Dolores Acón: «Me voy por el bien de la organización, siento que mis palabras se malinterpretaran»

Además, tampoco le han faltado tensiones internas en las últimas horas. Si no tenía suficiente con la controversia generada por sus afirmaciones en el congreso sanitario, a las que el PSOE especialmente le sacó jugo durante todo el fin de semana, el cese de la coordinadora de Admisión de Valdecilla, Eloísa Canga, ha sido la puntilla. Y más tras asegurar ésta que recibía directrices de la Gerencia del hospital para actuar «como un perro de presa» contra los jefes de servicio y controlar qué pacientes tenían que operarse por encima de criterio médico. Acusaciones a las que la ya exgerente ha preferido no responder.

La dimisión de Acón cayó ayer como una bomba en el hospital, justo el mismo día que estaba previsto que fuera a Madrid a la ceremonia de los premios BIC (Best in Class), donde por primera vez Valdecilla recogió el reconocimiento al mejor hospital de alta complejidad de España. Su ausencia de ese viaje daba la primera pista de lo que se avecinaba. Según pudo saber este periodico, el gerente del SCS, Luis Carretero, recibió por la mañana la carta de dimisión de Acón. Poco después se daba traslado al consejero, César Pascual, que firmaba el cese. Desde Sanidad la única valoración al respecto fue una escueta nota de prensa en la que se agradecían «el trabajo, dedicación y buen hacer» de la gerente de Valdecilla durante estos meses. Una «excelente gestión» que ratifican los múltiples premios que ha obtenido el hospital cántabro durante el tiempo que Dolores Acón ha estado al frente del mismo, subrayó Pascual, que no hizo mención alguna a los motivos que han sido el detonante de esta brusca salida, apenas un año después de acceder al cargo.

La propia Acón, que comunicó el lunes al equipo directivo su marcha, convocó ayer una reunión a última hora de la mañana con mandos intermedios y supervisores para despedirse. «Aunque a estas alturas ya lo sabe todo el mundo, quiero dar la cara. No tengo ningún problema. No ha habido ni mala fe ni deslealtad hacia nadie. Pero en vista de las circunstancias, lo más adecuado era tomar esta decisión, con dolor de corazón, porque quiero y respeto a esta institución, que es Valdecilla». De hecho, ella contaba con que este proyecto fuera el colofón a su carrera profesional, convertida en la primera mujer que llegaba a la Gerencia en la historia casi centenaria de Valdecilla. «Con la misma confianza y gratitud con las que llegué, me voy», subraya Acón, que reitera su «más profundo agradecimiento al Gobierno de Cantabria y al Servicio Cántabro de Salud por darme la oportunidad de dirigir este hospital».

«Y creo que lo estaba haciendo bien», defiende. Lejos de rectificar sus declaraciones, las enmarca «en un contexto técnico, donde se hacen reflexiones a problemas de alto nivel», que «han sentado mal» porque –entiende– «se han sacado de ese contexto». No era la primera vez que apuntaba que la red sanitaria adolece de unos sistemas de información «fiables, que nos permitan tener un repositorio de información ágil, dinámica, en el momento». De hecho, la «depuración» de los datos de listas de espera ha sido la gran batalla del SCS desde el cambio de legislatura, como ha reconocido incluso el consejero en cada balance presentado.

Pero Acón habló también en ese foro de una «multicausalidad» y un «exceso de producción» en la lista de espera, lo que a su vez conlleva que «siempre se nos ocurren las mismas fórmulas alternativas: la autoconcertación (las famosas peonadas) o la derivación a centros concertados». En consecuencia, esto llevan a que en algunas cuestiones la sanidad pública las «privatiza», y en otras, se haya convertido en una «auténtica perversión». Y terminó su ponencia cuestionando que «a los pacientes no se les pregunta si quieren o no entrar en lista de espera».

Fue el secretario general del PSOE, Pablo Zuloaga, el primero en sacar los colores a la gerente, que al parecer no midió que el congreso era retransmitido y quedaba grabado. Él mismo difundió los vídeos de Acón. Y el lunes, tras reclamar su cese, acusó a la presidenta Buruaga y al consejero César Pascual de avalar las declaraciones de la directora de Valdecilla si no tomaban medidas. A su juicio, la decisión de no cesarla tras este episodio suponía respaldar sus palabras y asumir que la gestión de las listas de espera por parte de la Consejería de Salud «no es transparente». También el Sindicato Médico había pedido la dimisión de la directora: «Si realmente ella no cree en su propio equipo o en el equipo que ha nombrado Pascual para depurar las listas de espera, ni cree en los profesionales, lo que tiene que hacer es irse», apuntó el vicepresidente, Santiago Raba. Al final, la reacción fue inmediata. Y fue la propia Acón la que dio el paso, sabedora de que ya estaba en un callejón sin salida.

Ahora, la administración sanitaria iniciará el proceso para seleccionar a su sustituto, «al candidato mejor preparado para dirigir el hospital», como reza la nota remitida por Sanidad. Aunque cabe recordar que hace casi dos meses que lo busca para la Gerencia de Atención Primaria.