«Es una fórmula discriminatoria, pero amparada desde 1978 por la Constitución»
Miguel Ángel Revilla, Presidente Cantabria (PRC)
Su aprobación ha enfadado a diferentes presidentes autonómicos, tanto del PSOE como del propio PP, molestos no sólo por el incremento de la desigualdad entre españoles que supone el nuevo 'cuponazo', tal y como lo definió el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sino porque el Gobierno central haya antepuesto la financiación vasca a la ansiada reforma del sistema de financiación autonómica, que ha quedado relegada. Hasta tal punto que no se abordará ya hasta comienzos de 2018, según reconoció el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo. «Lo ideal es que se hubiera abordado toda la financiación autonómica a la vez», reconoce Sota.
«Lo ideal es que se hubiera abordado toda la financiación autonómica a la vez»
Juan José Sota, Consejero Economía (PSOE)
Los expertos en financiación autonómica han puesto en cuestión la realidad de la cifra aprobada en el nuevo cupo -1.300 millones de euros- y partidos como Ciudadanos presentaron una enmienda a la totalidad alertando de que el País Vasco recibirá «aún más dinero» del que aporta a España pese a ser la segunda comunidad con mayor renta per cápita de España y cuando hay comunidades «escandalosamente mal financiadas».
«Que una comunidad crezca más o menos depende de la destreza de sus gobernantes»
M. J. Sáenz de Buruaga, Partido Popular
El presidente cántabro Miguel Ángel Revilla ya alertó este pasado fin de semana de que se trata de una fórmula de financiación «discriminatoria», aunque advirtió que «no es de ahora» ya que fue votada por los españoles en la Constitución de 1978. Eso sí, añadió que «todo es reformable» en la Constitución. «Lo que habrá que analizar es si ese cupo es el justo o no, y si corresponde a la atención a la solidaridad que han de aportar las regiones ricas hacia las menos ricas», concluyó Revilla. Precisamente Cantabria considera que Navarra y País Vasco, «sin perjuicio de las especificidades derivadas de su régimen foral», deberían «integrarse» en los mecanismos de solidaridad interterritorial, postura que ha trasladado de forma oficial al Ministerio de Hacienda en sus propuestas sobre el nuevo modelo de financiación autonómica.
«Los privilegios económicos y fiscales del País Vasco nos causan gran perjuicio»
Oposición
Desde la oposición parlamentaria, la opinión más beligerante llegó por parte de Rubén Gómez, diputado y portavoz de Ciudadanos, que criticó «el 'cuponazo' injusto aprobado sin debate ni transparencia en el Congreso» gracias al apoyo, entre otros, de un PSOE al que «Revilla va a hacer campaña en Cataluña». En la misma línea de su líder nacional, se cuestiona si el Gobierno central «va a actuar con el resto de comunidades con la misma generosidad que con Navarra o País Vasco, o vamos a pagar todos este 'cuponazo'». Gómez insiste en que Cantabria sale «aún más perjudicada» que otros territorios al colindar con una zona que «tiene unos privilegios económicos y fiscales muy por encima del resto».
«Lo grave es la escasa influencia del bipartito para poder mantener la financiación actual»
Por su parte, Alberto Gavín, coordinador de Podemos Cantabria, critica que algunos partidos utilizan el cupo vasco «para fomentar la confrontación territorial con tal de recabar algunos votos» -en referencia a Ciudadanos- o para «lograr aprobar los Presupuestos, como han hecho PP y también el PSOE en el pasado». Pero en su opinión, el «problema» de Cantabria se encuentra en la gestión «deficiente de nuestros propios Presupuestos»; la «escasa influencia» del bipartito para poder «mantener» las condiciones actuales de financiación, «que todo indica que se verán empeoradas»; y «su incapacidad para lograr incrementar las inversiones estatales».
El PP defiende que el cupo «no afecta» a las empresas e industrias cántabras
La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, defendió que el cupo vasco «no afecta» a las empresas e industrias cántabras. «Que una comunidad crezca más o menos que la media, cree más o menos empleo o atraiga industrias depende de la destreza de sus gobernantes. De hecho, en la pasada legislatura había también cupo vasco y se instalaron en Cantabria empresas del País Vasco porque el Gobierno regional –entonces en manos del PP– fue capaz de hacer a la comunidad atractiva gracias a un paquete de incentivos».
Buruaga insiste en que el cupo vasco «ni quita ni pone» a otras comunidades «porque no se nutre de la caja común» y se trata de «regímenes distintos», e invita a empezar a concebir «nuestra cercanía y relaciones con el País Vasco» como una «oportunidad y no una amenaza; nos iría mucho mejor». La máxima responsable del PP asegura que la reforma del modelo de financiación autonómico sigue su curso y que «necesita de un acuerdo del Gobierno central con las comunidades», la mayoría gobernadas por el PSOE, a las que invita a «facilitar» un acuerdo con el PP.
Muy diferente opinión es la que mantiene el diputado del Grupo Mixto Juan Ramón Carrancio, al que le parece «muy mal» que «haya trato de primera o de segunda a las comunidades en función de la influencia de sus diputados». El ex de Cs asegura que no le parecería mal el cupo vasco «si no provocase diferencias entre ciudadanos», y teme que «pueda afectar» a la financiación del resto de autonomías.
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