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En un mundo cada vez más cambiante, condicionado por crisissanitarias, económicas y bélicas, parece que cada vez más jóvenes se deciden por la Educación Superior para pertrecharse frente a un futuro que se presenta cada vez más incierto. Más vale estar bien formado, por lo ... que pueda venir. Es lo que han debido pensar los miles de alumnos que ya se han preinscrito en la Universidad de Cantabria (UC) para estudiar alguna de sus titulaciones el próximo curso, que arrancará en septiembre. Un 8% más lo ha hecho este año con respecto al pasado ejercicio. Yaunque son datos provisionales y todavía oscilarán con sucesivos ajustes hasta la formalización final de las matrículas, queda claro que la demanda de los estudios superiores ha crecido de forma significativa.
«Hay que ser prudentes porque son datos provisionales y todavía pueden oscilar mucho de cara a las matrículas, pero observamos que somos uno de los campus que más demanda ha demostrado tener por parte de los estudiantes para este curso que viene», aclara Ernesto Anabitarte, vicerrector de Ordenación Académica.
No es una tendencia nacional, según los datos compartidos, por ejemplo, por otros campus del Grupo 9 de universidades, donde se integra la UC. «Nos comentan que incluso están teniendo menos demanda», asegura.
100%de aprobados registra el Programa de estudios bilingüe Cornell (Ingeniería Civil).
54%es el porcentaje de aprobados que tiene la titulación de Ingeniería de los Recursos Mineros.
¿Cuál es entonces el mérito de la UC? «Tenemos cierto prestigio y un atractivo que se va consolidando con los años. Somos un campus de un tamaño asequible, pero que se caracteriza por un nivel de calidad alto y que además es muy fuerte en el ámbito investigador», remarca el vicerrector.
Los precios también son un acicate. Cantabria aprobó el pasado junio la orden que fija las tasas públicas para la universidad en el curso 2022-2023, que por tercer año consecutivo rebaja la cuantía de la primera matrícula de grado y de máster y la equipara a la existente en el curso 2011-2012. La medida supondrá un ahorro de 125.000 euros en las matrículas para las familias, cantidad que aportará el Gobierno en el Contrato-Programa del próximo curso, y en un contexto de inflación galopante como el actual, sin duda es un aliciente importante.
Ernesto Anabitarte
Vicerrector de la UC
Cristina Blanco
Decana de la Escuela de Enfermería
Hay titulaciones donde la demanda se ha disparado. En Enfermería, que cuenta con 83 plazas para el primer curso, los aspirantes han formalizado 1.759 solicitudes. Exactamente 236 más que las que la UC recibió el pasado año. «Hemos subido un poco la demanda respecto al curso pasado, pero es una cuestión que nos viene acompañando desde hace muchos años», razona la decana del centro, Cristina Blanco. «Estamos en una situación de pleno empleo y eso se nota porque los alumnos miran mucho eso. También estamos viviendo los beneficios del cambio que trajo la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)». Un plan que equiparó la titulación con el resto de carreras, dado que Enfermería pasó de ser una diplomatura (3 años)a ser un grado (4 años), con lo que se abrió también la vía de la investigación. «Y no podemos obviar que lo que hemos vivido con la pandemia y el modo en que se ha puesto en valor toda la labor sociosanitaria», añade Blanco.
En este sentido, la Facultad de Medicina parece un reflejo de Enfermería. Se han prematriculado 181 alumnos más que el pasado año. Exactamente 4.788 para sólo 120 plazas. «A raíz de la crisis sanitaria se ha constatado la necesidad que hay de médicos y Valdecilla es un referente», detalla Samuel Cos, decano del centro.
Daniel Castro
Director de la Escuela de Caminos
Beatriz Porras
Decana de la Facultad de Ciencias
En la misma línea se ha comportado la demanda hacia el grado de Ingeniería Civil. Un caso que es más llamativo aún porque es una titulación que desde la crisis del ladrillo en 2008 venía acumulando falta de interés por parte de los estudiantes. «La obra civil se ha recuperado y desde la propia Escuela de Caminos se ha hecho muy buena comunicación para transmitir todo lo que ofrece la titulación. Estamos viendo los frutos de todo ello», explica Daniel Castro, director del centro, el más antiguo del campus de Las Llamas.
La excepción se encuentra en la Facultad de Ciencias. Titulaciones como el grado en Física, el doble grado en Física y Matemáticas o el grado en Informática han experimentado una leve caída de la demanda para el próximo curso. «No es que sea importante, estamos hablando de que el pasado año hicieron la primera preinscripción en el doble grado 231 alumnos y este año han sido 172;pero en todo caso la demanda continúa siendo mucho más alta que la oferta, porque en esa titulación sólo entran 12 estudiantes en el primer curso», razona Beatriz Porras, decana de la facultad.
Quizá esa ligera caída de las prematriculaciones en estas titulaciones responda a una «vuelta al estado normal» tras la pandemia. «Somos una facultad que tiene mucha demanda de estudiantes de fuera de la comunidad. En Física, un 40% de los alumnos son de fuera. Puede ser que la demanda se vaya circunscribiendo al territorio de origen tras un tiempo, los dos años después de la aparición del covid, en que los alumnos habían optado por moverse por otras universidades de España», agrega la decana de Ciencias, que trabaja ya en planes para ampliar la oferta de plazas.
Los alumnos también estudian el éxito académico de cada titulación con vistas a las matriculaciones. Hay programas que registran altos porcentajes de aprobados y otras donde hay más problemas para superar los exámenes. Un ejemplo del primer caso es el programa internacional Cornell para estudiantes de grado en Ingeniería Civil, llamado así porque se realiza de forma conjunta con la Universidad del mismo nombre en el estado de Nueva York. Aprueban un 100% de los estudiantes. Le siguen los grados de Estudios Hispánicos (97% de éxito), la doble titulación de Administración y Dirección de Empresas y Economía (96%), el grado en Enfermería (95%) y el doble grado de Magisterio en Educación Infantil y en Educación Primaria (94%).
Por contra, las carreras que se encuentran a la cola en porcentaje de aprobados son el grado en Ingeniería de los Recursos Mineros, con un 54% de tasa de éxito;o ingenierías como la Eléctrica (54%), que además tiene una tasa de abandono del 57%, o Mecánica (57% de éxito en aprobados).
Los posgrados continúan también sumando cada año mayor demanda, tanto los títulos oficiales como los propios. Es algo que responde al imperativo de las salidas laborales. Las empresas demandan cada vez más perfiles profesionales diferenciados, que sumen valores añadidos y en ese sentido es fundamental adquirir competencias diferentes al grueso de los egresados. Algo que vuelve a constatar la tendencia que impera en la UC: a más formación, más probabilidades de éxito laboral.
La división por sexos de las carreras sigue siendo una constante, no solo en la Universidad de Cantabria (UC) sino en todo el sistema educativo del país, a pesar de iniciativas que intentan fomentar la apuesta por parte de las mujeres por carreras más técnicas, las denominadas STEM.
Las cifras del alumnado matriculado en la UC reflejan esa división entre chicos y chicas, y mientras ellas se decantan más por titulaciones del área de la salud, la educación o el derecho, ellos son mayoría en las tecnológicas, en especial las ingenierías. Bajado a cifras, las mujeres son una minoría evidente en titulaciones como Ingeniería en Recursos Mineros, con un 9%. Situación que se repite en otras técnicas: son los casos de Ingeniería Informática, el programa Cornell (la titulación bilingüe en Ingeniería Civil) e Ingeniería Marítima, donde solo un 14% de su estudiantado son mujeres.
En el lado contrario, son mayoría en titulaciones dedicadas a la educación, representando nueve de cada diez estudiantes en el doble grado de Educación Infantil y Primaria, o en Magisterio en Educación Infantil. También en las titulaciones relacionadas con las Ciencias de la Salud, como Enfermería, Ciencias Biomédicas y Medicina, donde las mujeres representan más del 80%.
Esta brecha de género a la hora de elegir una carrera «no ocurre solo en la Universidad de Cantabria» sino que se trata de «algo estructural» del sistema. Aunque «las cifras van avanzando» y son cada vez más mujeres las que apuestan por estas titulaciones STEM, aún son una minoría, señalan desde la Fundación Asti.
Esta realidad tiene su importancia porque las carreras técnicas serán las que más demanda laboral requieran «y habrá muchos trabajos relacionados con la rama STEM. Desde Asti señalan que «las carreras técnicas son para todos».
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