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Mónica Rodríguez lleva 22 años conviviendo con un trastorno de la personalidad. En todo este tiempo, ha pasado por varias fases: miedo, incertidumbre, angustia... Pero la de este martes fue una sensación diferente. «Me siento liberada. Hay mucha gente de mi entorno que desconoce lo ... que me ocurre y decirlo en voz alta supone un gran paso». Así se expresó después de leer un fragmento del manifiesto durante la celebración del Día Mundial de la Salud Mental que acogió la Plaza del Ayuntamiento de Santander. Inspirados por el lema 'Salud mental, salud mundial: un derecho universal', las organizaciones Padre Menni, Ascasam, Fundación Acorde y Proyecto Hombre conmemoraron un día «crucial» en el que pretenden dar a conocer «las principales vulneraciones de derechos humanos que se producen en el ámbito de la salud mental».
Este día supone un «hito fundamental» para recordar a los agentes implicados en este ámbito que «deben contar con el asesoramiento de las asociaciones de personas con problemas de salud mental y sus familiares y personas allegadas», explica Marta Vega, directora técnica de Ascasam. «La incidencia cada vez es mayor y nos preocupa mucho», añade.
No es para menos. Las cifras son «alarmantes». Según los datos que maneja Ascasam, actualmente hay en Cantabria 4.000 personas con diagnóstico de esquizofrenia, 18.000 personas con trastorno mental grave y 147.000 personas con otros problemas de salud mental. No obstante, un acto como el de este martes hace que pacientes como Mónica se sientan «esperanzados» con el futuro que les espera. A su juicio, lo primordial es el diagnóstico. A partir de ahí, se convierte en «un trabajo diario». «Estoy en la Fundación Acorde desde hace un año y es importante que la gente sepa que hay salida y que las sesiones ayudan mucho».
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Precisamente por eso, desde su fundación quieren visibilizar la diferencia entre las patologías duales, que suponen una adicción ligada a un problema de salud mental, y los trastornos de la personalidad, que tratan unidades de tratamiento específicas y especializadas, con equipos diferenciados. «Es primordial que se conozca que buscamos es mejorar la calidad de vida de los pacientes y restablecer su autonomía», comenta Sheila Cagigas, psicóloga de la fundación especializada en trastorno de la personalidad. En esta línea, su compañera Marta Berdala, psicóloga enfocada en patología dual, incide en la importancia de pasar de un modelo «institucionalista que estigmatiza a los paciente a un modelo en el que, en la medida de lo posible, se inserte a la persona en la sociedad».
En esta línea, el Día Mundial de la Salud Mental pretende poner el foco en el trato inadecuado y «en muchas ocasiones poco humano» en la atención a la salud mental como ingresos involuntarios, contenciones indiscriminadas, sobremedicación, etc. Y también la privación de libertad en la toma de decisiones y participación, «derechos inalienables en salud mental».
El evento comenzó con la lectura de un manifiesto de las asociaciones convocantes. Carlos Pajares, gerente de Padre Menni, Eloísa Velarde, directora de Proyecto Hombre, Damián González, presidente de la Fundación Acorde, e Ignacio Fernández, presidente de Ascasam, reclamaron que «se tienda de forma urgente hacia las cero contenciones y se erradiquen las medidas coercitivas que no deben considerarse como tratamientos ni como parte del proceso terapéutico».
Así, pacientes y organizaciones pidieron a las administraciones trabajar para acabar con la «estigmatización» de las personas que padecen enfermedades mentales. Además, denunciaron las «violaciones» de derechos que sufren por parte de los sistemas de atención a la salud mental con el uso de «medidas coercitivas como contenciones mecánicas y químicas, medicaciones forzosas, aislamiento, falta de información y ausencia de alternativas terapéuticas». En este sentido, pidieron «más recursos» para poder desarrollar otro tipo de medidas alternativas.
Tras escuchar estas demandas, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, expresaron su compromiso con las personas con problemas de salud mental y se mostraron decididas a trabajar –cada una desde las competencias de sus administraciones– en su beneficio «para incidir en la sensibilización, así como mejorar la prevención, la atención y los tratamientos», comentaron durante el acto. En esta línea, Buruaga subrayó que el derecho a la salud mental es una «responsabilidad» que «entre todos» hay que promover y facilitar, reconoció que «aún queda mucho por hacer» y reivindicó una «atención integral e integradora desde la normalización, una atención experta, completa y rehabilitadora, sin discriminaciones».
El Gobierno de Cantabria iniciará este mes las obras para dotar al Hospital Sierrallana de Torrelavega de la unidad de hospitalización y atención a pacientes con trastorno mental grave, que estará operativa en marzo de 2024. Diseñará un plan de prevención del suicidio y «humanizará» la asistencia sanitaria y la atención a las personas con problemas de salud mental. Así lo anunció la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, durante los actos del Día de la Salud Mental. Sobre la unidad de agudos de Sierrallana, Buruaga detalló que supondrá una inversión de 200.000 euros, constará de nueve habitaciones individuales con posibilidad de desdoble, siete consultas y una sala de terapia ambulatoria para tratamientos en hospital de día psiquiátrico. Según explicó, contar con esta unidad permitirá extender al área de salud de Torrelavega el 'Programa CARS' de prevención y abordaje de la conducta suicida que está dando ya «excelentes resultados» en Valdecilla.
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