El dinero mexicano que ya está en Cantabria

Por eso, el programa de trabajo incluyó reuniones de trabajo con los directivos de algunas de las firmas que ya operan en la región, pero también con nuevos y potentes grupos empresariales de primer nivel para captación de negocio. En el horizonte hay varios proyectos, como el del teleférico de Vega de Pas o numerosas construcciones de viviendas, en los que podrían estar interesados algunos inversores mexicanos.

La presidenta de Cantabria aprovechó su viaje a México para reunirse en Veracruz con Francisco Ruiz, Javier Ruiz, Jorge Montalvo y Carlos Nachón, representantes de la empresa Accsa, con raíces en Cantabria, concretamente en el valle de Toranzo. Esta compañía podría tener en el punto de mira la construcción del futuro teleférico de Vega de Pas o alguna de las promociones de viviendas previstas.

Durante el mandato de Ignacio Diego (PP) como presidente regional, en mayo de 2014, esta empresa ganó el concurso público convocado para la construcción y gestión de la telecabina de Cabárceno, con una concesión de 25 años. Un contrato que, a la postre, resultó ser un auténtico 'chollo' para Accsa, ya que le supondrá unos ingresos aproximados de 130 millones de euros al final de la concesión frente a los 15 que la compañía gastó en la instalación (más el mantenimiento anual). Esto es debido a que el contrato obligaba al Gobierno cántabro a pagarle a Accsa 7 euros por cada persona que entre a Cabárceno, se suba o no a la telecabina. Pero esta cantidad se ha incrementado un 50% en los últimos años.

De hecho, la primera medida que tomó Cantur tras su inauguración fue aumentar el precio de los tiques al Parque en 5 euros para los adultos y 2 para los niños. Una subida con la que se pretendía, según el entonces consejero de Turismo, Francisco Martín, «evitar la quiebra de la empresa pública».

Sin embargo, la subida de los gastos vinculados con la telecabina sigue provocando importantes tensiones en las cuentas del Parque, que acumula dos subidas consecutivas de precios. Cabárceno tendrá en 2025 unas tarifas de entrada muy superiores a las que se encontró el PP cuando se hizo cargo de la gestión de las instalaciones en junio de 2023. En ese margen de dos años, un adulto paga por entrar al recinto un 15% más en temporada alta (Semana Santa y verano), un 9% más en temporada media (de abril a junio y de mediados de septiembre a noviembre) y un 25% más en temporada baja (de noviembre a marzo). Es decir, un visitante adulto que pagó 20 euros por entrar a Cabárceno en las Navidades de 2023, paga 25 este mes de enero. Y 45 euros el próximo verano.

La instalación cuenta con sesenta cabinas, con una capacidad de ocho plazas cada una. Su trazado discurre a 12 metros de altura a lo largo de 6 kilómetros.

Los orígenes de la planta de Gajano se remontan a 1966, año en el que se inicia la producción de la antigua fábrica de Calatrava. En 1999, a partir de la unión entre Repsol y el grupo mexicano Gira, la planta pasó a denominarse Dynasol y, finalmente, en 2015 nace el Grupo Dynasol, gracias a la nueva alianza entre Repsol y el Grupo KUO, un conglomerado de industriales mexicanos fundado en la década de los 70 por Manuel Senderos Irigoyen.

El complejo industrial de Gajano, donde trabajan en estos momentos más de 230 personas, exporta el 90% de su producción a más de 70 países y cuenta con más de 760.000 metros cuadrados de superficie. Con más plantas en México, Álava y China, el compromiso de Dynasol con Gajano se ha traducido en más de 120 millones de euros en inversiones en los últimos años.

De hecho, este mismo año estrenará una nueva línea de producción de caucho de estireno-butadieno (SSBR) después de una inversión de 65 millones de euros, la mayor de la historia de la planta.

La familia Sámano tiene un fuerte arraigo en Villacarriedo, de donde era natural el empresario Emerito Sámano Zabala, fallecido en 2018 después de pasar más de medio siglo en México siguiendo los pasos de algunos de sus familiares. Allí, junto a sus hermanos, montó y desarrolló un negocio en el campo de las ferreterías que llegó a tener medio centenar de establecimientos con más de 1.300 empleados. En la década de los 90, junto a otros socios, adquirió el Palacio de Soñanes y expandió sus negocios por Cantabria y también por el resto de España.

La familia Sámano sigue siendo propietaria de este inmueble, así como del Hotel Comillas Golf y el de México, situado en la calle Calderón de la Barca de Santander, todos ellos gestionados por la cadena Abba. En su día, Emeterio Sámano también estuvo muy implicado en la construcción de las piscinas de Villacarriedo, unas obras que se desarrollaron en los años 70. El patriarca de la familia también fue un asiduo colaborador de la Cofradía de la Virgen de Valvanuz de Selaya, la patrona de los pasiegos.

En 2021, Norcantabric –una compañía con capital mayoritariamente mexicano– inaguró una fábrica de salmón atlántico en el Parque Empresarial Alto Asón, en la localidad de Riancho (Ramales de la Victoria), que se convirtió en la primera de estas características en España.

Una vez superados los problemas que impidieron su puesta en marcha, el pasado año comenzó ya a criar salmones y en mayo de este año iniciará su comercialización. De cara al futuro, el objetivo de Norcantabric es llegar a producir 3.000 toneladas anuales, prácticamente la mitad de lo que se consume en España al año.

Precisamente, Buruaga se reunió en su viaje a México con la asamblea de accionistas de Norcantabric, encabezada por el CEO de la empresa, Emilio Cano, quienes tienen reservada una parcela de casi 20.000 metros cuadrados para ampliar su planta de producción de salmón atlántico, proyecto al que destinará una inversión adicional cercana a los 20 millones de euros. La instalación utiliza un sistema que permite alimentar a los peces con nutrientes naturales y libres de cualquier tipo de antibióticos y hormonas.

El indiano Ramiro Gómez Trueba fue uno de los tres empresarios mexicanos que sufragó la refundición y recolocación de la campana de la iglesia de San Román, en Miera, pueblo del que es natural. Su telaraña empresarial toca muchos sectores, como los aparcamientos subterráneos en Madrid, pero se centra sobre todo en el sector inmobiliario.

Precisamente, a través de su firma Peña Pelada, Gómez Trueba adquirió en mayo de 2023 el famoso Hotel Colón de El Sardinero, junto a los jardínes de Piquío, que lleva años cerrado y a la espera de una reforma. En el momento de la compra no se conocía nada acerca del inversor que había adquirido la propiedad por una cantidad estimada entre 4 y 2,5 millones de euros. Ahora sí se sabe que detrás estaba el empresario Gómez Trueba.

El Grupo Peña Pelada se dedica desde hace ocho años a la compraventa de inmuebles por cuenta propia, la promoción inmobiliaria, la construcción de edificios y la gestión y administración de propiedad inmobiliaria. Este indiano tiene también otra compañía en Asturias dedicada al sector inmobiliario: El Castro de Ballota.

Creada en 1996, Real de Piasca es uno de los nombres históricos del sector inmobiliario y de la construcción en Cantabria. La promotora ha levantado numerosas urbanizaciones en todo el área Cueto-La Pereda-Valdenoja, con nombres singulares como Los Chapulines, Jonaji, Anahuac, Telteca, Olmeca, Azteca y Maya, que delatan el origen de la fortuna indiana de sus propietarios. Además, construyó el denominado parque empresarial Piasca, ya en el límite de La Albericia, en un margen de la S-20. Su director general es Francisco García Díaz.

Una de sus promociones más icónicas es el Residencial Los Alcatraces, un edificio inteligente que ahorra energía y reduce la contaminación, además de ser el primero en Cantabria con calificación energética 'B'. «Nuestra misión va más allá de la simple noción de desarrollar promociones urbanística: generamos entornos residenciales orientados hacia la consecución de la calidad de vida de las personas que van a habitarlos, asegurando además a nuestros clientes una óptima inversión de futuro», señalan.