Diecisiete salas de juego pueden abrir a menos de 500 metros de centros escolares

Cantabria cuenta en la actualidad con 40 salones de juego y 8 casas de apuestas. La actual normativa, que tutela el Gobierno regional, establece tres fases previas a obtener la licencia. La primera es un estudio previo de su viabilidad, la segunda es la obtención de la licencia municipal de actividad y la última, una autorización de funcionamiento que debe expedir la Consejería de Presidencia. «En estos momentos tenemos contabilizados 18 expedientes que se encuentran en la primera fase, cinco de ellos en Santander», explica Jezabel Morán, directora general de Interior del Gobierno de Cantabria. Con la aplicación de la nueva ley, que entró en vigor el 1 de enero, no podría haber ninguna sala de juego a menos de 500 metros de un centro escolar. Pero esto no quiere decir que no se vaya a abrir ninguno. De hecho, diecisiete de los dieciocho podrían hacerlo legalmente si superan el proceso y obtienen el visto bueno de la Administración regional. Esto sucede porque la actual Ley del Juego de Cantabria, que fue modificada en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2020, establece que la restricción de distancias tiene un efecto retroactivo de seis meses: todos los negocios que presentaron los papeles hasta junio del año pasado no tiene obligación de respetar la nueva distancia. Solo hay uno, explicó a este periódico Morán, que sí le afecta, porque inició el proceso en agosto.

«Pero no todos seguirán con el procedimiento. Hay expedientes que datan de hacen muchos años», apostilla la directora general de Interior. Para disgusto de los padres y madres, los tres que se proyectan en Santander -los que pusieron en alerta a la FAPA- son de antes de junio, por lo que, si superan todos los trámites burocráticos, no están obligados a respetar la distancia de 500 metros con los colegios. «A partir de ahora -con el endurecimiento legislativo-, ninguno más», aseguró rotunda Paula Fernández, consejera de Presidencia e Interior, el pasado el lunes.

«El Ayuntamiento de Santander no tiene competencia para regular», recalcó ayer la alcaldesa de Santander. «Tenemos que respetar la normativa y lo que querríamos es que no hubiera locales de juego tan cerca de los colegios», aseveró Gema Igual, acompañada por César Díaz. Por eso, el Ayuntamiento no puede hacer nada con los negocios proyectados en la calle Los Ciruelos, de El Alisal, y en la calle Torres Quevedo, en Cazoña. De este último, avisó el pasado viernes el grupo socialista por estar muy próximo a un instituto y dos colegios. «Han dicho que estaba concedida la licencia y se encuentra en tramitación», reveló el concejal de Fomento.

La Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV), que habla de «alarma social» para referirse a las próximas aperturas, ha convocado a todos los colectivos de la zona de Cazoña a una asamblea en su centro cívico «para debatir el modo de actuar» una vez que estas casas de juego abran sus puertas. La cita es el día 20, a las 19.00 horas. El endurecimiento de los requisitos para las aperturas de nuevas salas de juego fue una de las modificaciones recogidas en la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2020 de la Ley del Juego de la comunidad autónoma. Entre lo más destacado se encontraba «la necesidad de incrementar el tipo de gravamen de las apuestas en dos puntos porcentuales, dejándolo en el 12%» y la ampliación de la distancia mínima de 500 metros entre salones de juego -que ya existía- también a bingos, casinos o locales de apuestas. Esa separación también se aplicará a los centros educativos.

Para medir la distancia se recurrirá, como referencia, al recorrido peatonal más corto entre las puertas de acceso. Hay un límite con respecto a centros de Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional y también con las «Unidades de Salud Mental (USM) dependientes de la Consejería de Sanidad o un centro privado subvencionado por esta para el tratamiento de ludopatías». En este caso, será de 250 metros. «Se considera que el régimen de distancias que se plantea atiende a una razón imperiosa de interés general». Eso sí, esta normativa de separaciones no afecta a los locales vinculados al juego ya existentes.

Uno de los puntos donde más énfasis ha puesto el Gobierno, destaca Jezabel Morán, «es en la prevención». La directora general de Interior explica que «las distancias mínimas son medidas de choque», pero insiste en que el Ejecutivo trabaja en otros recursos «que son mejores, por ejemplo, para el control de acceso de menores a las salas». El Gobierno proyecta distintas herramientas. Por ejemplo, un registro de prohibiciones de acceso y uno de admisión de entradas. Algunos ludópatas se dan de alta voluntariamente para que, en caso de que quieran acceder a un local, no les sea permitido. «La intención es crear una aplicación informática que conecte el servicio de admisión con el registro de prohibidos», recalcó Morán, y destaca que «Cantabria es una de las comunidades pioneras en el país».

salones de juego hay en Cantabria. Estos negocios pueden tener máquinas de apuestas.

casas de apuestas específicas hay en la región.