En la 'curva de Pegaso' no hay un radar de tramo

La instalación de dos nuevas cámaras muy vistosas en la zona de la 'curva de Pegaso', una a la entrada y otra a la salida del túnel de Maliaño en la S-10, ha hecho saltar las alarmas de los conductores. Los chats de móvil, las redes sociales y las conversaciones de amigos se han cargado estos días de sospechas e hipótesis sobre la posibilidad de que estos dispositivos fueran un nuevo radar de tramo para controlar la velocidad entre un punto y el otro y multar a los conductores en caso de sobrepasar el límite permitido en una zona caracterizada por ser uno de los puntos calientes de tráfico en Cantabria.

Ahora la DGT desmiente esta teoría ciudadana y aclara que esas cámaras «llevan allí apróximadamente diez años». Y no, no son un radar de tramo. Son dos de las 24 cámaras con las que la DGT vigila el estado del tráfico y gestiona incidencias viales, además de ofrecer información de servicio público (cualquiera puede ver las imágenes en tiempo real desde su web). La actuación se enmarca dentro de la renovación de varios de estos dispositivos, algunos de ellos todavía analógicos, por unos más modernos y digitales con mayor calidad de imagen.

El jefe provincial de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa, se muestra contundente: «Es claramente un bulo, cuando instalemos un nuevo radar de tramo seremos nosotros los que lo anunciemos a bombo y platillo, somos los primero interesados en que la gente lo sepa, ya que en caso de ponerlo el objetivo es que la gente levante el pie del acelerador».

Precisamente, muy cerca de allí están los dos radares fijos de la S-10; uno en el punto kilométrico 3,4 (sentido Maliaño) y otro en el 3,750 (sentido Santander) en un tramo limitado a 80 kilómetros por hora. Ambos ya viejos conocidos entre los conductores por colarse años tras años entre los más 'multones' de Cantabria. Las nuevas cámaras que tanto han llamado ahora la atención están colocadas a apenas unos metros de los radades fijos, en concreto en el p.k 4.05 y en el 4.18.

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