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Foto:Juanjo Santamaría / Vídeo: Héctor Díaz

La Dama Roja saluda al Centro de Arte Rupestre

La muestra temporal de sus restos, que se exponen por primera vez al público, abre el equipamiento de Puente Viesgo, «plataforma para acceder a los recursos prehistóricos»

Guillermo Balbona

Santander

Viernes, 3 de marzo 2023

Murió a los 35 años. Pero a nuestros ojos tiene 18.800 años. Se denomina La Dama Roja, aunque era una mujer negra, robusta, sana, muy bien alimentada, fruto de una dieta saludable. Los restos de la emblemática figura descubierta hace 26 años en la cueva de El Mirón de Ramales de la Victoria, se exponen al público por primera vez. En realidad su simbolismo y significación, que ha dado pie a decenas de investigaciones, preside el primer vínculo social del nuevo Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo, cuya apertura se plasmó tanto en las visitas, desde primera hora, como en lo institucional en un acto por la tarde. El vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga recibió a los primeros visitantes al CAR. Un turista inglés y un grupo que accedió a las cuevas de El Castillo y Las Monedas, fueron los primeros en conocer las nuevas instalaciones del equipamiento cultural. La señalización exterior, reflejada en banderolas que aluden a La Dama Roja, la iconografía sobre el patrimonio cántabro de sus diferentes cuevas Patrimonio de la Humanidad y el mobiliario ad hoc completan la dotación del nuevo Centro a la espera de la muestra permanente.

En su comparecencia, Zuloaga anunció que durante el presente mes las visitas serán gratuitas a la red de cuevas prehistóricas gestionadas por el Gobierno de Cantabria. Ya por la tarde, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, inauguró la infraestructura cultural. A la apertura oficial, además, asistieron en representación del Gobierno autonómico los consejeros de Industria, Javier López Marcano; Desarrollo Rural, Guillermo Blanco; Economía, Ana Belén Álvarez; Empleo, Eugenia Gómez de Diego; y Sanidad, Raúl Pesquera. Tras esta primera puesta de largo, el CAR sumará en agosto otro de sus espacios fundamentales, de más de 500 metros cuadrados, que albergará la exposición permanente, 'Cantabria en el origen del arte', en la que mediante las nuevas tecnologías podrá conocerse la evolución y la riqueza del patrimonio regional.

La muestra temporal disecciona de manera divulgativa «uno de los descubrimientos más importantes de la arqueología de Cantabria» y el que «mejor nos acerca a nuestros primeros ancestros», según subrayó el director del Mupac y de las Cuevas, Roberto Ontañón. El centro de esta propuesta es el conjunto de restos esqueléticos, impregnados de óxidos de hierro, localizados en 2010 junto a un gran bloque al fondo del vestíbulo de la cueva ramaliega. Son los restos del enterramiento de una mujer cuyo cadáver fue colocado sobre su costado izquierdo, con las piernas flexionadas y cubierto por varias lajas de piedra.

El contexto sepulcral corresponde a la ocupación de la cueva durante el Magdaleniense Inferior y está fechado en 18.800 años. Se trata del primer enterramiento del período Magdaleniense hallado en la península ibérica, y el único otro enterramiento del Paleolítico superior junto al de Lagar Velho, en Portugal (de época gravetiense, hace unos 30.000 años). La exposición incluye el hallazgo y el estudio científico del enterramiento.

El ADN informa también acerca del linaje de la Dama Roja. Desciende de una población europea de Homo sapiens muy antigua, de unos 35000 años, identificada en una cueva de Bélgica. La muestra, impulsada desde Vicepresidencia y Consejería de Cultura, ha sido comisariada por los responsables del proyecto de investigación de la cueva del Mirón, Manuel Ramón González Morales y Lawrence Guy Straus, y coordinada por Roberto Ontañón.

La nueva infraestructura, edificada en unos 18 meses con una inversión de más de 5 millones de euros no es un centro de interpretación al uso ni tampoco un museo, sino un espacio que canalizará las visitas a las cuevas y ofrecerá ese doble encuentro expositivo, además de estar dotado con un área administrativa destinada tanto a los guías de las cuevas como a la investigación, con la inclusión de dos laboratorios. Un salón de actos completa las instalaciones.

El objetivo esencial del nuevo Centro es el de permitir dinamizar la oferta cultural vinculada al patrimonio arqueológico y paleolítico que atesora Cantabria y generar oportunidades económicas y de empleo en la región. El CAR está destinado a ser «la de puerta de entrada y de plataforma para acceder a todos los recursos prehistóricos del patrimonio que atesora Cantabria».

La idoneidad del lugar, ubicado en la ladera nororiental del Monte Castillo, en Puente Viesgo, la funcionalidad, la articulación y usos de los espacios, la flexibilidad y calidad de los elementos y la dotación al Centro de un carácter representativo, han sido algunas de las premisas seguidas en el planteamiento arquitectónico del edificio. Un espacio interconectado en el futuro con el nuevo Mupac, que empieza ahora a levantarse en Puertochico.

En las dependencias dese facilitará a los visitantes información global y completa sobre los itinerarios de la oferta rupestre de que dispone la región, poniendo en valor la riqueza del patrimonio arqueológico de Cantabria. Tras recordar que Cantabria cuenta con la mayor y la mejor colección de arte paleolítico del mundo, con 10 cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y 75 yacimientos, se refirió a la importancia de aprovechar estos recursos para generar turismo cultural utilizando este centro como hilo conductor para mostrar y acceder a las cuevas y yacimientos.

Zuloaga también destacó que la labor del Centro de Arte Rupestre de Cantabria tendrá una función de dinamización económica y cultural, impulsando el empleo y el desarrollo sostenible de la región. Todo ello diversificando y desestacionalizando la oferta turística, y promoviendo un turismo cultural a lo largo de todo el año.

Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga, presidente y vicepresidente, respectivamente, en el acto inaugural.

Además Zuloaga ensalzó el valor de la actividad investigadora existente en torno a los yacimientos y recursos paleolíticos, posicionando a Cantabria como una referencia en el ámbito científico. El Centro de Arte Rupestre se articula en tres bloques organizados en torno a un patio central, que distribuye y conecta los diferentes espacios, rematados con una cubierta única. La zona de recepción de visitantes está presidida desde este viernes por la reproducción del Bastón perforado de El Pendo, pieza emblemática del Mupac.

Sobre la Dama Roja, Ontañón expuso los detalles de los restos que en el futuro se expondrán en el Mupac: «Sabemos que era una persona aparentemente sana, de complexión robusta, con casi 1,60 de estatura y unos 56 kilos de peso, que falleció hacia los 35-40 años de edad». Los análisis de ADN indican que se trataba de una mujer y han revelado que era de piel oscura, cabello también oscuro y rizado y ojos pardos, rasgos coherentes con el origen africano de nuestra especie.

Su dieta estaba basada en alimentos de origen terrestre y un consumo ocasional de recursos marinos. Estos datos coinciden con los restos de fauna documentados en la cueva, donde predominan el ciervo y la cabra montés, junto con numerosas vértebras de salmón. «En el sarro de sus dientes se conservan trazas del consumo de plantas y, de manera excepcional en este caso, restos de tejidos vegetales y esporas que suponen el primer testimonio conocido del consumo de dos variedades de setas en el Paleolítico». La riqueza y variedad de recursos alimenticios «nos habla de una dieta mixta, equilibrada y suficiente. Los restos óseos de la mujer indican, asimismo, que estuvo bien alimentada desde niña».

En el acto inaugural el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas, aseguró que hoy es «una efeméride inolvidable y única para el municipio con la apertura de este centro que ofrece oportunidades inéditas al valle pasiego» y confió en que este lugar «se convierta en un lugar de dinamización de la participación de los vecinos, en espacio de reflexión sobre la acción cultural y donde pasado y presente dialoguen para encontrar un futuro mejor y sostenible».

Finalmente, Roberto Ontañón, aseguró que la muestra es «muy didáctica y muy interesante para que la gente sepa que nuestros primeros antepasados, nuestra especie, Homo Sapiens, llegó a Europa y éramos negros, y fue después, la evolución tras la última glaciación y el inicio de periodo climático actual, el que ha llevado a los diferentes tipos raciales en las diferentes partes del mundo, pero nuestro origen es africano».

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