Una decena de municipios ha renovado ya su partipación en los bancos de recursos educativos

El vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, ha firmado este viernes los convenios con los ayuntamientos de Campoo de Yuso, Miengo, Cabezón de la Sal, San Miguel de Aguayo, Polanco, Udías, Camargo y la Mancomunidad Valles de Iguña y Anievas. Además, también están cerrados los acuerdos con el ayuntamiento de Reocín y Valdáliga, que se rubricarán en los próximos días. El Ejecutivo ha invertido 2,1 millones de euros en este programa de recursos educativos, un «ejemplo claro», según defininó Zuloaga, de que este gobierno «prioriza los gastos en los servicios públicos que son fundamentales».

El objetivo de esta iniciativa, que puso en marcha en 2016 el entonces consejero de Educación Ramón Ruiz, es dotar cada año de inversiones públicas a los bancos de recursos de los centros educativos, para así facilitar el acceso a la educación en condiciones de mayor igualdad y dar respuesta a las necesidades de muchas familias en un contexto económico que dificulta la adquisición de libros de texto y otros materiales curriculares.

«El Gobierno a través de los ayuntamientos articula esta medida para mejorar la economía de las familias de Cantabria y avanzar hacia la gratuidad de los libros de texto», ha explicado Zuloaga al respecto.

Además del progresivo avance hacia la gratuidad (cuantos más grandes sean los fondos de los bancos de libros, menos dinero tendrán que aportar las familias), este programa pretende promover la implicación de todos los sectores implicados en la comunidad educativa y, entre ellos, es «especialmente relevante la participación de los ayuntamientos», que se vienen sumando en los últimos años a la aportación gubernamental.

La iniciativa también busca fomentar los principios de equidad, cooperación y solidaridad entre los estudiantes y sus familias, ya que los recursos procedentes de los bancos de libros deben ser devueltos al final del curso para su utilización en el siguiente por parte de otros alumnos.