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D. M. | S. Osorio
Santander | Bilbao
Martes, 14 de noviembre 2023, 11:36
La Guardia Civil y la Ertzaintza han detenido a cinco personas en Cantabria y Bilbao acusadas de pertenecer a una banda criminal especializada en robos con fuerza en viviendas.
Según ha informado la Benemérita en un comunicado, este operativo conjunto, denominado 'Habitat-Mena2', ha permitido ... desmontar parte de la organización a la que se le atribuyen hasta 42 delitos de robos violentos en viviendas en la mitad norte de la Península. La investigación, no obstante, continúa abierta.
En las últimas semanas, en un operativo coordinado y ejecutado por el Servicio de Investigación Criminal Territorial de Álava de la Ertzaintza y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, se llevaron a cabo cinco registros domiciliarios en Bilbao y Cantabria, los cuales han culminado con la detención de cinco integrantes de la banda y la intervención de dos vehículos donde se han encontrado herramientas utilizadas habitualmente para acceder, ilícitamente y con el empleo de la fuerza, a las viviendas; también joyas, dinero, terminales telefónicos y otros enseres, cuya procedencia y origen está siendo cotejado.
Aunque la investigación sigue abierta -no descartándose nuevas detenciones y esclarecimientos-, con esta operación se han atribuido a este grupo criminal 42 robos con fuerza, en Álava, Bizkaia, Burgos, Cantabria, La Rioja, león, Madrid, Navarra, Palencia, Soria, Valladolid y Zaragoza.
Portavoces de la Policía vasca han explicado que se trata de un grupo «itinerante, organizado y disciplinado, extremadamente activo, con un claro reparto de funciones entre sus integrantes, y que emplea fuertes medidas de seguridad, así como el mismo modus operandi». Los delicuentes no dudaban en realizar largos desplazamientos para perpetrar los delitos. Para establecer sus objetivos y conocer perfectamente los mismos, estudiaban su ubicación, vías de escape, presencia policial, horarios y rutinas; siendo habituales las primeras viviendas –unifamiliares especialmente- las que asaltaban durante la ausencia de sus propietarios.
Por la ventana
Para ello, empleaban numerosos vehículos en los que sustituían las placas de matrícula originales. Uno de los componentes siempre se encontraba al volante para facilitar la huida, otro se desplegaba en labores de vigilancia, mientras el resto operaba, forzando ventanas para acceder al interior de las casas.
Una vez dentro, eran rápidos. Según señalan las mismas fuentes, removían cajones y armarios, haciendo acopio de dinero, joyas y objetos pequeños, pero de gran valor, de fácil transporte para su posterior introducción y venta en el mercado negro.
Guardia Civil y Ertzaintza venían investigando en sus respectivos territorios, y por separado, un incremento de robos perpetrados este año en el interior de viviendas. Los hechos crearon gran malestar entre las víctimas y un clima de inseguridad entre los vecinos que temían por sus propiedades, ante la aparente impunidad y rapidez con la que los asaltantes cometían los ilícitos. Además de los logros por la propia investigación, la colaboración ciudadana resultó determinante para seguir una clara y definida línea de investigación. Las pesquisas y averiguaciones llevadas a cabo sobre determinadas personas se hicieron coincidentes entre ambos cuerpos policiales, coordinando las informaciones a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco).
A partir de ese momento se aunaron esfuerzos y conjuntamente continuaron las indagaciones, que ya se centraban sobre la presencia de un activo grupo delictivo, posiblemente asentado en el norte peninsular. Los innumerables seguimientos discretos realizados con equipos mixtos de ambas unidades permitieron conocer las importantes medidas de seguridad empleadas por el grupo para dificultar la labor policial. Los operativos de Ertzaintza y Guardia Civil consiguió determinar y constatar la identidad de sus integrantes, los múltiples y habituales cambios de domicilio -en corto espacio de tiempo y en ocasiones en subarriendo de habitaciones-, y los numerosos vehículos que usaban en sus desplazamientos, en los que era habitual la sustitución reiterada de matrículas para dificultar sus localizaciones.
Como consecuencia de la investigación se les atribuye también la comisión de delitos de falsedad documental en placas de matrícula y pertenencia a grupo criminal. Para los registros, además de contar con un importante despliegue de efectivos, han intervenido Unidades especiales como la Unidad de Intervención de la Ertzaintza, el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, Servicios Cinológicos con guías y canes adiestrados en detección de papel moneda de ambos cuerpos policiales. Las diligencias instruidas, los detenidos y efectos intervenidos, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Villarcayo (Burgos). El grupo, tras ser puesto a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos.
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