diputado 18

Y es que todos miran a Carrancio, al que muchos califican de tránsfuga y otros, en cambio, le abrazan como uno más de la Cámara. ¿Qué tiene a su favor? Los juristas del Parlamento no ven nada en su contra para que pueda ser uno más con todas las garantías, según la legislación en Cantabria. Convendría recordar que hay una ley al respecto; segundo, que se debe aplicar; tercero, que hay que cumplir, y si después de todo esto no está claro, están las voluntades de los hoy aterrorizados diputados cuando hablan de transfuguismo, dejando entrever situaciones difíciles de justificar y mucho menos sospechar; sus dudas.

La otra, la difícil, la para ellos imposible, sería ponerse de acuerdo entre todos alejando estas figuras del panorama político, pero no. En el pleno siglo XXI nadie se ofrece a dar un sí a secas, a cambio de nada. Carrancio tiene sus meses contados en la política con ese nuevo partido. Aunque tiene una ventaja que muchos desconocen, y es que su padre sigue manteniendo una amistad saludable con Miguel Ángel Revilla que viene de muchos años atrás.

Porque el presidente ya sabemos cómo se las gasta: si tiene un sobrino que aprecia, le pone de consejero y punto. Es así, te guste o no.

En la búsqueda del diputado 18 puede ocurrir otro tanto, todo ello con tal de que nadie le recuerde sus declaraciones a finales del 2009 cuando comparaba la lacra del transfuguismo con narcotraficantes «invitando a aquellos a marcharse pudiendo presentarse en otras elecciones con las siglas que consideren oportunas». Pues ahí queda lo dicho. @claudioacebo.com