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Pasadas las siete de la mañana del 29 de abril de 2009, dos máquinas taladradoras y una excavadora comenzaron a formar frente a los ... apartamentos de la Urbanización El Encinar, en la playa de La Arena de Isla. En poco más de una hora completaron el vallado perimetral de la finca y a partir de ese momento comenzaron a echar abajo la estructura de lo que iban a ser los 42 hogares de la primera fase de este complejo residencial. La constructora paralizó el proyecto tan pronto como se hicieron públicas las primeras resoluciones que hablaban de ilegalidades y los edificios no llegaron a completarse. Aquel día, después de una década de conflictos judiciales y noches sin dormir por parte de los afectados, se ejecutaba por primera vez una sentencia de derribo en Cantabria. En concreto fueron dos.
Mientras empezaba a caer el hormigón en Arnuero, a ocho kilómetros de allí, en Bareyo, los abogados de Domingo Herrero trataban de frenar que pasara lo mismo con el local que este hombre tenía frente a la playa de Ajo. Fue imposible. 'El chiringuito de Mingo', que se había convertido en uno de los emblemas de la Asociación de Maltratados por la Administración (AMA), el colectivo de propietarios damnificados por estas irregularidades denunciadas por ecologistas y colindantes, y que en la mayoría de los casos han sido de corte menor, también se deshacía.
Esa construcción con vivienda anexa fue la única de las demolidas hasta la actualidad que en el momento de ejecución de la sentencia estaba habitada. En El Encinar no llegaron a vivir y tampoco en el tercer y último caso ocurrido hasta hoy de estas características. Porque las 214 viviendas que comenzaron a derribarse en agosto de 2016 en El Alto del Cuco, en Boo, aún no tenían permiso de habitabilidad ni servicios fundamentales a pesar de que algunas familias ya las habían ocupado.
Con las de Piélagos, donde previsiblemente en el mes de diciembre concluya la restauración ambiental de los terrenos que se está llevando a cabo, la cifra total de hogares demolidos hasta hoy asciende a 257, de los 835 (621 más las del Alto del Cuco, donde otras 200 se quedaron en proyecto) que tienen o en algún momento han tenido sobre sí la espada de Damocles y cuyos permisos fueron concedidos con Miguel Ángel Revilla al frente de la Consejería de Obras Públicas, aunque en casos como el de Piélagos con el único parabién de los ayuntamientos. Es algo menos de un tercio del total.
Ese porcentaje crecerá próximamente, aunque el Ejecutivo autonómico descarta que sea este mismo año. Ya es seguro que las 102 viviendas de La Arena (también en Arnuero) serán reducidas a escombros cuando el Gobierno concluya la construcción de los hogares que las sustituirán, en el horizonte de 2022. Según AMA, ahora quedan 386 expedientes abiertos, después de estas demoliciones y un puñado de regularizaciones como las 110 de Miengo. Algunos podrán legalizarse con los nuevos planes urbanísticos, pero al menos 17 casas de Cerrias -están a menos de 100 metros de la línea de costa de Piélagos- y 11 de Argoños tampoco tendrán salvación.
Isla 2009
Isla 2019
El 29 de abril de 2009 se ejecutaron dos de las tres órdenes judiciales que hasta ahora han acabado en derribos. Las máquinas fueron más madrugadoras en la urbanización El Encinar de Isla (Arnuero), donde echaron abajo 42 viviendas que aún estaban en estructura. Ahora, aquel terreno es un descampado de hierba sin ningún uso.
Ajo 2009
Ajo 2019
El chiringuito de Mingo, el negocio y el hogar de Domingo Herrero, se convirtió en uno de los símbolos de la problemática de los derribos en Cantabria. También el 29 de abril de 2009 fue reducido a escombros. En la finca donde se encontraba, en Ajo (Bareyo), la vegetación ha crecido de forma descontrolada y se acumula basura.
El Cuco 2016
El cuco 2019
Una sentencia judicial obligó al Ayuntamiento de Piélagos a devolver a su estado original el Alto del Cuco, donde se habían levantado 214 de las 400 viviendas previstas. La restauración se realiza con el apoyo del Gobierno regional. La primera fase, el derribo, comenzó en agosto de 2016. Antes de diciembre acabará la fase de restauración ambiental.
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