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Sari Arponen, doctora en Ciencias Biomédicas por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Medicina Interna y Nutrición, profesora universitaria y experta en microbiota, participa hoy, a partir de las 19.30 horas, en una nueva sesión del Aula de Cultura de El ... Diario Montañés que acoge el Ateneo de Santander. También experta en enfermedades infecciosas y VIH, Arponen presentará su libro '¡Es la microbiota. Idiota!', publicado esta pasada primavera y que ha alcanzado ya su quinta edición.
El título hace alusión a personas que no encuentran explicación para sus dolores de cabeza recurrentes, hinchazón después de comer, alergias, dermatitis atópica o kilos de más. «Con mucha frecuencia son síntomas relacionados con el desequilibrio de la microbiota, que es el conjunto de microorganismos que tenemos», explica esta licenciada en Medicina por la Universidad de Murcia, que se especializó en Medicina Interna en el Hospital Universitario de la Princesa de Madrid. A lo largo de su trayectoria, Arponen asegura haber comprobado como «una mala alimentación está detrás de la pérdida de bienestar y afecta a la salud».
El estudio de la microbiota supone una revolución en la ciencia y en la medicina porque «no ha llegado a conocerse tanto en la asistencia al paciente o en la práctica clínica en la sanidad pública», señala la autora de este libro, que cree que ha conectado tan bien con el público porque en sus páginas se resumen «las bases para equilibrar la microbiota y los hábitos que podemos incorporar en nuestro día a día para alcanzar un mayor nivel de bienestar».
«Tenemos que dejar de asociar los virus y bacterias con algo negativo. Existe una parte positiva en los microorganismo, necesarios para el bienestar», continúa la doctora. «Puede que el desequilibrio de la microbiota no sea la única causa de la fatiga, migraña o problemas digestivos, pero seguro que está detrás», añade.
Después de ver a muchos pacientes desesperados por sus problemas de salud que no sabían cómo resolver y cuya causa desconocían, la doctora Arponen comenzó a indagar en uno de los aspectos que menos se ha tenido en cuenta en la salud humana. Desde entonces, ha dedicado su carrera al estudio de la microbiota y su impacto en el cuerpo humano.
Ahora, en este libro, comparte todos sus hallazgos en este campo con un lenguaje sencillo, de forma que cualquier persona, relacionada o no con el mundo de la salud, pueda entenderlos.
«La alimentación es un factor fundamental», destaca Arponen, quien considera que, en base a su experiencia, «la mayoría de las personas deberían revisar su alimentación, ya que creen que llevan una dieta saludable, pero seguro que cometen errores que afectan a su bienestar. Se dan cuenta de que hay mucho margen de mejora reduciendo las bacterias malas y equilibrando las buenas».
«Las cosas han cambiado y debemos actualizarnos», detalla la doctora. «Empezando por la pirámide de alimentación recomendada oficialmente, que tiene una base de cereales, que es energía vacía. En realidad la base de nuestra dieta debe ser la verdura porque hoy no se realiza tanta actividad física». Por lo general, alerta de que lo más peligroso para la dieta de la sociedad actual es la forma en la que se han colado los ultraprocesados. «Hay que evitar todos los productos que llevan código de barras y muchos ingredientes y apostar por más mercado y menos supermercado. Comprar materia prima y elaborarla en casa; nada de procesados», indica.
Arponen posee además un máster en Psiconeuroinmunología Clínica por la Universidad Pontificia de Salamanca y es experta universitaria en nutrición. Tras casi veinte años de experiencia clínica en la sanidad pública española, en la actualidad se dedica a la formación y divulgación en el ámbito de la microbiota y la medicina del estilo de vida. También pasa consulta aplicando un enfoque basado en la medicina evolutiva y sus conocimientos sobre la microbiota y es cofundadora de 'Slow Medicine Revolution', una plataforma de divulgación sobre salud y estilo de vida con perspectiva evolutiva.
Durante los veinte años de trayectoria y estudio que acumula en su trayectoria, la doctora Arponen ha comprobado que en la edad adulta es recomendable el ayuno intermitente, comer menos cantidad y con menos frecuencia. «Los adultos no deben comer más de dos o tres veces al día y es saludable practicar un ayuno intermitente, ya que muchos estudios de longevidad demuestran que es beneficioso una sola comida al día», razona. Además, defiende que es necesario que «el ayuno nocturno dure, mínimo, entre doce y trece horas para lograr un reposo digestivo adecuado. En nuestra sociedad comemos demasiadas veces y demasiada cantidad», concluye.
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