La dirección nacional de Vox ratifica a Díaz y archiva la denuncia por acoso contra ella

La ratificación es relevante porque su continuidad como portavoz estaba en el aire. No solo por no haber sido capaz de mantener al grupo parlamentario unido o porque es el 'bando' contrario el que goza de la confianza de la mayor parte de los cargos locales del partido, sino también por la sucesión de escándalos que han rodeado a la exconsejera de Presidencia con el PP (2011-2015) en lo que va de legislatura. «Estoy abierta a hablar con el partido de cualquier cuestión, pero también digo que tengo la determinación suficiente para actuar en función de lo que me planteen. Soy una persona con criterio. Me tendrían que razonar mucho», decía la propia Díaz sobre un posible cese en una entrevista en este periódico esta misma semana.

La última polémica fue la denuncia que presentaron Palacio y Blanco ante la Guardia Civil por ser víctimas de escuchas ilegales -las conversaciones se grababan sin permiso con un sistema escondido en el interior de un bolígrafo- contra un asesor que trabaja en exclusiva para Díaz. Antes, en el mes de marzo, el partido a nivel nacional -el mismo que ahora la ratifica- abrió un expediente interno contra ella por la denuncia por acoso laboral que presentó una de las asesoras del grupo parlamentario de Cantabria. Ahora archiva ese expediente sin consecuencias.

Lo archiva, lo que no implica necesariamente que no dé credibilidad a los hechos denunciados por la trabajadora. Solo que no lo tiene en cuenta.

¿Las razones de la decisión? Que entienden que este movimiento -o la ausencia de él- es el que mejor garantiza que ninguno de los diputados dé el portazo y se vaya del partido. Eso es lo que trasladaron Enrique Cavadas, brazo ejecutor de Santiago Abascal; Montserrat Lluis, responsable de la política autonómica, y los dirigentes nacionales Javier Pérez Gallardo y Juan Pablo Cruz, los cuatro enviados por Madrid, que se reunieron con el grupo en la cafetería de la Cámara. De manera pública y a la vista de diputados del resto de partidos.

No tocan a la portavoz, pero sí alguna pieza fundamental. Es relevante el cese, a petición de Díaz, del coordinador parlamentario, Toni López, persona de la máxima confianza de Ignacio Garriga, secretario general de Vox España. Ocurre meses después de que Díaz también maniobrara para cesar Niko Gutiérrez de ese mismo cargo, lo que propició la llegada de López, que hasta ese momento era diputado en el Parlament de Cataluña. Su sucesor será, precisamente, Juan Pablo Cruz, que hasta ahora hacía estas mismas labores en Valencia. Según explican desde el grupo, la llegada en enero de López supuso un impulso a la actividad de Vox y un aumento del número de iniciativas presentadas por los cuatro diputados. Solo este verano han registrado 500 preguntas a los consejeros.

La delegación de Vox volvió a Madrid con el trabajo a medio hacer. Por ejemplo, al contrario de lo esperado, no ratificó a Laura Velasco como presidenta regional de la formación. La también portavoz municipal en Santander ejerce de líder interina tras la dimisión de Emilio del Valle.