Borrar
El Alto del Caracol, en San Roque de Riomiera, amanecía ayer velado por el humo de los incendios que se desarrollaban cerca de la zona. :: Sane

«Un descuido puede acabar en catástrofe»

Más de 80 incendios se han desarrollado este mes en la región. La mayor parte de ellos se han concentrado en la última semana

Ángela Casado

Santander

Jueves, 27 de diciembre 2018, 07:40

Los valles pasiegos se caracterizan por sus pastos verdes, su ganado y sus empinadas laderas salpicadas de cabañas. Una idílica imagen que cambia por completo cuando los incendios asolan el lugar. Durante los últimos días, el paisaje está velado por el humo. Y tampoco huele a campo. El viento sur y la ausencia de lluvias forman la combinación idónea para que se desaten las llamas. Un cóctel al que solo le falta un ingrediente: la intervención humana. Nunca falla. Un pequeño fuego sin control puede arrasar hectáreas en pocos minutos.

Las zonas altas del Pas, el Pisueña y el Asón eran las ubicaciones que permanecían ayer con cuatro fuegos activos. Dos de ellos, además, se situaban en zonas inaccesibles y alejadas de casas y de población, por lo que desde la Consejería de Medio Rural determinaron que la mejor opción consistía en dejar que se extinguieran por sí solos. La ausencia de árboles, además, impide su rápida propagación. «Estarán vigilados en todo momento, pero los efectivos no intervendrán mientras no suponga un peligro», explicó el director general de Medio Natural, Antonio Lucio. Al ser preguntado por las condiciones meteorológicas más propicias para que se desarrollen los incendios, respondió con contundencia: «El viento sur es un colaborador necesario, pero el monte no arde si alguien no le prende fuego. Además, las personas que los provocan aprovechan cuando ya está anocheciendo y cuando saben que hay menos controles».

Durante diciembre se han desencadenado más de 80 incendios en Cantabria. Y la mayoría de ellos se han concentrado en la última semana. Nochebuena supuso el pico más alto, con un total de ocho focos repartidos por toda la región. «La gente no es consciente de que un pequeño descuido puede acabar en catástrofe», narraba el operario de montes Miguel Casamichana, que ayer por la tarde apagaba pequeños fuegos dispersos con su batefuegos –una especie de pala de caucho que utilizan con este fin– junto a Estacas de Trueba, el puerto que separa la provincia de Burgos. «Algunos focos que se iniciaron la tarde del 24 de diciembre continúan activos hoy –por ayer–», apuntó. Julio Ortiz, un vecino de la zona de Selaya, señalaba las laderas que se veían frente a su vivienda. «La gente no entra en razón, no respetan nada. Se creen que pueden controlar las llamas porque lo han hecho toda la vida y no tienen en cuenta el viento sur». Junto a él, Manuel Ruiz le daba la razón. «Ni siquiera piden los permisos pertinentes. Esto se soluciona quitando ayudas y poniendo multas muy altas», remató.

Sane

Gran operativo

La Dirección General del Medio Natural mantendrá durante los próximos días la alerta máxima por incendios. Una situación que se alargará mientras persistan las desfavorables condiciones meteorológicas –viento sur y ausencia de precipitaciones– en toda Cantabria, salvo en las comarcas de Liébana y Campoo. Para hacer frente al fuego, se prolongará el operativo compuesto por 89 guardas, 28 cuadrillas forestales, seis emisoristas y dos ingenieros forestales.

Medio Natural señaló ayer que los incendios activos no tienen riesgo para las personas, pero son «una agresión significativa» para la biodiversidad y «una amenaza para los trabajadores públicos que intervienen en su extinción». Lucio aprovechó la ocasión para volver a hacer un llamamiento a la prudencia y a la colaboración ciudadana con el fin de evitar cualquier práctica de riesgo, como encender fuegos o quemar restos de vegetación. También pidió cooperación a los vecinos para identificar a los responsables de provocar estas llamas, una práctica que, sin control, puede atentar contra el patrimonio natural.

Lucio recordó que, ante cualquier indicio de incendio o posible identificación de sus presuntos causantes, se avise a la propia guardería de la Consejería de Medio Rural, al 112 o a la Guardia Civil.

Sane
Imagen secundaria 1 - «Un descuido puede acabar en catástrofe»
Imagen secundaria 2 - «Un descuido puede acabar en catástrofe»

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Un descuido puede acabar en catástrofe»