El despertar de los matemáticos
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Las profesiones vinculadas al tratamiento de datos, la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías han impulsado en los últimos años el interés por unos estudios que eran minoritariosTodo el nicho de empleos generados alrededor del tratamiento de datos (big data), la inteligencia artificial, la supercomputación y el infinito universo de las nuevas tecnologías ha despertado en los últimos años un interés inédito por las Matemáticas, que se han convertido en uno ... de los estudios universitarios más demandados de España. Los jóvenes hacen cola a las puertas de las facultades para convertirse en los herederos de Pitágoras, Descartes y Arquímedes del siglo XXI. La Universidad de Cantabria (UC) no ha vivido ajena a este repentino e imparable auge. Las cifras dan fe de ello y en sólo seis años el número de alumnos de nuevo ingreso en el grado de Matemáticas se ha multiplicado por tres al pasar de los 17 alumnos del curso 2012/2013 a los 51 del actual, el 30% de ellos de fuera de la región. En los tres últimos años se han agotado las 48 plazas de primer curso disponibles y ha habido que echar mano de la nota de corte para seleccionar los ingresos, abriéndose listas de espera cada curso más numerosas. Este interés creciente llevó a la institución académica a poner en marcha el doble grado de Física y Matemáticas en el ejercicio 2014/15: las doce plazas que se ponen en juego cada curso se han llenado desde entonces.
El repunte se observa muy gráficamente en la nota de corte (la nota de acceso más baja de entre todos los estudiantes admitidos): se ha pasado del 5,3 que tenía el grado de Matemáticas en el curso 2016/17 al 9,4 del presente ejercicio. «Y hay unos cuantos alumnos que tuvieron en la EBAU (Selectividad) una nota por encima de 12», resalta Mario Fioravanti, vicedecano de la Facultad de Ciencias y profesor de la UC. Mientras, el corte en el doble grado no ha bajado de 12,5 en su precoz historia, llegando incluso el pasado año hasta 13. Tal volumen alcanzan las solicitudes de ingreso, que este curso hubo 197 alumnos en lista de espera para acceder a los estudios de Matemáticas por si fallaba alguno de los aceptados, de los cuales un centenar habían elegido esta carrera como primera opción. Por su parte, en la doble titulación, la cifra llegó a 114 estudiantes cuando sólo podían acceder 12.
Fioravanti considera que este fenómeno es «un reflejo de la evolución de las necesidades sociales: la tecnología y el aprovechamiento de los recursos que nos permiten hacer modelos, estudios de grandes cantidades de datos, demuestran la necesidad de que haya personas cualificadas con conocimientos sólidos de Matemáticas y Estadística. Hasta ahora el futuro laboral de los estudiantes estaba ligado sobre todo a la docencia en Secundaria, pero el abanico se ha abierto. Cada vez hay más trabajos relacionados con el big data, la inteligencia artificial, la supercomputación o centros de investigación que involucran a equipos multidisciplinares puestos todos ellos en los que los matemáticos son muy valiosos. Su perfil, por su capacidad de enfrentarse a problemas complejos, saber elegir unas variables que son más relevantes que otras, buscar soluciones y modelos para situaciones variadas, está muy bien valorado».
Mario Fioravanti | Vicedecano de la Facultad de Ciencias
Una demanda que parece no tener límite porque «en el mundo en el que vivimos, el de las nuevas tecnologías, van a ir surgiendo nuevos problemas y los matemáticos van a ser fundamentales», destaca el docente. «En las ofertas de empleo donde buscan personas con vocación científica, están los físicos, los informáticos, los ingenieros y ahora siempre los matemáticos», añade. Esto hace que la inserción laboral de los graduados sea muy alta. «Es una de las profesiones que en los últimos años ha tenido una menor tasa de paro», refleja Fioravanti. Trabajando sin necesidad de marcharse de Cantabria, en, sobre todo, empresas vinculadas a la informática. «Otra cosa es que los sueldos sean buenísimos, que no lo son, pero eso tiene que ver con la coyuntura económica general. Además, el que empieza tiene que hacer méritos, ya sabes», incide el profesor, que destaca que incluso hay alumnos de la UC que están trabajando antes de terminar la carrera. «A veces nos encontramos con la preocupación de que se retrasan en completar los estudios debido al trabajo», advierte.
Paula Desiré Valdor y Sergio Remírez escuchan con atención las explicaciones del profesor Fioravanti. Como si fuera una clase más. Son dos jóvenes que, voluntariamente, han decidido meterse en 'problemas'. Ella estudia 2º curso del doble grado de Física y Matemáticas. Sólo un 30% de mujeres lo hacen en España. Otra cifra más que refleja la brecha de género que existe en las carreras de vocación científica. Él, procedente de Pamplona, ha empezado este año la carrera de Matemáticas tras un intento frustrado el pasado al no lograr plaza en «ninguna facultad» de España. Pero no cejó en el empeño y aprovechó el tiempo para cursar un año el grado de Telecomunicaciones en Navarra y mejorar su nota de acceso... Y logró acceder.
Paula Desiré Valdor | Alumna de 2º de Física y Matemáticas
Valdor recuerda que «desde pequeña» quería estudiar Física porque la llamaba mucho la atención todo lo relacionado con el Universo, aunque cuando se implantó la doble titulación decidió enfocar su elección hacia ella «porque creo que son dos ramas bastante complementarias. Las Matemáticas son la base de todas las ciencias». Y no se arrepiente: «Me está gustando mucho», dice.
Su padre es ingeniero y su madre enfermera, así que no encontró «reticencias» cuando se decantó por estos estudios, aunque sí entre sus amigos. «Me preguntaron: ¿Por qué haces esto? ¿estás loca? Desde fuera nos ven como a frikis», indica. «Hay mucho desconocimiento entre la gente sobre lo que son las Matemáticas. No se trata de resolver integrales, que eso lo puede hacer un programa informático perfectamente, nos enseñan a razonar», continúa Valdor. Remírez intercede irónico. «Mis amigos querían ser policías, bomberos... y yo matemático. Entonces, la pregunta del millón es ¿para qué estudias eso? ¿qué te explican ahí? Pues me enseñan cómo demostrar lo que a ti te han dado como sabido. Con las Matemáticas te das cuenta de que todas las verdades absolutas que te han ido contando a lo largo de tu vida, son realmente verdades a medias o incluso llegan a ser mentiras. Es lo que te explican en estas carreras. Y que cosas que son muy sencillas a simple vista, son muy difíciles de explicar o de demostrar», reflexiona.
Sergio Remírez | Alumno de 1º de Matemáticas
Fioravanti considera que no hay un perfil «concreto» de estudiante de Matemáticas, aunque admite que comparten «un cierto nivel de introspección, de pensar, reflexionar, analizar la situación». «Fuera de esto -añade- hay un abanico muy amplio de perfiles, como en cualquier otra ámbito». Remírez destierra tópicos. «Hay muchos estigmas sociales. No somos frikis ni asociales, simplemente gente normal a quienes nos gustan las Matemáticas o que las hemos decidido estudiar porque hay demasiados ingenieros y hay que empezar a abrirse a otro tipo de carreras», explica. Ni frikis ni cerebritos. «Es una carrera de constancia y trabajo, no hace tener una cabeza privilegiada», refleja. Teoría a la que se apunta Valdor. «Siempre digo que no hay que ser muy inteligente para hacer el doble grado, sólo una persona curiosa y con ganas de aprender. Te deja tiempo para otras cosas -ella desarrolla también una brillante trayectoria deportiva-. La única exigencia es llevar las cosas día a día, no las puedes dejar para el final», indica.
El profesor coincide en esta reflexión de su alumna. «Es así, en las Matemáticas no vale estudiar las dos últimas semanas porque no son materias que se aprendan de memoria, sino que exigen una comprensión de conceptos para que no te parezca chino. A la vez que aprendes ideas, aprendes lenguaje, procedimientos, convenciones... Y eso exige constancia», afirma.
Valdor cree que «lo bueno» de esta ola de que cada vez haya más gente que quiera estudiar Matemáticas es que «se está desterrando esa visión confundida que existía alrededor». Igualmente, piensa que las campañas de divulgación para acercar estos ámbitos a la sociedad y series de televisión como 'Big Bang Theory' «han ayudado a derribar estigmas».
Ella asegura que la gustaría dedicarse a la investigación. De hecho es uno de los motivos por los que decidió estudiar la doble titulación, «porque te abre los campos, las dos vertientes». Y él también visualiza su futuro hacia la investigación y añade además la docencia universitaria. Con su talento, esfuerzo y pasión, seguro que les salen las 'cuentas'.
Las plazas que oferta la UC en los estudios de Matemáticas se muestran insuficientes para absorber la demanda. ¿Se puede aumentar la oferta? «Requiere más espacios físicos, más recursos y más profesorado», responde Fioravanti. «En el doble grado –12 plazas– no lo recomendaría. Los alumnos hacen un esfuerzo más intensivo en una carrera que no es fácil y creo que aquí se tiene que ser un poco selectivo», indica. Pero en el grado «se podría crecer», aunque la clave es «el tema presupuestario», el talón de Aquiles de cualquier campus público. Desde la UC se apunta que son decisiones que requieren de una reflexión «en profundidad», con la mirada puesta en «el medio-largo plazo», sin dejarse llevar por la «variabilidad» de las modas.
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