«Debemos apostar por dar continuidad al actual modelo de calendario escolar»

–¿Qué prioridades se marca para el nuevo curso escolar?

–Me preocupa, sobre todo, que el 9 de septiembre, día del inicio de las clases en Infantil y Primaria, transcurra todo con normalidad: que estén todos los docentes ocupando su puesto de trabajo, que el transporte escolar funcione, que los alumnos no tengan ninguna carencia... Ese el objetivo por el que hemos trabajado con mucha prisa e intensidad a lo largo del verano, desde que tomamos posesión el 8 de julio.

–¿Está asegurado el transporte escolar para el inicio del curso?

–La seguridad absoluta no la tiene nadie en ningún aspecto de la vida, pero nuestro compromiso es garantizar que el transporte funcione con normalidad. Lo que estamos viviendo no es un conflicto con la Consejería de Educación, sino entre medios de transporte. Nosotros hemos sacado una licitación en la que entendíamos que la concurrencia competitiva tenía que estar garantizada. Y a ella se han presentado sendos recursos. Primero, el sector del taxi entendía que se vulneraban una serie de condiciones para ellos y, luego, los transportistas de autobuses han defendido que el taxi no puede ser considerado como transporte escolar. En esta polémica, que no es la primera vez que sucede, la Consejería está en medio. La resolución está en manos del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.

–Un año antes de las elecciones, el PRC, en pleno conflicto entre los maestros y su antecesor, Francisco Fernández Mañanes, por la eliminación de la jornada lectiva reducida, manifestó su intención de hacerse cargo de la cartera de Educación si repetía en el Gobierno, un área que siempre había estado en manos del PSOE. ¿Qué les ha disgustado de la gestión anterior?

–A todo partido político, incluido el PRC, le gustaría gestionar todas las áreas del Gobierno. Las perspectivas que teníamos de cara a las elecciones nos daban muy buenos resultados y Revilla ya apuntó una serie de departamentos que aspirábamos a gestionar si se confirmaba en las urnas esa subida electoral. Y Educación era uno de ellos. Ese ha sido el motivo. En cualquier caso, con independencia de quien lo gestione, para los gobiernos de Revilla la Educación ha tenido siempre mucha importancia: de cada 100 euros del presupuesto de Cantabria, 16 se destinan a Educación. Es un dato que lo demuestra y que permite sostener la calidad de la enseñanza.

–Sí es cierto que se vivía una situación de enfrentamiento con el anterior consejero, tanto por parte de los sindicatos docentes como de las asociaciones de padres, que estaba haciendo insostenible la situación. Va a necesitar mucha mano izquierda para conciliar los distintos intereses de todos los sectores implicados.

–Se necesita, además de mano izquierda, mucha capacidad de gestión y, fundamentalmente, mucho diálogo. Si no, es imposible. No nos podemos permitir fijarnos en hechos puntuales que han ocurrido en momentos determinados, la Educación está y debe estar por encima de todo. Tenemos que gestionar de la mano de los docentes, los niños y niñas beneficiarias de la enseñanza, y sus familias. Con ese conjunto de elementos tenemos que interactuar, trabajar, y el diálogo debe primar por encima de todo. Hay que escuchar a todas las partes y luego se tomarán decisiones. Y habrá unas que gusten más a unos que a otros, y otras en las que sucederá al contrario.

–Este curso se cumplirá el cuarto año de desarrollo del novedoso calendario escolar de cinco bimestres implantado en Cantabria, un plazo que se estimó conveniente por los gestores del PSOE para apreciar las ventajas pedagógicas que se persiguen y sacar conclusiones. ¿Usted está a favor de este modelo de calendario o abre la puerta a volver al anterior, tal y como piden los partidos de la oposición y muchos padres?

–La educación es algo tan serio que no se pueden hacer experimentos cada poco tiempo, debemos apostar por asentar y dar continuidad a este modelo porque, además, está pedagógicamente contrastado que es bueno para los alumnos. Las evaluaciones realizadas al mismo así nos lo demuestran y lo respaldan. No nos podemos permitir poner patas arriba un calendario en el que llevamos trabajando apenas unos años. Dicho esto, también es verdad que hay que incrementar las medidas de conciliación para los periodos no lectivos y en eso tenemos que trabajar muy intensamente con los ayuntamientos, porque entiendo que son tareas que no tienen que completar los docentes.

–La interinidad del profesorado sigue en cifras alarmantes –los sindicatos la cifran en un 26% en Primaria y un 39% en Secundaria y la Consejería la rebaja hasta un 20% y un 30%, respectivamente–. ¿Será posible mantener en el futuro ofertas de empleo público tan elevadas como las de los dos últimos años?

–Me parece fundamental estabilizar las plantillas docentes. Este año se ha hecho un gran esfuerzo por reducir la interinidad del profesorado de Primaria y quedaría seguir haciéndolo también en Secundaria, donde es mayor. Vamos a hacer un esfuerzo en esta tarea, en coordinación con otras comunidades para evitar el efecto llamada.

–Ahora que el PRC tiene diputado en Madrid –José María Mazón–, ¿se plantean presionar al Gobierno central para eliminar las tasas de reposición que frenan ese intento de disminución de la interinidad?

–Tenemos diputado y tenemos senador –José Miguel Fernández Viadero–, muy relacionado con la educación además, que ayudarán a trabajar en esa faceta. Estoy segura de ello.

–¿Tiene previsto modificar los protocolos de prevención y actuación contra el acoso escolar? Las cifras oficiales de casos están cada curso muy por debajo de los que se denuncian en las asociaciones.

–Es un tema que me preocupa, en los próximos días vamos a recibir a la Asociación Tolerancia Cero al Bullying para hablar al respecto. En cualquier caso, aunque las cifras no son altas en Cantabria, un solo caso ya es una mala estadística. Me consta que en el pasado se han estudiado cada una de las problemáticas que se ponían encima de la mesa, si bien luego muchas no se han traducido en situaciones demostradas de acoso. Vamos a trabajar en ello, a analizar si es necesario revisar el protocolo vigente y a desarrollar programas de convivencia escolar.

–¿Es partidaria de establecer unas pruebas comunes de la EBAU en toda España para que el acceso a la universidad sea más igualitario, tal y como defienden muchos alumnos, o prefiere que cada comunidad siga gestionando las suyas?

–Creo que en los últimos años se ha avanzado en los aspectos comunes, pero al tener cada comunidad su propia autonomía para diseñar los exámenes, probablemente sí que sería necesario desarrollar algún instrumento que permita mitigar esos distintos niveles de dificultad que ponemos unos territorios y otros.

–¿Qué planes tiene para la Formación Profesional?

–Vamos a apostar por la FP, hoy en día tiene la suficiente importancia para ser una línea de aprendizaje de primer orden y la queremos poner en valor respecto al empleo y la productividad. Nos hemos reunido con la CEOE y la Asociación de Hostelería para analizar los campos donde debemos de formar al alumnado. La propia Universidad de Cantabria nos ha indicado que los estudiantes que han recalado allí por la vía de la FP están superformados.

–El 78% de los aspirantes no superó este verano la primera fase de las oposiciones del cuerpo de maestros. ¿No piensa que es necesario modificar el sistema? Parece complicado pensar que tantos no estaban preparados.

–Son programas nacionales que no dependen de nosotros, pero sí creo que habría que revisar un sistema que parece anticuado y que deja unos resultados que obligan a un análisis.

–¿Va a reactivar el Acuerdo por la Educación en Cantabria? Este pacto social histórico se ha quedado en papel mojado en la mayoría de sus puntos dos años después de presentarse a bombo y platillo.

–Es un documento de referencia porque fue aprobado por el Consejo Escolar y porque fue ratificado el pasado año por todos los partidos políticos del Parlamento. Es un buen documento de partida que va a ser la base del trabajo futuro. Muchos de sus puntos ya se están desarrollando y quedan otros muchos por cumplir.