La ley que definirá las zonas de exclusión eólica inicia el lunes su tramitación

Como confirmó Revilla en el último Pleno del Parlamento, incluirá zonas de exclusión eólica en las que estén vetados los aerogeneradores. Pero también habrá otras prioritarias para guiar a las empresas renovables a la hora de diseñar sus planes de asentamiento en Cantabria. Lo que ocurre es que el documento está aún en el esqueleto.

La Consejería de Obras Públicas confirma que existirán estas dos figuras legales, pero no en qué partes del mapa estarán situadas. Esa parte de la propuesta se completará más adelante, antes de la aprobación definitiva en el órgano urbanístico y en la Cámara autonómica después de que concluya el proceso participativo. Después de que todo aquel que crea que tiene algo que decir al respecto haga sus aportaciones.

¿Estarán dentro de las zonas de exclusión los montes donde pretenden construirse los parques de Garma Blanca y Ribota, hasta ahora los más polémicos? El titular del departamento, José Luis Gochicoa (PRC), prefiere esperar a analizar todas las aportaciones antes de referirse a casos concretos. Sí habla de los criterios que han propuesto los técnicos de la Consejería -este asunto se está trabajando también con Medio Ambiente e Industria- para definir una zona como terreno prohibido para los molinos o propicio para su instalación.

«Cantabria tiene que ser capaz de generar energía eólica, pero en este PROT se tendrán en cuenta algunas cuestiones fundamentales sobre la ubicación. El impacto al paisaje, la facilidad o dificultad para conectar los parques a la subestación eléctrica y que la línea de evacuación tenga el menor coste posible, que haya pistas forestales ya formadas, el número de personas a las que les afectará visualmente, valores ecológicos del terreno y especialmente la fauna y la vegetación», apunta Gochicoa, que calcula que la norma puede estar funcionando plenamente en el horizonte de 12 o 14 meses.

Otra de las novedades que incluye el borrador del PROT, siguiendo las directrices de las normativas europeas, es la creación de los corredores ecológicos, pensando especialmente en la protección de la fauna. Se busca facilitar la relación entre ejemplares de la misma especie. De igual modo, tampoco se ha concretado dónde estarán, pero servirán para conectar dos ecosistemas que, aunque estén separados en el territorio, tengan «cierta continuidad». «Esto podría haber evitado que animales como el urogallo estén a punto de la desaparición». Con ello también se quiere facilitar el vínculo entre comunidades de osos o proteger zonas de tránsito de aves entre dos puntos, dentro o fuera de Cantabria. En estos corredores, por ejemplo, tampoco se podrán levantar parques eólicos.

La aprobación del PROT, al igual que la Ley del Suelo, es uno de los objetivos de legislatura de la Consejería de Obras Públicas. El documento no parte de cero, sino que toma el testigo de los trabajos previos que ya se hicieron en la anterior legislatura, cuando este departamento estaba en manos de la socialista Eva Díaz Tezanos. Un boceto, aquel, que en principio no era mal visto por las entidades proteccionistas.

Gochicoa asegura que, aunque la línea es continuista, se ha ido «un paso más allá». En concreto, con la incorporación de estudios adicionales, como los que ha proporcionado el Instituto de Hidráulica (IH) de Cantabria, y la introducción de algunas ideas que se han extraído de los planes de Baleares o del País Vasco. Además, más allá de su faceta como instrumento de planeamiento, tendrá un mayor peso jurídico y mayor precisión sobre los usos, con mapas de escala 1:25.000, cuatro veces más precisas que las del anterior borrador.