minizoo de La Magdalena ha recibido críticas por el cuidado a los aninales, ¿cómo se les cuida en Cabárceno, cómo poner esto en valor?
-Nuestro parque pertenece a asociaciones nacionales e internacionales. Además de gracias a los grandes profesionales y a los trabajadores que los atienden, creo que la mejor muestra es la capacidad reproductivas que tiene el parque día a día: tenemos nacimientos de elefantes, cebras... Esa es una de la mayores muestras de que los animales se encuentran en muy buen estado.
-¿Piensa en captar visitantes nuevos, en afianzar al familiar?
-Hay diferentes proyectos. Es importante conservar al visitante actual sin olvidar la innovación y potenciación de las virtudes de Cabárceno, siendo capaces de atraer a otros visitantes, o con otras expectativas, que contribuyan a generar valor en la zona o en la comunidad.
«El parque tiene que ir un paso más allá y ser socialmente responsable, tender a esa sostenibilidad»
-Las colas que se forman a la entrada del parque, ¿como tratar de solucionarlas?
-Nuestro objetivo tiene que ser que Cabárceno tenga más de 600.000 visitantes al año sin causar una molestia innecesaria a la gente del territorio, la que vive alrededor. Es algo en lo que se trabaja para tener alternativas.
-Se han activado nuevas formas de recorrido en bicicleta. ¿Quiere reinventar las visitas?
-Al final el parque tiene que ir un paso más allá y ser socialmente responsable y tender a esa sostenibilidad. Valoraremos nuevas acciones encaminadas a eso.
-Ha existido polémica en torno a su elección. El PP 'ha apuntado que el proceso no ha sido del todo transparente y ha llegado a decir que era un «traje a medida». ¿Qué decir sobre esto?
-Creo que no debo entrar. Soy trabajadora de Cantur desde hace 16 años. He crecido dentro de la casa y es una parte fundamental de mi vida. Hay un proceso abierto, se publican unas bases y cumplo los requisitos. Y lógicamente con 37 años y con una expectativa de crecimiento después de haberme formado y trabajado, decido presentarme. A partir de ahí, no puedo decir más. En todo caso, puedo entender las suspicacias, pero siempre he creído que el movimiento se demuestra andando, y capacidad de trabajo y de implicación, ilusión y ganas no van a faltar.
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