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Nacho González Ucelay
Santander
Miércoles, 19 de junio 2024, 12:32
Una investigación iniciada en Cantabria, continuada en el País Vasco y culminada en Cataluña ha permitido a la Guardia Civil desmantelar en esta última comunidad autónoma uno de los laboratorios de droga sintética más sofisticados de España en el curso de una operación en la que han sido detenidas una decena de personas –cuatro en Vizcaya, cuatro en Barcelona y dos en León– e intervenidas cantidades muy importantes de sustancias estupefacientes; 70 kilos de metanfetamina cristal y cerca de 2 toneladas de precursores de droga.
Bautizada con el curioso nombre de 'Heisenberg VI-Cabarna', la operación, ya terminada, ha sido revelada en el transcurso de una rueda de prensa celebrada esta mañana en Vitoria (Álava) y en la que han participado las delegadas del Gobierno en el País Vasco y Cantabria, Marisol Garmendia y Eugenia Gómez de Diego, el general José Antonio Mingorance y los jefes de la policía judicial de la Guardia Civil de País vasco y Cantabria, los capitanes José González –principal responsable del operativo– y Alfonso Serrano.
De acuerdo con su relato, la investigación arrancó el año pasado, cuando efectivos de la Guardia Civil de Cantabria averiguaron que una persona con residencia en Vizcaya a la que relacionaba con una investigación propia estaría recibiendo grandes cantidades de droga de un transportista de otra organización asentada en Barcelona.
Comoquiera que esta información coincidía con la que por su cuenta habían recopilado efectivos de la Guardia Civil de Vitoria, ambos cuarteles decidieron acometer una investigación conjunta que, poco a poco, comenzaría a dar resultados.
Según han explicado los capitanes, las pesquisas realizadas llevaron a los investigadores hasta Granollers, donde descubrieron un sofisticado laboratorio itinerante (fue localizado en Cataluña pero antes había estado en Vizcaya y, antes todavía, en León) en el que la organización criminal elaboraba droga que posteriormente distribuía por varias provincias españolas (Alicante, Vizcaya, Valencia o Andalucía) así como por distintos países de la Unión Europea.
Y no en cantidades menores. En la operación se intervinieron 70 kilos de metanfetamina cristal y polvo, 790 litros de metanfetamina en distintas fases de cristalización, 60 litros de Piperonyl Methyl Ketone (PMK) y de Fenil Metal Propanona (BMK-P2P) –son dos de los principales elementos para la fabricación de la anfetamina–, 112 kilos de otros precursores y sustancia de corte en polvo y más de 1.700 litros de otras sustancias precursoras para la elaboración de anfetamina y metanfetamina. En total, material más que suficiente para sintetizar entre 5 y 10 kilos diarios de droga para alcanzar una producción final de 1,5 toneladas de estupefacientes.
Por la cantidad de droga producida, por el producto terminado incautado, por la calidad del montaje y por los conocimientos del operador, «se puede afirmar que estamos ante uno de los más complejos y sofisticados laboratorios descubiertos hasta ahora», han explicado los capitanes, que han precisado que como consecuencia de esta operación, que ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Número 1 de Granollers (Barcelona), han sido detenidas diez personas.
En el éxito de la 'operación Heisenberg VI/Cabarna', por la que ayer se felicitaron las autoridades políticas de País Vasco y Cantabria, han tenido mucho que ver los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria, cuya participación en el caso ha resultado determinante.
Primero, descubrieron que un individuo al que estaban investigando en una operación paralela por traficar con importantes cantidades de droga en la localidad de Castro Urdiales y sus alrededores estaba vinculado con una organización que se dedicaba a la elaboración y distribución de droga a la escala ya contada. Y luego, colaboraron activamente en la investigación coordinada por la Guardia Civil de Vitoria con «misiones técnicas» efectuadas para posibilitar el seguimiento y la vigilancia de los sospechosos sin que estos, que estaban al parecer obsesionados con su propia seguridad, se percataran de la presencia policial realizando para ello largos y recurrentes desplazamientos a numerosas provincias que les mantuvieron alejados de sus domicilios durante muchos días.
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