
Secciones
Servicios
Destacamos
Para entender lo enrevesado de la decisión que deben tomar los cántabros hoy en las elecciones generales conviene hacer memoria. Reciente, no hay que irse ... demasiado lejos. Los que ya han votado varias veces saben que lo más repetido en la comunidad autónoma era un reparto tres a dos de diputados al Congreso entre populares y socialistas -la última vez en 2008-. Los cinco que se ponen en juego se decidían entre uno y otro como reflejo claro de la España bipartidista. El 'cuatro a uno' de 2011 para los populares en la mayoría absoluta de Rajoy fue una situación llamativa y ese bipartidismo saltó por los aires en los dos comicios consecutivos de 2015 y 2016. Dos para el PP, uno para el PSOE, uno para Podemos y uno para Ciudadanos. Cuatro partidos para repartir una tarta pequeña.
Desde primera hora de la mañana y hasta alcanzar el cien por cien de los resultados, El Diario Montañés tiene programado para esta jornada un amplio despliegue para informar, minuto a minuto, a través de su web eldiariomontanes.es, de todo el desarrollo de la jornada electoral tanto en Cantabria como en España. Hasta que comience el recuento de votos se irá facilitando toda la información sobre el devenir de la jornada, las impresiones de los líderes, datos de participación, vídeos, imágenes y conexiones desde el exterior y desde la propia redacción del periódico.
Cuando llegue el momento de la verdad, cerradas las urnas, a través de El Diario se podrán ir conociendo los resultados reales de las votaciones de los principales municipios. La web ofrecerá gráficos explicando cómo quedan las nuevas Cámaras, tanto el Congreso de los Diputados como el Senado, y el análisis de expertos sobre cómo va a afectar el resultado al futuro de la nación. Todo ello irá acompañado de un gran despliegue de imágenes de los candidatos, a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Lo llamativo en esta ocasión es que, con la misma tarta, hasta seis partidos están convencidos de que van a sentarse a la mesa. Están los cuatro que lograron representación y dos nuevos aspirantes: el PRC vuelve a intentarlo en unas generales y Revilla no deja de decir que el escaño para José María Mazón está garantizado, y está Vox y su ola. La tarta cántabra no da para los seis y el resultado dejará, además, poso para las autonómicas y municipales que están a la vuelta de la esquina.
Los 501.404 llamados a votar hoy cortarán el pastel y, en la parte que les toca -cinco diputados de un total de 350-, dirán también quién prefieren que ocupe La Moncloa. Es un domingo de incógnitas porque nunca estuvo tan abierto.
Para resumir el día en datos, 424 colegios electorales abiertos con 823 mesas (doscientas en Santander y 66 en Torrelavega) y 2.400 urnas. Por si alguno anda despistado, se puede ir a votar entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. Encontrará papeletas en las que estarán representadas las trece candidaturas que aspiran al Congreso y las doce que buscan espacio en el Senado desde Cantabria. Para esta vez ha habido más peticiones de voto por correo y el coste de la factura del día será ligeramente superior al de la última convocatoria (671.102 euros frente a los 656.000 del 26J). En total, 1.300 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado velarán en la comunidad autónoma por el orden. Y para los amantes de la curiosidad, entre las muchas que dejan los números, las 36 peticiones de voto en El Dueso entre un total de 467 reclusos.
¿Y cómo llegan los partidos en Cantabria a este día? En una campaña algo 'sosa' -todos son conscientes de que esta vez se enfrentan a una carrera de fondo y no pierden de vista que tienen otra cita en menos de un mes-, las estrategias han quedado claras.
Las de los partidos nacionales son un calco bajado al terreno local de lo que transmiten sus aspirantes a la Presidencia del Gobierno de España. Desde el primer día, Diego Movellán (PP) aseguró que estas elecciones eran un cara a cara entre Pablo Casado y Pedro Sánchez. Sin más opciones reales. Apeló al voto útil para que la derecha no desviara apoyos hacia Vox y Ciudadanos, y metió al PRC en el saco de los que apoyaron a Sánchez o, al menos, de los que no se opusieron a «sus desprecios a Cantabria» en los Presupuestos. «¿Qué quieren reclamar ahora?», han repetido decenas de veces desde las filas populares. Casado ha visitado dos veces la región en las últimas semanas con convocatorias abiertas en Torrelavega y Santander y el PP dejó claro lo que está en juego en la capital con el acto organizado en la Plaza del Ayuntamiento para presentar a Gema Igual como candidata a repetir Alcaldía arropada por todo el partido.
El PSOE, favorecido por los buenos datos que le dan las encuestas, se ha dejado llevar. Ha traído a varios ministros para presentar candidatos y el propio Sánchez ha visitado la región tres veces en los últimos tiempos (dos aún sin estar lanzada la campaña y una ya en plena carrera -el día de Viernes Santo-). El candidato autonómico, Pablo Zuloaga, ha sido la sombra del aspirante al Congreso, Luis Santos Clemente. Siempre juntos en una campaña centrada en dar protagonismo para la lucha regional al exdelegado del Gobierno. Y el mensaje ha sido claro: vender las virtudes de los diez meses de Gobierno socialista y pedir el voto para seguir con las mismas políticas.
Ni Rivera (Ciudadanos) ni Iglesias (Unidas Podemos) han visitado la región, pero, a su manera, han estado muy presentes. Los actos electorales de los dos partidos en esta campaña han sido más discretos, pero los discursos de sus dos líderes nacionales son los que han repetido los candidatos locales, Rubén Gómez para los naranjas y Luis del Piñal para los morados. Llegan a los comicios en una situación algo diferente. Gómez quiere revalidar el escaño que tenía Félix Álvarez en el Congreso y las encuestas le meten entre los que tienen opciones de conseguirlo. Del Piñal tiene la difícil tarea de que la dinamita que ha hecho saltar por los aires a su formación en Cantabria no sea una losa demasiado pesada para no perder la representación que han tenido en esta legislatura (los sondeos no son muy optimistas para ellos).
Y quedan los dos nuevos aspirantes. Nuevos a medias. Para Vox no son las primeras elecciones, pero como si lo fueran. Su protagonismo ha ido creciendo como la tabla de multiplicar. Tampoco el PRC es un debutante. Otras veces ha intentado saltar a Madrid, pero le cortaron el paso en las urnas. Con las autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina, a los regionalistas no les ha quedado más remedio que volver a comparecer.
La campaña de estas dos formaciones ha sido radicalmente distinta. Vox no se ha mostrado mucho. Se hizo notar por sorpresa con la elección como candidato de Emilio del Valle (un ex del PP) y dio un aviso a navegantes a todos los demás con el mitin más multitudinario de estas últimas semanas. Santiago Abascal llenó la Sala Argenta del Palacio de Festivales y cientos de personas se quedaron en la puerta porque ya no cabían. Un 'aquí estamos' que hizo pinar las orejas al resto. Poco más. De hecho, no han aceptado participar en un par de debates a los que fueron invitados.
El PRC ha sido todo lo contrario. Los regionalistas han querido compensar la falta de espacio que supone no ser un partido nacional a base de fotos y efectismo en sus reivindicaciones. Subidos a un tren, a un barco, con monigotes de los otros partidos con la boca cerrada... Y con José María Mazón -el candidato-, siempre Revilla. Hasta en los carteles. Juntos como un matrimonio. Su discurso se ha basado en repetir que no se elige al presidente del Gobierno de España sino a los representantes de Cantabria en el Congreso y el Senado y que sólo ellos van a interesarse por las cosas de aquí. Tren de alta velocidad, La Pasiega, Valdecilla, las carreteras... «Mazón, apunta», le decía Revilla al candidato cada dos por tres para que tomara nota de lo que debe reclamar en Madrid.
Seis para cinco escaños y con una última encuesta publicada por este periódico hace una semana en la que se atribuían dos diputados para el PSOE y otros dos para el PP. O sea, que la lucha por el quinto -el sondeo le daba opciones a Vox y a Ciudadanos- puede depender de muy pocos votos. Es la principal incógnita. Si Vox es para tanto, si al PSOE le va tan bien como dicen los sondeos, si el PP resiste, si el PRC lo consigue o no esta vez... El reparto de los cinco. Pero esta noche, a eso de las once, cuando se sepa quién se lleva el gato al agua, se abrirán otros debates. Los posibles pactos, las consecuencias para las autonómicas o para la gran batalla que se avecina en Santander... Y eso, sin hablar de quién ocupará La Moncloa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.