¿Por quién doblan las campanas? Este martes, por Juan de Santander

Juan de Santander era un joven de Cueto que tomó parte en la travesía histórica cuya memoria está recuperando desde hace tiempo la asociación de vecinos del lugar. Para recordar este momento -la conclusión de la circunnavegación a la tierra- la federación pidió hace unos días al Obispado de Santander que haga repicar las campanas de todas las iglesias de la capital (son una veintena). Aunque en la institución eclesiástica han ido mucho más allá y han animado a todos los templos de la región a sumarse. Son 610.

Desde la Diócesis explican que este lunes se ha enviado un correo electrónico a todas las parroquias de Cantabria para que se pongan a hacer ruido a la hora fijada. A priori, se desconoce cuántos párrocos podrán cumplir con el saludo a Juan de Santander y el reconocimiento a la nao Victoria capitaneada por Elcano 500 años después. La Catedral de Santander sí lanzará sus campanas y se da por hecho que la secundarán otras cercanas (como La Compañía o San Francisco). Pero algunas iglesias de la ciudad no tienen campanario y en otras no se sabe si el párroco podrá ponerse a la faena a la hora indicada, así que la repercusión de la convocatoria está un poco en el aire.

Lo mismo ocurrirá en la región. Muchos de los templos carecen de campana. En otros aún se hacen tañir de forma manual. Aunque si este martes a las 13.00 horas la iglesia de su pueblo se pone a doblar alegremente, el pensamiento habrá de irse hacia el joven grumete de Cueto que resistió una travesía histórica junto a hombres que fueron héroes en su tiempo: lograron completar la primera circunnavegación de la tierra con los medios de que se disponía en el siglo XVI. La gran expedición fue financiada por la Corona Española y capitaneada por Fernando de Magallanes con el propósito de abrir una ruta comercial con las islas de las especias (las actuales Islas Molucas) por Occidente. Cuando regresaron, habían hecho algo que nadie más había conseguido antes. Un santanderino entre ellos.