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Alejandro Rojo abandona la Gerencia de Atención Primaria, justo una semana después de que el presidente Miguel Ángel Revilla marcara su futuro tras conocerse que su nombre figuraba entre los investigados por la Fiscalía por las presuntas irregularidades en los contratos del Servicio Cántabro de ... Salud (SCS). «En el momento en que haya alguna persona imputada del Gobierno, exigiré la dimisión», dijo el líder regionalista, al tiempo que salía de nuevo en defensa de la consejera de Sanidad, María Luisa Real, que por ahora queda al margen del proceso abierto en los tribunales.
Ambos daban por asumidas las responsabilidades por este caso con las dimisiones, el pasado mes de mayo, del gerente del SCS, Julián Pérez Gil, y del subdirector de Gestión Económica, Francisco Javier González, los dos máximos responsables en materia de contratación sanitaria. Sin embargo, la sorpresa llegó a finales de noviembre cuando la Fiscalía remitió la investigación al juzgado tras apreciar indicios de un posible delito de prevaricación administrativa, falsedad documental y malversación de caudales públicos, citando entre los implicados también a Alejandro Rojo y al asesor externo Álvaro Sáenz de Viteri.
8 de febrero de 2018. La jefa de Contratación del SCS envía un correo al gerente y a la consejera en el que describe maniobras sospechosas.
25 de abril. El contenido del email sale a la luz, a través de este periódico, y desata una tormenta política.
10 de mayo. La Fiscalía abre diligencias para investigar, a raíz de las denuncias de IU y del PP.
28 de mayo. El gerente Julián Pérez Gil y su número dos, Javier González, envían por escrito su renuncia a la consejera y aluden a «razones personales y de salud».
31 de mayo. El informe de Sanidad confirma «un indebido fraccionamiento» de contratos. El Gobierno admite «deficiencias contractuales».
4 de agosto. Intervención detecta en las contrataciones del SCS prácticas «prohibidas por ley».
27 de noviembre. La Fiscalía remite la denuncia al juzgado al ver indicios de delito (prevaricación administrativa, falsedad documental y malversación de caudales públicos).
La salida del gerente de Atención Primaria, médico de familia con plaza en el Servicio de Urgencias (SUAP), era más que previsible, sobre todo después de que Revilla le enseñara la puerta de salida de su Gobierno. No obstante, han pasado siete días hasta que ese cese se ha hecho efectivo esta mañana. Su ausencia fue una de las notas destacadas la semana pasada en la inauguración oficial del SUAP de Los Castros, un acto al que acudió la consejera, que aprovechó para «recordar que estamos en un Estado de derecho y que existe la presunción de inocencia, que debe ser respetada». Sin embargo, hoy le recibía en su despacho para despedirle, dejando completamente descabezada la Gerencia de Atención Primaria. Cabe recordar la reciente dimisión también de la directora médica, Cristina Domingo Rico, que formó parte del equipo que llegó al SCS procedente de Osakidetza de la mano de Pérez Gil. Su salida se produjo después de una semana bastante movida en su negociado, con la queja pública de los médicos de familia sustitutos por las guardias de Navidad, el descontento generalizado por el nuevo sistema de admisión en el centro de salud de Vargas (sin mostradores) y un controvertido proyecto de gestión paralizado, el conocido como 'centros en transición'.
Sin gerente, sin directora médica y con una dirección de enfermería casi recién aterrizada, tras la dimisión en bloque este verano del equipo anterior. Ese es el panorama en estos momentos en los despachos de la Gerencia de Atención Primaria, a las puertas de una de las épocas del año de mayor presión asistencial para los profesionales que trabajan en los centros de salud.
Las dimisiones de mayor impacto en el organigrama de la Consejería de Sanidad esta legislatura fueron las del gerente del SCS, Julián Pérez Gil, y el subdirector de Gestión Económica, Francisco Javier González; pero no han sido las únicas. El goteo de salidas empezó en los primeros meses de andadura. Apenas cinco de mandato llevaba la directora médica de Valdecilla María Ángeles Villanueva cuando presentó su renuncia para «volver a la medicina». Era febrero de 2016. En los primeros días de julio de ese año renunciaba el equipo completo de la Dirección de Enfermería del hospital, liderado por Mercedes Rodríguez. Más polémica fue la salida de la directora del Observatorio de Salud Pública, Estela Goicoechea, destacada militante socialista, tras admitir que había mentido en su currículum. En marzo de 2018, también dejó su cartera el exgerente de la Fundación Marqués de Valdecilla Joaquín Ruiz Sisniega, después de que los tribunales le obligasen a devolver 45.000 euros por compatibilizar una pensión total por enfermedad crónica con su sueldo como alto cargo de la Consejería. Las últimas dimisiones se han producido en los últimos meses en Atención Primaria. A la de la Dirección de Enfermería, con Mercedes Carrera al frente, se sumó hace unos días la de la directora médica, Cristina Domingo Rico. Eso sin contar las renuncias de otros puestos de segunda fila, como la coordinadora de Admisión y la de Formación del área.
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