La doctora Cabero llama a la calma en Cantabria ante la hepatitis infantil

La hepatitis infantil de origen desconocido trae de cabeza a los pediatras de 34 países en los que se han detectado casos que ya afectan a más de 600 niños. La alerta surgió en Reino Unido y están investigando las causas que pueden haber motivado esta patología tan severa de la que el 10% de los menores que la sufren terminan necesitando un trasplante. En España hay ya 27 casos con esta enfermedad, la última en Murcia donde el menor evoluciona favorablemente, y en Cantabria todavía no se ha detectado ninguno.

La jefa del Servicio de Pediatría de Valdecilla, la doctora María Jesús Cabero, llama a la calma a los padres pero advierte de los síntomas que deben tener en cuenta si notan que su hijo desarrolla un malestar general. De ser hepatitis, éste vendrá acompañado de náuseas, vómitos, color amarillento en la piel y en los ojos, la orina se volverá de color coñac y las heces presentarán un tono claro. Ante esta sintomatología hay que llamar al pediatra o ir a Urgencias, pero la doctora Cabero insiste en estar tranquilos porque en la región todavía no hay ningún caso y llegado el momento tienen activados los protocolos para actuar rápidamente.

Muchos padres se preguntan si haber pasado el covid o haberse puesto la vacuna puede haber originado esta nueva variante. La doctora Cabero recuerda que tras pasar el coronavirus el sistema inmune se queda debilitado, por lo que recuerda la importancia de descansar y recuperarse bien.

Desde el primer momento se han ido manejando distintas hipótesis:

-La primera y más obvia fue que se tratara de alguno de los virus de la hepatitis, que son cinco, marcados con las letras de la A a la E. Esta hipótesis se descartó rápido, ya que ninguno de los niños que han experimentado esta nueva variante ha dado positivo en ninguno de estos cinco virus.

-El siguiente candidato fue un adenovirus, ya que un porcentaje alto de los niños sí resultaron positivos en los análisis de sangre. Pero hay dos problemas con esta hipótesis. El primero, que los adenovirus muy raramente provocan hepatitis en niños previamente sanos. Y el segundo, que las muestras de hígado han resultado negativas para dicho adenovirus.

-Otra hipótesis que se ha barajado es que los niños sean especialmente susceptibles a los adenovirus por no haber estado antes en contacto con ellos debido a los confinamientos y cierres de colegios. Pero esta hipótesis tampoco se sostiene, ya que algunos de los niños que han padecido la hepatitis son relativamente mayores y habían tenido tiempo de estar en contacto con adenovirus antes de la pandemia.

-Incluso se ha postulado que los causantes pudieran ser animales de compañía, como los perros, pero tampoco se ha podido demostrar esta hipótesis ya que en Reino Unido, que es donde más casos hay, hay mascotas en casi todos los hogares.

Esta charla con la doctora Cabero forma parte de una nueva temporada del Aula de Salud que organiza El Diario Montañés y el Colegio de Médicos, con el patrocinio de la Consejería de Sanidad, el Servicio Cántabro de Salud y la Fundación Valdecilla.

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