Marta Gómez Arce | 60 años, tiene testamento vital
«Con mis decisiones de ahora, he liberado a mis hijos»Secciones
Servicios
Destacamos
Marta Gómez Arce | 60 años, tiene testamento vital
«Con mis decisiones de ahora, he liberado a mis hijos»Si algo caracteriza a Marta Gómez Arce (Alto de Maliaño, 1963) es su vitalidad, «simpatía y remango» para manejar su negocio de venta de pescado en el Mercado de la Esperanza de Santander. «Una buena comerciante» que disfruta del contacto con su numerosa clientela, dicen ... quienes la tratan. Gómez Arce es copropietaria de 'Marta y Enchi'. Desde allí organizó a un grupo de amigos y conocidos para informarse sobre el testamento vital, «y muchos firmaron», asegura.
-¿Por qué alguien de 60 años y sin problemas de salud importantes ve la necesidad de hacer un testamento vital?
-En mi entorno, con mi familia, con mis amigos, siempre andábamos diciendo «hay que hacerlo, hay que hacerlo», pero nunca das el paso. Esa vez, después de haber estado en contacto con una organización, animé a un grupo con mi entorno (nos juntamos unas 30 personas) y fuimos a la Consejería de Sanidad. Nos informaron perfectamente de todo y, después, la gente se apuntó para ir a firmar. Lo hicimos unos cuantos del tirón.
-¿Qué utilidad le ve, qué tiene de bueno?
-¡Para mí, todo bueno! En realidad, es tomar 'oficialmente' una decisión sobre lo que tú ya has meditado antes. Decides cómo quieres que sean tus últimos días. Como van a ser entre comillas, claro, porque nunca sabes qué te puede pasar. Pero, sobre todo, liberas a tus familiares (hijos, pareja) de tener que enfrentarse a algo tan importante. Casi todos queremos lo mismo, ¿no? No estar aquí artificialmente si nuestra enfermedad no tiene remedio, no sufrir de más, no convertirnos en una carga para los nuestros...
-¿Alguna circunstancia personal le lleva a verlo con tanta claridad?
-Mi suegra se encuentra desde hace cinco años en muy mal estado y eso te hace pensar mucho. Hay que elegir si quieres irte de aquí con sufrimiento o con dignidad. Esta mujer (87 años) era mayorista de pescado, se comía el mundo. Llegó a tener tres camiones, muchos empleados, era la matriarca de toda la familia... Todos sabemos que ella no querría verse como está ahora. A veces la miras y te preguntas '¿qué podría hacer yo? ¿qué pasará por ese cerebro?' No es la que era y no lo va a ser nunca más. No hay resquicio. Es muy duro, porque no puedes hacer nada más que asearla y darle de comer.
-O sea, que es un caso muy cercano el que le hace plantearse el futuro...
-Sí. También pasamos bastante con mi madre, que tuvo demencia y muchos achaques en los últimos tiempos. Murió con 93 años. Cuando ya no tenía solución, optamos por no moverla de casa apoyados por los servicios paliativos, que son una maravilla. Estuvo arropada con su familia y la ayudamos a que el tránsito de la vida a la muerte fuera lo más natural posible. Para nosotros fue muy reconfortante, nos ocupamos entre seis hermanos y con tres cuidadores, haciendo turnos.
-No le llevó mucho tiempo, entonces, tomar esta decisión.
-No. Y mi marido incluso lo tiene más claro que yo y eso que no ha ido a las reuniones. En España aún no sabemos mucho de la eutanasia, pero la funcionaria que te explica las cosas en la Consejería te explica y te ayuda a canalizar lo que quieres y lo que no. Han ido muchos amigos míos, cada uno con su circunstancia (solteros, sin hijos, sin pareja...) que un día se plantean quién va a cuidar de ellos más adelante o quién va a tomar sus decisiones por ellos. Dos parejas sin hijos han dejado por escrito lo que quieren ahora que están en plenas facultades. Y los que tenemos hijos todavía lo hacemos con más motivo, porque nuestra mentalidad es evitar que se sacrifiquen -a lo mejor durante años- u obligarles a decidir sobre cuestiones que igual les cuestan.
-¿Sus hijos forman parte del grupo que ha registrado ya sus últimas voluntades?
-El mayor hará 40 años y el pequeño tiene 33 y se casará este año. Ellos han visto a sus abuelas y entienden por qué hemos hecho esta declaración firmada. Creo que también lo tienen claro pero, de momento, no han dado el paso. Siendo tan jóvenes, no ven cerca tener que plantearse algo así. Aunque la juventud tampoco es garantía de nada... Mañana puedes tener un accidente grave, o vete tú a saber.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.