Ramales amanece a cinco grados y supera los 30 a las cuatro de la tarde

El tiempo ha perdido el norte. Si hace una semana nos quejábamos porque volvían las nevadas en los primeros compases de la primavera, ahora es el verano el que se asoma al mes de abril. Santander ha llegado a marcar 28 grados a las cuatro y media, y muchos santanderinos han aprovechado para estrenar la temporada de playa un par de meses antes de que llegue el verano. Pero el récord se lo lleva Ramales de la Victoria, donde los termómetros han superado ligeramente los 30 grados a las cuatro de la tarde. Ocho horas antes estaban a 5,6 grados, una oscilación térmica de 25 grados más propia de un desierto que de una tierra como Cantabria.

En Tama ha ocurrido prácticamente lo mismo, con 4,6 grados de mínima y 30 de máxima en seis horas de diferencia. Toda Cantabria ha vivido una jornada de bochorno, aunque las máximas, aparte de las citadas de Ramales y Tama, han estado en San Felices de Buelna (29,3º), Bárcena de Cicero (29,1º) y Villacarriedo (28,6º).

Además el Mar Cantábrico ha exhibido parte de su bravura. Todo el litoral cántabro ha estado este miércoles (hasta las cuatro de la tarde) en alerta amarilla por fenómenos costeros adversos, con olas que hasta cuatro metros.

Los próximos días se mantendrán los cielos despejados. Mañana se esperan algunas nubes dispersas en la mitad occidental y quizá algún chubasco aislado. En la costa habrá bruma al final del día. Las temperaturas tenderán a estabilizarse, subirán las mínimas y bajarán las máximas. La Agencia Estatal de Meteorología prevé que en Potes se alcancen los 27º Centígrados.

Estos días hay que ser especialmente cuidadosos con el fuego en el monte, como advierte el 112 en su perfil de Twitter:

De hecho, las brigadas contra incendios forestales han tenido que intervenir esta tarde en una quema controlada en Hijas que se fue de las manos: