A las diez en casa... por decreto ley

Los cántabros responden con disciplina al adelanto del toque de queda fijado por el Gobierno

Nacho González Ucelay

Santander

Sábado, 14 de noviembre 2020 | Actualizado 15/11/2020 09:07h.

Cantabria se recogió anoche a las diez en punto acatando así la nueva instrucción dada por el Gobierno regional, que el miércoles decidió adelantar a esa hora el toque de queda impuesto a finales de octubre ante el agravamiento de la situación sanitaria como consecuencia de la pandemia del covid-19 y que por aquellos días había fijado entre las doce de la noche y las seis de la mañana.

Iniciado ahora y vigente durante las dos próximas semanas, esto es, hasta el sábado día 28, este nuevo periodo de encierro obligó a revisar otra vez sus horarios de cierre tanto a los establecimientos hosteleros como a las grandes áreas comerciales, que adelantaron la bajada de persianas a las nueve y media de la noche para dar así tiempo a sus clientes y trabajadores a confinarse en casa sin exceder el límite horario establecido.

Todos muy pendientes del reloj, hosteleros y comerciantes comenzaron a recoger a las nueve –algunos, la gran mayoría hosteleros, apuraron hasta y media– de tal modo que, a eso de las diez, las luces que enfocan la vida nocturna de Santander estaban prácticamente apagadas.

La ciudad recuperó entonces ese fantasmagórico aspecto que ofreció durante los peores días de la pandemia, allá por marzo. Parques desiertos, plazas desiertas, calles desiertas... Y silencio. Un silencio casi ensordecedor, impropio de un sábado noche, interrumpido por el ir y venir de algunos vehículos.

Dentro iban los más rezagados, bien porque habían salido del trabajo muy apretados de tiempo, bien porque entre vinos y compras se les había ido la hora dada. También iban quienes comenzaban su jornada laboral nocturna y, en algunos casos, los menos, quienes se creen que el confinamiento no va con ellos.

Vigilancia policial

Para distinguir entre unos y otros, y maniobrar en consecuencia, Policía Nacional y Policía Local establecieron sendos dispositivos de vigilancia en las calles que discurrieron sin que al cierre de esta edición se reportaran incidencias relevantes.

Según explicó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, la Policía Nacional articuló un operativo reforzado con varias patrullas de Seguridad Ciudadana y otras brigadas del departamento para garantizar el cumplimiento del toque de queda a las diez. «Ese operativo se va ajustando según las necesidades que van surgiendo o los posibles incidentes que se pudieran producir, siempre en coordinación con las policías locales».

Policías locales que, igualmente, fortalecieron su servicio nocturno con el objetivo de hacer cumplir la nueva norma vigente «anteponiendo las labores informativas por encima de las sancionadoras por tratarse este del primer día».

Un día de grandes contrastes que con el paso de las horas fue redecorando a su gusto la fiso-nomía de las calles de la ciudad –llenas en una mañana calurosa y vacías en una noche fría– hasta dejarlas como ordena la ley para bien o para mal.

«¡Ojalá cerráramos antes!», suplicaba el encargado de un supermercado deseando irse a casa. «¡Ojalá cerráramos después!», imploraba el encargado de un restaurante ansiando quedarse. Nunca llueve a gusto de todos. Aunque en este caso, no parece que lo haga a gusto de nadie. Si acaso de algún padre feliz por ver a sus hijos a las diez en casa... por decreto ley.