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La primera semana de noviembre parecía decisiva en la causa que estudia la presunta estafa a unos ochenta clientes de la oficina que en su día tuvo Novo Banco en Santander. Por el juzgado debían pasar Jacobo Vidal -el exempleado que denunció los hechos y ... el principal investigado en la trama- y el representante legal de la entidad, también en calidad de investigado. Pero las expectativas se quedaron a medias. Vidal no aportó muchas novedades respecto a su primera declaración. Reconoció que debería haber informado a los clientes de sus movimientos e insistió, sobre todo, en que el banco era conocedor de las prácticas que se llevaban a cabo en la oficina. Y, en ese sentido, para escuchar las explicaciones de Novo Banco habrá que esperar. La jueza que lleva el caso entiende que la declaración debe ser presencial (y no telemática) y, para que así sea, se aplazó la cita hasta el 14 de febrero.
Será una declaración larga, con muchos asuntos que aclarar, con muchos cabos sueltos. Y eso, mejor hacerlo en persona que a través de una pantalla. Es el motivo que ha llevado a posponer la citación del representante legal de la entidad financiera en el juzgado (se espera que sea el director general en España de la firma). Además, según fuentes del proceso, se ha vuelto a convocar para enero a los peritos que elaboraron el informe forensic por encargo de Novo Banco.
El que sí declaró fue Jacobo Vidal, el principal investigado y que está en libertad con la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado. Era su segunda citación casi un año después de la primera (fue en noviembre de 2020). En esta nueva comparecencia -muy parecida en cuanto al contenido a la primera- reconoció que había excedido «la buena praxis» y que debería haber informado a sus clientes de sus actuaciones. Volvió a achacar la pérdida del dinero a «malas inversiones», pero aseguró que actuó «de buena fe» y que «hizo todo lo posible por recuperar el dinero», según detallan fuentes próximas al investigado. Vidal volvió a insistir, como hace un año, en que la entidad conocía sus movimientos y desmintió algunas de las argumentaciones de Novo Banco.
Más allá de las citaciones, aún se espera la respuesta sobre uno de los asuntos que más preocupa a las víctimas. El juzgado fijó para Novo Banco una cantidad en concepto de depósito, de fianza, para garantizar un posible pago de indemnizaciones. Un dinero para asegurar que, pase lo que pase, habrá fondos para responder. En total, 19 millones. La entidad presentó un aval, pero propio. O sea, que se avalaron a sí mismos, lo que provocó que las defensas de los afectados impugnaran ese movimiento. Por ahora, no hay respuesta. No se sabe si ese documento es suficiente.
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