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Los docentes de Cantabria mantienen sus protestas. Después de entregar 3.000 firmas en la Consejería y de una gran concentración en el Río de la Pila, los actos reivindicativos se han trasladado esta tarde a Peña Herbosa, a la sede del Gobierno de Cantabria, donde hasta hace unas horas permanecían encerrados ocho delegados sindicales. Al décimo día de encierro han abandonado el edificio entre aplausos, vítores y lazos verdes.
Cerca de 300 personas han secundado una concentración en la que la Junta de Personal Docente ha vuelto a insistir en una idea: el momento de negociar su mejora salarial con la Administración «es ahora». Y si la Administración no mueve ficha –«nadie del Gobierno se ha querido comunicar con la Junta», han asegurado sus portavoces esta misma tarde–, han advertido de que las protestas se ampliarán.
Por lo pronto, se han convocado encierros semanales en los centros educativos, similares a los que han protagonizado cuatro colegios e institutos cántabros en la noche del martes al miércoles de esta semana, que comenzarán el 3 de diciembre. También se prevén concentraciones, y, según han asegurado los representantes sindicales, no se descartan los paros y la huelga.
Este anuncio lo han hecho tras producirse el encuentro entre los delegados y sus compañeros. Después de corear «que salgan ya, que los queremos abrazar», los ocho delegados sindicales de STEC, ANPE, CC OO y TU han dejado atrás las instalaciones del Ejecutivo. Se trata de Diegu San Gabriel, Miluca Berberana, David Aguirre, Alberto López, Conchi Sánchez, David Martín, Sandra Garrido y Víctor Terceño. Todos ellos han dedicado sus primeros momentos a pie de calle a abrazarse y saludarse con amigos y familiares, y ya después, durante la lectura de un manifiesto, han criticado que en estos diez días se les haya impedido «la entrada de comida, de muda o de asistencia médica».
Al margen de esto, han vuelto a reivindicar la adecuación salarial de los docentes de Cantabria «tras 16 años esperando» -la última mejora autonómica se produjo en 2008-, y han lamentado que «nadie del Gobierno se haya querido comunicar con la Junta» estos días, a pesar de haber solicitado una reunión con la presidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga.
También se ha pronunciado sobre la adecuación salarial el consejero de Educación, Sergio Silva. Ha incidido en que su departamento mantiene una «posición de dialogo responsable» con la Junta, y que espera respuesta a la propuesta que le planteó el 22 de noviembre, que pasa por negociar en 2025 y aplicar en 2026 lo que se acuerde. Pero lo sindicatos rechazan este planteamiento porque no lo ven concreto. Piden una propuesta con cantidades y tiempos de aplicación, similar a la suya, que se compone, a grandes rasgos, de una mejora de 325 euros hasta 2027. «Aún no tenemos la propuesta», han dicho esta tarde los portavoces de la Junta.
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