Desinfectado el Palacio de Exposiciones para usarlo de hospital ante un repunte «extremo e improbable»

Los expertos del Servicio Cántabro de Salud están convencidos de que no será necesario. Sólo en el escenario más «extremo e improbable» que dibujan los modelos de proyección de avance del coronavirus en Cantabria, cuando la capacidad los hospitales públicos y privados y del resto de espacios que pueden habilitarse en los próximos días se viera superada, el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander se convertiría también en un centro de recepción de enfermos. Una especie de hospital de campaña como el que se ha instalado en Ifema que, si los peores pronósticos se cumplen, ya estaría preparado para en cuestión de horas completar el montaje de 200 camas adicionales.

Durante la mañana de este jueves, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) prolongaron su estancia en la comunidad autónoma para desinfectar el edificio. «Sólo por si fuera necesario», apuntaron desde la Delegación del Gobierno, en línea con el vicepresidente Pablo Zuloaga, que precisó que la intención de las administraciones con este movimiento es ganar tiempo y adelantarse a cualquier escenario. Un total de 58 efectivos de Quinto Batallón de Intervención en Emergencias de la UME dotados con 18 vehículos se afanaron en acondicionar el Palacio de Exposiciones antes del repliegue a su base en León. También el Ayuntamiento de Santander está colaborando en estas laboras. «En estos momentos no hay colores políticos, los responsables públicos trabajamos conjuntamente para proteger la salud de los ciudadanos», subrayó la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones.

El Servicio Cántabro de Salud trabaja en distintos escenarios sobre la evolución del coronavirus. En estos momentos hay 400 camas en los cuatro hospitales públicos para este tipo de pacientes, pero la cifra puede ampliarse hasta las 850 plazas en un primer momento y posteriormente hasta superar las 1.000. Para ello, se ampliarán espacios en Valdecilla, Laredo y Sierrallana, y se sigue trabajando en la ampliación de habitaciones en Liencres.

Lo que sí es segura es la puesta en marcha de la residencia de Meruelo como centro para recibir y prestar asistencia a mayores procedentes de otros geriátricos que hayan dado positivo. Se hará ya mismo, porque la idea es que hoy entren los primeros usuarios de una instalación que tendrá capacidad para 60 personas.

También dentro del escenario más extremo, el Gobierno ha planificado utilizar para acoger enfermos algunos de los hoteles de las cadenas que ya han manifestado su intención de colaborar. Serían convalecientes en la última fase de recuperación, con el fin de dejar camas libres en los hospitales a los pacientes más graves.

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