«Hay un 40% de diferencia entre junio del año pasado y este»

Al hablar de los comercios -en las pequeñas empresas de Cantabria, en general-, las panaderías están entre los negocios más afectados por el precio de la luz. Gómez lo explica haciendo un repaso de su infraestructura. De su funcionamiento diario. Tienen hornos de leña, de pellets y de gasoil, pero otra parte es eléctrica. Y a eso hay que sumarle las amasadoras y, en general, todo el resto de maquinaria (que no es poca). Además, el interruptor apenas se apaga en todo el día. Trabajo en tres turnos, prácticamente de las diez de la noche a las siete de la tarde. El contador sumando durante más de veinte horas.

«Es como en una casa, pero a lo bestia». Y más, sabiendo que cuentan con cinco puntos de venta y dos obradores (el principal, en Heras). Así que ese 40% de un año para otro en el recibo (en los últimos estiman que la subida ronda el 20%) es un gasto importante. Y eso que aún están pendientes de la cuenta de julio. «Imagínate. Ahora llegará la factura y, aunque no sabemos con exactitud cuánto será, nos podemos hacer una idea».

¿Soluciones que pueden tomar? «Pues ahora estamos mirando y tenemos el proyecto ya en marcha para poner placas solares en el obrador de Heras y obtener así una parte de la energía. Ya tenemos el estudio hecho», destaca Gómez, que, no obstante, sabe que se trata de una inversión que no permitiría un beneficio «hasta dentro de unos siete años». «Y eso, si todo va bien. Haces la inversión ahora para ahorrar, pero sabiendo que tardarás ese tiempo».

Al menos, se consuela, el sector «ha podido trabajar» en un año complicado para otras muchas empresas con la pandemia y todas sus consecuencias. «Al no poder salir o ir a restaurantes, la gente consumía mucho en sus domicilios y eso se notó en los despachos. Y, en cuanto a la hostelería, que bajó mucho, claro, por los cierres y las limitaciones, ahora están pudiendo trabajar lo que les dejan. Pero todo entre comillas, porque ya veremos qué ocurre los próximos meses».