Las donaciones de sangre se mantienen en Cantabria por encima de la media nacional

El dato afloró ayer con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre en el vestíbulo del Hospital Valdecilla, donde, al abrigo de diversas autoridades políticas y sanitarias, la Hermandad de Donantes de Sangre hizo un repaso numérico de lo que dio de sí el año pasado y una valoración de lo que espera de este actual.

Sobre lo primero trascendió que Cantabria, una comunidad autosuficiente en materia de donación de sangre -lo cual requiere mantener un ritmo diario de 80-100 donaciones para atender las necesidades asistenciales de los centros sanitarios- contabilizó el pasado año 21.841 donaciones realizadas por 13.378 donantes (46% hombres y 54% mujeres) que representan al 3,3% de la población potencialmente donante, cuya edad oscila entre los 18 y los 65 años.

Estos datos colocan a Cantabria en el octavo lugar del ranking, lejos de la comunidad autónoma que atesora la mayor proporción de donantes de sangre, que es Extremadura con 44,6, pero al mismo tiempo lejos también de la comunidad autónoma que presenta la peor proporción, que es Canarias con 29,14.

Y sobre lo segundo se supo que, en los primeros meses de 2020, el número de donaciones experimentó un descenso de 1.100 con respecto al año precedente. Nada por lo que haya que preocuparse en términos prácticos, porque también disminuyeron las transfusiones de sangre por la menor actividad quirúrgica registrada desde marzo a causa de la crisis sanitaria, aunque la cifra inquieta un poco.

Por eso, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, hizo un llamamiento público a la ciudadanía para que, si puede, acuda a donar sangre. «Estoy un poco preocupado porque teníamos una posición algo mejor hace un par de años», reconoció el presidente regional, que puso el foco en los jóvenes «porque son los que están en edad de donar, que es un gesto muy bonito», dijo.

Revilla apeló a los cántabros a realizar un esfuerzo conjunto «para recuperar los niveles anteriores, atender la demanda que hay en otros lugares de España o, incluso, por puro egoísmo, porque casi todos vamos a tener que recibir sangre en algún momento de nuestras vidas».

A su lado, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, aseguró que los donantes de sangre representan la mejor imagen de Cantabria, «una comunidad autónoma pequeña en población, pero muy grande en valores como la cooperación, la fraternidad y la solidaridad».

Convencido de eso, el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Cantabria, Ignacio Álvarez, que colocó la figura del donante entre los pilares básicos del sistema sanitario «porque si no hubiera donantes, algo tan importante como los trasplantes de órganos y las cirugías no serían posible», hizo hincapié en la enorme importancia que tiene la fidelización de los donantes para que realicen este gesto periódicamente.