El Seve Ballesteros recupera la normalidad tras una mañana de vuelos cancelados por la niebla

Y siguieron los problemas, porque tampoco pudo tomar tierra el vuelo de Iberia procedente de Madrid, que se fue a Bilbao para poder aterrizar. Y como estos aviones no han podido llegar, las salidas posteriores también se han ido cancelando.

En el aeropuerto cántabro, numerosos pasajeros afectados por estos desvíos fueron recibiendo alernativas para emprender sus viajes o reclamar sus billetes.

Numerosas personas han perdido sus enlaces en el aeropuerto madrileño. La compañía Iberia les fletó un autobús para ir por carretera al aeropuerto de Bilbao y, desde allí, volar a Madrid, pero muchos ni siquiera se subieron porque ya no llegarían a tiempo. Es el caso de Serafín Gómez, que tenía un billete para volar de Madrid a Guatemala «y ya lo he perdido. Pero este problema de falta de visibilidad no lo puede evitar nadie». También se suceden las quejas por la «mala organización», como las que expresa Rafael de la Gándara, otro que iba a coger el primer vuelo Santander-Madrid para después enlazar con otro a Gran Canaria. «En el Seve Ballesteros, sabiendo que el avión que venía de Madrid no llegaba y que no iba a poder despegar después, nos han dejado facturar las maletas igualmente, y ahora tenemos que esperar para recuperar nuestro equipaje. Y aquí estamos fuera, chupando frío esperando que llegue el autobús para ir a Bilbao».

También estaba Eulogio Martín, que había acudido al Seve Ballesteros para recibir a unos familiares procedentes de Brasil, que han sumado horas a su ya largo viaje con el desvío del vuelo Madrid-Santander, «están agotados, pero qué se le va a hacer».

Una joven que iba a coger el vuelo Santander-Roma a las 09.25 indicó que la compañía Ryanair le había ofrecido esperar unas horas a ver si la niebla se disipaba y se retomaba la ruta, «de momento hay que esperar que el avión pueda aterrizar aquí sobre las doce y, entonces, tal vez podríamos ir a Roma». Ella es una de las que ha podido volar a Italia con el avión que ha aterrizado al mediodía en Santander.

La niebla también ha condicionado el tráfico por carretera. Hasta este mediodía, hubo un tramo de veinte kilómetros de la A-8, entre Cabezón de la Sal y Pesués, afectado especialmente por la escasa visibilidad, indicado en el mapa de la DGT.