«Desfilar en el Pilar me ayuda en las pasarelas»

-Por ahora tiene clara cuál es su profesión, guardia civil. ¿Ha sido siempre así?

-Sí. Desde muy pequeño siempre me había imaginado como policía.

Siendo un niño, lo que más me llamaba la atención eran los coches patrulla, las persecuciones, el material... Cuando creces, eso pasa a un segundo plano para focalizar más el interés en la ayuda desinteresada, el trato con la gente, que los demás se sientan seguros al verte o hacer de los sitios un lugar mejor.

-¿Cómo surge el salto del cuartel a la pasarela?

-De manera inesperada. El departamento de prensa y comunicación de la Guardia Civil, a finales de abril, colgó en sus redes sociales una fotografía mía de cuando estaba destinado en el Grupo Antiterrorista Rural, en Guipúzcoa. La foto se vuelve viral y hasta aquí me ha traído. Al ver la repercusión, decido abrir una cuenta en Instagram, que es descubierta por un rastreador de una de las agencias más prestigiosas del mundo. Al momento me proponen ser modelo. ¡Lo más sorprendente es que hubo más propuestas de otras agencias! Lo consulté en casa y con mis superiores. Con su visto bueno, me lancé. Mi primera experiencia fue en el desfile de Moda Cálida, en Gran Canaria, en junio. Me dieron una clase rápida el mismo día, pero el haber desfilado el Día del Pilar me está ayudando para tener soltura.

-¿Dónde hay más peligro, sobre la pasarela o patrullando?

-¡Patrullando las calles! España es un país en el que nos ha tocado convivir con el terrorismo en primera persona desde hace muchos años. A eso hay que sumarle toda la delincuencia común que acecha en cualquier esquina. Obviamente este es un trabajo por el que tienes que tener vocación y admiración.

–¿Le reconocen por la calle? Tiene 62.000 seguidores en Instagram. ¿No le da vértigo?

–Sí, hay personas que a veces se acercan a saludarme. La verdad es que es todo un halago y no puedo estar sino agradecido. Respecto a Instagram es una herramienta que llevo utilizando poco tiempo. La abrí en mayo, pero igual que con la gente que quiere saludarme, sólo puedo estar agradecido por todas las muestras de cariño. Soy una persona muy extrovertida y me siento cómodo en este mundo. En Instagram cuelgo fotos de mis dos perfiles profesionales y algo de la vida personal, con cuidado de que no se les vea la cara a los niños, pero que se sienta cómo soy yo. Sin engañar a nadie. Esta es mi vida y por ahora no me agobia.

–Tiene tres hijos. ¿Cómo concilia su doble trabajo y la familia?

–Bueno, ¡pues teniendo una mujer espectacular! La verdad es que tanto mis jefes como la agencia de modelos me lo ponen fácil. A ello sumo lo anterior y me da una combinación perfecta. Trabajo a turnos. Los días que tengo libre la mañana, preparo desayunos y llevo al cole a los niños, además de desempeñar las tareas de toda la rutina que conlleva una familia. Si me toca viajar, voy yo solo, pero vuelvo en el día.

–¿Cómo le está resultando el mundo de la moda? ¿Qué es lo que más le está sorprendiendo?

–Creo que el adjetivo más acertado sería 'fascinante'. Es increíble ver toda la gente trabajando para que no falte un detalle. Me sorprende que aunque es un mundo que puede parecer fácil, está lleno de sacrificio y disciplina, que requiere de lo que yo llamo mi estilo de vida: alimentarse bien, hacer ejercicio, etc.

–Vive en Aguilar de Campoo, un pueblo palentino de apenas 7.000 habitantes. ¿Dónde ve su futuro?

–Bueno, no miro tan lejos, la verdad. Soy una persona que me gusta disfrutar el día a día, vivir cada momento, y lo que tenga que llegar, llegará.

–Usted saltó a la fama como parte de una campaña de la Guardia Civil para acercarse más a la ciudadanía. ¿Cómo ve esa relación?

–Creo que funciona, ¿no? Las redes sociales están ahí para darse a conocer, empatizar, romper estereotipos. Desde mi punto de vista, lo están haciendo a la perfección. Siento que somos queridos. Y las encuestas respaldan este sentimiento. Los resultados apuntan a que es la institución mejor valorada de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

–Estuvo en Barcelona durante dos semanas en uno de los momentos más complicados, a raíz del 1 de octubre del año pasado. Tiene que ser duro sentir tanto rechazo sólo por ser guardia civil.

–He de reconocer que después de estar siete años destinado en el Grupo Antiterrorista, mi cabeza ya está hecha a ese tipo de situaciones. Desde luego que no son momentos ni situaciones agradables, pero ahí es donde entra en juego tu profesionalidad. Está claro que no es lo mismo ir casi tres semanas y marcharte que quedarte y vivir allí. Hay muchos compañeros en esa situación y sólo me queda transmitirles mi apoyo y desearles lo mejor.