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Docentes y miembros de las organizaciones sindicales protestan, esta mañana, ante la sede de la Consejería de Educación. DM
Los docentes de Latín y Griego, contra la desaparición de cuatro plazas en ambas especialidades

Los docentes de Latín y Griego, contra la desaparición de cuatro plazas en ambas especialidades

Los alumnos ven «mermado» su derecho« a recibir enseñanzas clásicas, lamentan las asociaciones de profesores. La Consejería de Cantabria, «sensible» a estas demandas, se compromete a estudiar una situación agravada por las últimas leyes educativas

Mada Martínez

Santander

Martes, 13 de febrero 2024, 18:48

Una veintena de personas, entre profesores y miembros de diferentes organizaciones sindicales, se ha concentrado esta mañana ante la sede de la Consejería de Educación, FP y Universidades en Santander. En una de las pancartas se leía 'SOS Griego y Latín. No son lenguas muertas, las quieren matar', porque el motivo de la protesta era la probable supresión de cuatro plazas de ambas especialidades. De producirse esta pérdida, las plazas jurídicas -a grandes rasgos, las que pueden ocupar funcionarios de carrera- pasarían de 48 a 44 en la región.

La concentración la han convocado la Subdelegación de Cantabria de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC) y la Asociación de Profesores de Latín y Griego de Cantabria. Esta última reúne a más de medio centenar de docentes en la comunidad autónoma. Su presidente, Raúl Agüera Ayala, ha recordado que ambas especialidades no viven su mejor momento -han perdido peso en la nueva Lomloe- y que, a pesar de que las sucesivas administraciones educativas de Cantabria han mostrado «sensibilidad» hacia las mismas, «la desaparición de cuatro plazas de golpe es sangrante». Por ello, piden a la Consejería que reconduzca la situación porque, al final, «ganamos todos: en primer lugar, el alumnado cántabro; en segundo, el sistema educativo de Cantabria y, finalmente, los ciudadanos y ciudadanas de esta comunidad autónoma».

¿Qué ha respondido la Consejería? El departamento que dirige Sergio Silva se muestra «sensible» a las demandas y propuestas de las asociaciones y a la «importancia» de las enseñanzas clásicas. La Consejería, según apuntan las fuentes consultadas, se ha comprometido a estudiar la situación y a hacer «lo posible» por revertir la desaparición de estas cuatro plazas. Sin embargo, señalan igualmente que el problema son las horas curriculares, es decir, el peso horario que tienen Griego y Latín en los currículos, más reducido con la nueva normativa.

Por ejemplo, Cultura Clásica I y II o Latín son optativas en la ESO, y en Bachillerato tienen presencia como asignaturas de modalidad. «Los últimos cambios legislativos han sido especialmente lesivos para nuestras asignaturas. La situación del Latín en la actualidad es precaria; la del Griego podríamos calificarla como crítica. Un cambio radical en este sentido podría empezar por reconsiderar esta decisión y conservar las plazas de nuestras materias con el objetivo claro no solo de mantener el patrimonio cultural y formativo del mundo clásico, sino también, y especialmente, de ofrecer a los alumnos de nuestra comunidad una oferta educativa de calidad», apuntan desde la Subdelegación de la SEEC.

Agüera Ayala ha participado en la mesa técnica posterior a la concentración con representantes de la Consejería y la Junta de Personal Docente. Allí ha podido compartir sus «sospechas» sobre este asunto. «Nuestras sospechas se deben a que, al salir las vacantes para el concurso de traslados, hemos echado en falta dichas plazas. En concreto, se trata de dos de Griego, en los IES Muriedas y Alberto Pico; y otras dos de Latín, en los IES María Telo y Marismas», ha expuesto Agüera, que ha dejado constancia de sus temores por escrito.

De suprimirse estas cuatro plazas, la Asociación cree que el alumnado verá dañado su derecho a recibir enseñanzas clásicas, así como a cursar materias escogidas «libremente en el proceso de matriculación» y hacerlo a manos de docentes especializados. Otra consecuencia sería la merma de movilidad para los docentes que quieran cambiar de destino. Este año hay concurso autonómico de traslados y «si bien los de Latín no han tenido problema alguno, porque hay suficientes vacantes, aunque no todas las que debieran; los de Griego no han contado con la misma suerte».

Agüera ha puesto sobre la mesa otro asunto: desde 2010 no se convocan procesos selectivos de Griego, y desde 2008 ocurre lo mismo con Latín, por lo que «compañeros que llevan más de 15 años sacando adelante las materias se han visto abocados a buscar dicha plaza fuera de esta comunidad».

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