Detenido por robar imágenes íntimas a sus compañeras de trabajo y publicarlas en internet

La primera denuncia, que puso en marcha la investigación, llegó en junio. Una chica aseguro a la Policía Nacional que alguien había creado un perfil falso en redes sociales para hacerse pasar por ella y compartir fotografías íntimas que sólo ella y su expareja guardaban. Las visitas a la Jefatura de La Albericia se sucedieron en días posteriores, cuando la publicación de ese material continuó en varios perfiles falsos. La chica mantuvo siempre las sospechas sobre su exnovio porque sólo ellos dos poseían ese material, por lo que la investigación siguió ese curso en un inicio; aunque no terminaban de encajar todas las piezas.

El exnovio insistía en negarlo todo, por lo que la investigación estudió las conexiones por internet que se habían utilizado para subir el material gráfico, y se pudo comprobar que, efectivamente, no era él quien publicaba esas fotos. La persona titular de los perfiles falsos denunciados era una mujer, y es a partir de este punto que las pesquisas se complicaron.

El enemigo en el trabajo

«Los agentes comprobaron que la mujer residía con varias hijas y el novio de una de ellas, que a su vez era compañero de trabajo de la denunciante, con la que además mantenía una muy buena amistad. «Eso le convirtió en un potencial investigado», explican fuentes del Cuerpo.

La víctima confesó a los agentes que en algún caso le había prestado su móvil a este compañero para realizar alguna llamada «porque me había dicho que el suyo no funcionaba». A todo esto hay que sumar, dice la Policía, que el investigado «era conocedor de la denuncia que la mujer había formulado, de su estado anímico a consecuencia de esos hechos, así como del desarrollo de la investigación, incluidas las sospechas iniciales que habían recaído sobre la expareja de ella».

Finalmente, los investigadores reunieron suficientes pruebas para atribuirle la autoría; pero la investigación continuó con el fin de comprobar si se trataba de un caso aislado, o por el contrario había más hechos, «y se localizó e identificó a otras ocho mujeres a las que había hecho lo mismo». Tomaba su teléfono prestado aprovechándose de la buena relación y luego publicaba las imágenes en perfiles falsos de redes sociales. Estas ocho víctimas también presentaron denuncia por estos hechos.

Cuando se reunieron todas las pruebas, y una vez determinada la autoría de todos estos hechos, se procedió a su detención, y una vez finalizadas las correspondientes actuaciones policiales, y concluido el atestado, fue puesto a disposición judicial.

Al investigado le fue intervenido su teléfono móvil, ya que es con el que supuestamente creó los perfiles falsos y publicó el material gráfico de naturaleza íntima de sus víctimas.