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La nieve volvió a entorpecer ayer la circulación en la A-67: las precipitaciones caídas durante la madrugada obligaron a cerrar la vía de comunicación con la Meseta a camiones, autobuses y articulados, una situación que se normalizó sobre las nueve de la mañana, cuando ... volvieron a la carretera los vehículos retenidos en Arenas de Iguña. Mientras, el temporal, que concedió cierta tregua a la región antes de regresar hoy con más fuerza, dejó abundantes lluvias por toda la franja costera que se tradujeron en inundaciones de locales y garajes allí donde fueron más intensas. Así sucedió en Arnuero, El Astillero, Camargo, Suances, y también, más en el interior, en Casar de Periedo, adonde acudieron los servicios de emergencias de cada zona.
El Restaurante El Álamo, ubicado en la zona del Espadañal, en Suances, fue uno de los negocios afectados por el aguacero, y ayer permanecía cerrado por la imposibilidad de ponerlo a punto, ante el enfado y la desesperación de Daniel Ruiz, su responsable. «Esto no ha sido un chaparrón, es otro día más. El año pasado se inundó ocho o diez veces, y éste ya llevamos tres. La anterior fue el día de Reyes, con todo reservado, y la gente tuvo que salir por la cocina». Según explicó, la existencia de un riachuelo cercano con el cauce totalmente obstruido provoca continuios desbordamientos cada vez que llueve con cierta fuerza, inundando toda la zona. «Ya no podemos más. Han venido todos, bomberos, Protección Civil... y han estado trabajando hasta las tres de la mañana, pero es que esto pasa constantemente porque el agua no tiene salida y no se hace nada. Hablan de inversiones en Suances y piensan en gastar un montón de millones en remodelar el paseo marítimo, que está perfecto, y tienen a cien metros de allí una zona que se inunda, y nada».
También puede achacarse al mal tiempo la salida de vía que se produjo en la salida de Reinosa, cerca del Hospital Tresmares, que, afortunadamente, no causó heridos pero dejó la imagen espectacular de un coche hincado en la nieve.
Los bomberos del 112 intervinieron además para cortar un árbol con peligro de caída en Comillas y para sofocar un incendio en un apartamento rural de Brañavieja que, al tener el interior forrado de madera, sufrió importantes daños materiales.
Las carreteras de Cantabria se mantuvieron el domingo más o menos en las mismas condiciones de la víspera: permanecieron cerrados los puertos de Estacas de Trueba, Palombera y Lunada, y también se interrumpió el tráfico en el tramo entre Las Presas y Escobedo por el hielo. Fue necesario el uso de cadenas entre Selaya y San Roque de Riomiera, San Pedro del Romeral y el puerto de La Matanela y en el puerto de La Sía.
Alto Campoo volvió a abrir para los esquiadores más valientes, que aunque no tuvieran mucha visibilidad sí pudieron deslizarse por la mayor parte de sus pistas (20 de 22), con un espesor de nieve polvo de 50 a 130 centímetros.
Precisamente en Alto Campoo se volvió a registrar la temperatura más baja de la región, -5,6 grados. Otras mínimas se tomaron en Camaleño (-2,3) y en Tresviso (-1,2). En cuanto a las lluvias, San Vicente acumuló la mayor cantidad de precipitaciones, con más de 27 litros por metro cuadrado, seguido por Los Tojos, con 26. En Santander fueron 21.
La alerta naranja por nevadas, que se desactivó durante la jornada del domingo, volvió a activarse esta medianoche para las áreas de Liébana, el centro de Cantabria y el valle de Villaverde, y con esa alerta permanecerán hasta las 00.00 del martes.
En Liébana se espera una acumulación de cinco centímetros en torno a los 600-800 metros, aunque se prevé que se acumule nieve por encima de 300-400 metros. Mientras, el centro y Valle de Villaverde acumularán cinco centímetros por encima de 300-400 metros, que serán mayores en zonas de montaña. En la Cantabria del Ebro estará vigente el aviso amarillo por nieve con acumulaciones de ocho centímetros de nieve en torno a 600-800 metros. En sus previsiones generales para Cantabria, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia precipitaciones persistentes con chubascos, de nieve por encima de 500-700 metros bajando la cota al final del día hasta 300-500 metros.
Para mañana, martes, a pesar de que el nivel de alerta pasa de naranja a amarilla, Aemet indica que la cota de nieve podría descender hasta los 100 metros, y no descarta que, puntualmente, baje hasta el nivel del mar: las últimas estampas de las playas cubiertas por una capita de nieve tienen ya unos cuantos años.
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