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El asfalto siempre es más peligroso por la noche. Conducir cuando se ha puesto el sol multiplica los despistes y reduce considerablemente la visibilidad. Lo recuerda un estudio elaborado por la Fundación Línea Directa, que ha recabado datos de la Dirección General de Tráfico ( ... DGT) para confirmar que entre 2013 y 2023 hubo en Cantabria 2.100 accidentes y cerca de 100 muertos en siniestros producidos tras la puesta de sol y antes del amanecer. «Factores como la somnolencia, los deslumbramientos, la 'hipnosis de la carretera' y las imprudencias han convertido a la conducción nocturna en un verdadero riesgo en nuestro país», confirma Santiago Velázquez, director de comunicación externa de esta fundación.
Los expertos advierten de que no es casualidad, que durante la noche el campo de visión se reduce alrededor de un 20%. El perfil de conductor que más sufre estos siniestros tiene 38 años y cuenta con una media de veinte años de experiencia al volante. Y lo peor es que no es una tendencia a la baja, sino todo lo contrario: «Desde que salimos de la pandemia hubo un efecto euforia. La gente sale a conducir con mayor despreocupación. Estamos comenzando a ver siniestros donde el conductor no llevaba puesto el cinturón de seguridad, donde el motorista no llevaba casco... Digamos que se está perdiendo un nivel de conciencia de la seguridad vial que se tenía años atrás», alerta Velázquez.
El mismo informe detalla que los conductores solicitan despejar la visibilidad junto a los pasos de cebra y también prohibir que los ciclistas circulen por las carreteras tras la puesta de sol, pues los peatones y los deportistas son los perfiles que se llevan la peor parte en los siniestros.
38 años es la edad media del conductor que sufre este tipo de accidentes.
20 años de carné tienen los conductores que en mayor medida tienen estos siniestros.
Las causas de lo siniestros son múltiples, y están siendo analizadas también desde hace años por diferentes asociaciones de conductores. Es el caso del colectivo de Automovilistas Europeos Asociados, que ha puesto el foco en numerosas ocasiones sobre la necesidad de que las zonas más peligrosas, como los cruces, los accesos y las salidas de las autopistas y autovías vuelvan a estar iluminados. «Hace ya años que se eliminó esa luz para ahorrar energía, pero no terminamos de concienciar a las administraciones de que detrás de ese detalle se esconden las causas de múltiples siniestros por falta de visibilidad», confirma Mario Arnaldo, responsable de esta asociación.
Los particulares también tienen parte de culpa en este aspecto, pues la iluminación de los vehículos, que en muchos casos tienen un mantenimiento deficiente -especialmente en España, donde el parque automóvilístico está muy envejecido- «deja mucho que desear», añade Arnaldo. «Hay coches que tienen los faros casi opacos por el desgaste y eso hace que la iluminación por la noche no sea la mejor», agrega.
Otras cuestiones son directamente responsabilidad de las administraciones. «El artículo 57 de la Ley de Seguridad Vial y el 139 del Reglamento General de Circulación, entre otros, obligan a mantener la vía en condiciones para evitar accidentes», informa Juan Carlos Toribio, responsable del Departamento de Seguridad Vial de la Unidad Internacional de Defensa del Motociclista (IMU). «La norma dice que la vía tiene que estar debidamente señalizada para asegurar la seguridad vial». El experto también hace referencia a la anchura de las carreteras. «En algunos casos tienen menos de cuatro metros de anchura y eso es, literalmente, ilegal», matiza.
Desde la DGT los argumentos son similares. Preocupa mucho la falta de visibilidad que entraña la noche, y las consecuencias derivadas de todo ello. «La somnolencia es una de nuestras mayores preocupaciones. Somnolencia que puede darse por el día, pero que lógicamente tiene mayor presencia por las noches», confirma José Miguel Tolosa, responsable de la DGT en Cantabria. «Hay que seguir trabajando para que la gente se conciencie de esto y que guarde el debido descanso cuando va a conducir».
Otra consecuencia de la noche es la aparición de fauna que cruza las carreteras. «Los accidentes con animales están muy presentes en este momento del día y también son una de nuestras mayores preocupaciones», explica Tolosa.
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